[Minghui Net]Tenemos una practicante de 65 años en nuestro grupo de estudio del Fa que empezó a practicar Falun Gong en 1998. Siempre había hecho las tres cosas bien y era diligente en su cultivación. Especialmente, durante el peor momento de la persecución, nunca se rindió ante las viejas fuerzas o dejó de aclarar la verdad. Algunas veces iba a la comisaría a hablar con los jefes, ayudaba a los compañeros practicantes que tenían apego al miedo, y traía materiales de estudio del Fa y periódicos de La Gran Época para ayudar a que los compañeros practicantes avancemos juntos.

Aún actuando de esta manera, alrededor del mes de mayo de 2008 experimentó un grave yeli de enfermedad. Tosía y no podía dormir bien y a veces tenía dificultad para respirar. En algunas ocasiones cuando los compañeros practicantes enviaban pensamientos rectos todos juntos, mejoraba de sus síntomas, pero enseguida volvía a recaer. La situación siguió así durante bastante tiempo hasta que se puso tan débil que no podía ni siquiera caminar. No tuvo otra opción que quedarse en casa para hacer los ejercicios y estudiar el Fa. Este pasado mes de agosto empeoraron sus síntomas. Vomitó sangre por lo menos cuatro veces. Su familia se enteró de esto la última vez que sucedió. Era medianoche y sangró más que lo que puede contener un cubo pequeño. Como sus pensamientos rectos no eran lo suficientemente fuertes, permitió a su familia que la llevaran al hospital. Después de estar en la UCI durante cuatro días, la llevaron a otro hospital para que la viera un especialista en tumores. Ahí, los resultados mostraron que tenía un tumor en el abdomen y también un linfoma. El hospital emitió un dictamen donde constaba que estaba "críticamente enferma". Durante su estancia en el hospital, continúo escuchando las lecturas de Shifu con un MP3. Sus compañeros practicantes seguían visitándola, enviando pensamientos rectos para ella, y compartiendo su entendimiento del Fa. Entendió que los resultados de las pruebas eran solo ilusiones y que un hospital no es un sitio para practicantes, ya que los practicantes no deberían tener enfermedades. Todavía estuvo un mes más en el hospital, con continuos cuidados intensivos. Su estancia en el hospital no le producía mejoría alguna. Seguía estando en los huesos, tosía todo el día, tenía problemas de sueño y con la comida, y los tumores seguían igual. Muchos practicantes la instaban para que se fuera a casa, "¿Cómo pueden los seres divinos tener enfermedades y como puede la gente común curarles las enfermedades? También, la hicieron ver que su problema de no llevarse bien con su familia era un gran apego que necesitaba eliminar. Ella tomó en cuenta sus consejos. Un día le dieron el alta en el hospital y su familia se tomó la libertad de organizar con los médicos sesiones de tratamiento de quimioterapia sin su conocimiento.

Muchas veces les decía a los practicantes que su marido nunca se preocupaba de ella, que era injusto, y que nunca estaban de acuerdo ni en el más mínimo asunto. La discusión era la solución más habitual entre ellos. No sabía considerarse como una practicante cada vez que surgía este problema. Estaba tan cansada de su vida matrimonial que pensó en irse un par de veces. Incluso antes de que le dieran el alta en el hospital, estaba pensando en un plan para hacerlo. No se daba cuenta de que su resentimiento y sus pocas ganas de ver o vivir con su marido se habían convertido en un apego muy fuerte.

Durante la primera semana que volvió a casa, muchos practicantes que vivían en diferentes sitios, unos cerca, otros lejos, fueron a su casa para enviar pensamientos rectos para ella, aún así su condición no mejoró. Los compañeros practicantes llegaron a la conclusión de que ya que sus fuertes pensamientos rectos durante tanto tiempo no parecía que ayudaran a mejorar su condición, la raíz de la cuestión debería estar en un problema de su xinxing causado por su fuerte apego. Aunque decía que ya se había cultivado para dejar ir el apego, verdaderamente, su corazón nunca lo había abandonado. Esto era el motivo de por qué la tribulación duraba tanto. Decidieron que era momento de tener una charla seria con ella. No importaba cual fuera su reacción, era por su propio bien y por el de todos para poder avanzar juntos como un grupo. (Antes, debido a su excelente forma de hacer las tres cosas, algunos practicantes no se atrevieron a darle ninguna opinión constructiva). Decidimos dejar que uno de los practicantes hablara con ella en la habitación, mientras que el resto, todos reunidos en la sala de estar, enviábamos pensamientos rectos. El compañero practicante que nos representaba fue dentro y dijo: "Hemos venido tantos practicantes para enviar pensamientos rectos para ti, y aún así sigues sin mejorar ni un poco. ¿Sabes por qué? Es porque te agarras conscientemente a este apego fundamental hacia tu marido. Has estado mucho tiempo enfadada con él, hasta el punto que simplemente ya no quieres verlo más. Lo has aguantado con lágrimas y has hecho de tu propia vida una existencia miserable".

"Debes tomar rienda de este apego junto con su raíz. Por favor, considérate una cultivadora en este asunto y eleva tu xinxing. Intenta tolerarlo y perdónalo. Finalmente, abandonaremos este mundo trivial. No deberíamos de preocuparnos por nada que interesa a la gente común. ¿Puedes llevar al cielo esas cosas que no puedes abandonar? ¿Por qué te agarras con tanta tenacidad? Shifu dijo, "Si no puedes amar a tu enemigo, entonces no puedes alcanzar la Consumación". ("Enseñando el Fa en la conferencia de Australia" en 1999) y no digamos siendo tu marido desde hace más de 40 años. El odio es también un tipo de sentimentalismo que se tiene que eliminar. ¿Por qué no lo puedes tratar como a uno de los seres conscientes a los que quieres salvar? Esta vez lo tienes que hacer bien". Ella contestó: "De acuerdo". El practicante siguió diciendo: "Ábrele tu corazón. Comparte con él cómo te sientes. Perdónalo y deja ir todos los recuerdos desagradables. Cuando derribes el muro que está separando tu corazón de él, él te verá para siempre como su maravillosa esposa. Si puedes hacer esto, mejorarás de forma instantánea. Tienes que tener la firme creencia de que serás capaz de seguir a Shifu de regreso al hogar en el momento en que termine el período de la rectificación del Fa". "De acuerdo", contestó.

Esa noche pidió disculpas a su marido. Le pidió que la perdonara por las cosas que durante todo su matrimonio podría haber mejorado. También le dijo que ya no sentía hostilidad hacia él y que empezaría por mejorarse a sí misma.

Al día siguiente, fuimos a su casa como solíamos hacer para enviar pensamientos rectos. Vimos que la relación con su marido había cambiado. Solo tosía un poco y podía finalmente comer y dormir. También estaba lo suficientemente fuerte como para estudiar el Fa con nosotros. Su marido nos dijo contento que ya no había nada malo entre ellos. También se sentó y se unió a nosotros para estudiar el Fa. Ahora, está mejorando cada día, y su espíritu se ha elevado. Estamos sinceramente contentos por ella. Creemos que se recuperará pronto gracias al estudio del Fa y a los ejercicios. La estamos esperando para que siga con sus continuos esfuerzos para aclarar la verdad.

A través de esta experiencia, hemos llegado a la siguiente conclusión: Lo primero y más importante si alguien aclara bien la verdad, no significa necesariamente que él o ella se está cultivando bien en todos los aspectos. La familia también es un núcleo de cultivación que no debemos ignorar. Cuando tenemos problemas con nuestra familia, debemos utilizar el Fa para que nos guíe. Mejor que elegir evitarlos, debemos enfrentar los problemas con un corazón abierto. En segundo lugar, cuando es muy claro que un compañero practicante todavía tiene un apego muy fuerte, tenemos que señalárselo inmediatamente, en vez de preocuparnos por herir los sentimientos de la persona. Si no se hace cargo de este apego y sigue sin eliminarse, una pequeña brecha puede convertirse en una enorme brecha, lo que podría ser utilizado fácilmente por las viejas fuerzas para convertirla en una tribulación que amenace nuestra vida. Por último, cuando alguien aclara bien la verdad, no deberíamos idealizarle. Es una responsabilidad del practicante a la hora de aclarar la verdad, hacerlo bien. Si no lo hace, él o ella deberían luchar por mejorar. De hecho, si ponemos demasiada atención a la forma de hacer exterior, podremos llevarle tribulaciones a esa persona. Aún así, cuando un compañero practicante se enfrenta a pruebas de yeli de enfermedad, deberíamos ocuparnos de esto y ofrecerle ayuda con compasión. Recordamos lo que dijo Shifu: "Las cosas que a él le conciernen, también te concierne a ti, y lo que a ti te concierne le concierne a él también" ("Enseñando el Fa en la conferencia de Washington, D.C. el 22 de Julio, 2002).

Lo arriba descrito corresponde a nuestro intercambio de experiencias de nuestro grupo de estudio del Fa. Por favor, les agradeceríamos que nos señalasen cualquier cosa inapropiada.