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Comencé a practicar Falun Gong en abril de 1999. Uno de mis amigos me dijo que esa noche vería los videos con las lecciones de Shifu, después de la cena fui a su casa y los vimos juntos. Me interesó mucho y miré todas las lecciones. Así es cómo empecé mi cultivación. Bajo la protección compasiva de Shifu, he transitado suavemente cada paso en el camino de cultivación.

Estudiando el Fa bien y reforzando los pensamientos rectos

Sólo me eduqué hasta sexto grado y habitualmente no leo libros. Me cuesta mucho leer aunque sea un solo párrafo del periódico. Cuando empecé a leer Zhuan Falun, no podía reconocer muchos de los ideogramas, y a veces leía la misma frase una y otra vez sin entender el significado. Escribí todos los ideogramas que no comprendía en un papel y le pedí luego a otros practicantes que me enseñaran su significado. Estudié cada uno de ellos hasta memorizarlos. En 2002 comencé a memorizar Zhuan Falun.

Normalmente hago la meditación por la mañana, seguida de los cuatro ejercicios. Luego voy al mercado para hacer las compras y entregar materiales que aclaran la verdad sobre Falun Gong. Por la tarde estudio el Fa. Al principio sólo podía estudiar una sola lección cada día. Un año después podía estudiar dos o más lecciones por día. También paso tiempo extra estudiando sistemáticamente todos los jingwen de Shifu. Estoy haciendo esto ya por muchos años.

Habían pasado menos de tres meses desde que era practicante cuando el PCCh comenzó a perseguir a Falun Gong. Excepto mi hija, todos mis familiares se opusieron a la práctica. Mi esposo, mi suegro, mis padres, y el resto de mis parientes intentaron interferir y hacerme dejar la práctica. Mi esposo incluso amenazó con divorciarse. Mis padres viajaron desde el campo a mi casa para presionarme a renunciar. Amigos y parientes me llamaban para amenazarme.

Durante esos días sufrí mucha presión y terrible estrés psicológico. Mi corazón comenzó a vacilar. Sin embargo, insistí en estudiar el Fa todos los días. Estudié el Fa cada vez que me sentía deprimida. Cuando estudiaba el Fa, dejaba ir todo en mi mente y me sentía refrescada.

Antes de la cultivación a menudo estaba enferma, pero ahora me sentía mucho mejor, tan liviana como una pluma. Mi determinación de cultivarme se reforzó. Cuando decidí que nadie me podría detener y que practicaría Dafa hasta el final, hubo menos interferencia.

Estudiar bien el Fa salvó a mi propia familia

Al principio solo estudiaba el Fa y hacía los ejercicios a espaldas de mi marido y suegro. A menudo tenía que estudiar el Fa y hacer los ejercicios mientras no había nadie en casa. A veces no podía estudiar el Fa en todo el día. Debido a esto perdí mucho tiempo. Estaba ansiosa y decidí que esta no era una solución a largo plazo, tenía que dejar de esconderme.

Una mañana mi esposo vio que estaba haciendo los ejercicios. Fue rudo conmigo y se quejó, pero lo ignoré y seguí con mi meditación. Comenzó a patearme, pero yo no me moví. Vio que no podía moverme y se fue. Otra vez, cuando estaba por estudiar el Fa, no podía encontrar mi libro. Le pregunté a mi esposo si lo había visto. Contestó negativamente. Busqué nuevamente y no lo encontré. Estaba segura que él lo había escondido, así que le dije que lo abandonaría si no me daba el libro. No dijo nada. Comencé a vestirme y cuando estaba lista para irme, él se dio cuenta que me iría de verdad y me devolvió el libro. Desde entonces no me molestó más con el estudio o la práctica.

Vivíamos con mi suegro. Antes de comenzar a practicar Falun Gong, yo no lo cuidaba muy bien. Si quería agua u otra cosa sólo le daba un poco, ya que después cuando fuera al baño y orinara fuera del inodoro, me tocaría limpiarlo para que no apestara. Cuando quería comer, solo le servía la mitad del plato. Claro que cuando mi esposo estaba en casa lo trataba diferente. Cada día esperaba que se muriera, y si moría yo sería muy feliz.

Después de comenzar la cultivación miré hacia atrás e intenté lo mejor, según los principios del Fa, para reprimir estos miserables pensamientos. Shifu dijo en Zhuan Falun:

Por supuesto, ya que nos cultivamos y refinamos en la sociedad de la gente común, respetar a nuestros padres y educar a nuestros hijos son todos deberes en todos los ambientes hay que ser bueno y benevolente con los demás, y más aun, ¿cómo no vas a serlo con tus parientes? Debemos tratar a todos por igual, ser buenos con nuestros padres e hijos y ser considerados con los demás en todos los aspectos así, este corazón ya no es egoísta, son todos corazones de bondad y benevolencia, es misericordia.

Una vez mi suegro estaba enfermo y tuve que quedarme en el hospital. Tenía que cuidarlo porque mi esposo estaba trabajando. Me di cuenta que era una practicante, así que acepté sin quejas. Fui al hospital y cuidé de él. Cómo tenía colocada una intravenosa, le resultaba difícil ir al baño así que tenía que acompañarlo. A veces no alcanzaba a llegar y se orinaba en los pantalones.

Un día tuvo diarrea, necesitó ir al baño pero por la intravenosa no pudo llegar. Perdió el control de los intestinos y evacuó en los pantalones, la cama, y el piso. Inmediatamente lo cambié y lavé todo para él. Lo cuidé durante dos o tres semanas en el hospital. Mi esposo estaba muy contento porque no tuvo que faltar al trabajo durante ese tiempo. Aproveché esa oportunidad para hablarle sobre Falun Gong. Le dije que pude hacerlo así por las enseñanzas de Falun Gong, que no lo hubiera hecho si no fuera practicante, y que la TV le había llenado la cabeza con mentiras sobre la práctica. Después de escucharme no dijo nada, pero yo supe que acababa de tener un mejor entendimiento de la verdad.

Una vez, tuve fiebre y resfrío a pesar de estar tapada con dos colchas. Mi esposo me pidió que tomara medicamentos. Le dije que Shifu estaba purificando mi cuerpo y que no necesitaba tomarlos. Me trajo algunas pastillas, pero yo me negué a tomarlas Se enojó, y dijo que si no las tomaba no me recuperaría. Le respondí que no se preocupara por mí, que al día siguiente estaría bien. Él dudó, y a la mañana siguiente cuando se levantó me preguntó cómo estaba. Le dije que me sentía bien. No me creyó. Me tocó y vio que ya no tenía fiebre. Mi esposo atestiguó este milagro de Dafa y desde entonces no se opuso más a mi práctica de Falun Gong.

Cumpliendo la misión de salvar seres conscientes

Para que más gente supiera la verdad y se salvara, yo salía todos los días a entregar material. Al principio, mis piernas y manos temblaban de miedo, y mi corazón latía muy rápidamente. Intenté calmarme, pero la primera vez que iba a pegar un cartel en una puerta, esta se abrió de repente. Corrí rápidamente hasta mi casa. Siempre me arrepiento de ese incidente, porque pienso que si le hubiera entregado a esa persona el material en sus manos, se podría haber salvado. Desde entonces eliminé mi miedo al entregar materiales. Una mañana, tan pronto como dejé materiales al frente de una casa, vi una persona caminando hacia mí. Pensé que no podía verme, y efectivamente, pasó detrás mío y realmente no me vio.

Cuidar de una pequeña practicante es mi deber

Una vez mi hija estaba enferma con fiebre e irritación en la garganta. Le dije que repitiera en voz alta: "Falun Dafa hao. Zhen-Shan-Ren hao". Poco después, se durmió. Cuando se despertó me dijo: "Mamá, ya no me siento mal y no me duele la garganta. ¡Dafa es verdaderamente milagroso!"

Todos los lunes, cuando la escuela hace la ceremonia de izar la bandera, mi hija envía pensamientos rectos. Estaba muy contenta de contarme: "Mamá, el Fa de Shifu es muy poderoso. La bandera se cayó cuando iba solo por la mitad". Le contesté: "Shifu estuvo dándote ánimos. Deberías persistir".

Mi hija suele ser crítica consigo misma y la relación con sus compañeros es buena. Sin embargo, a veces llega muy lejos debido a su fuerte personalidad. Un día, tan pronto como llegó de la escuela a casa, vi que estaba descontenta. Le pregunté: "¿Qué pasó? ¿Por qué estás así?" Ella dijo: "El maestro fue injusto. Durante el estudio en el aula, la niña de atrás me llamó, me di vuelta para preguntarle que quería, y el maestro dijo que yo estaba hablando en clase. Fue muy duro conmigo. Intenté explicarle, pero el maestro dijo que estaba hablando con la niña. Cuando intenté explicarle nuevamente, respondió que estaba poniendo excusas".

Mirando a mi hija, me di cuenta que estaba diciendo la verdad. Le dije: "¿Te has olvidado que eres una practicante? Como practicante deberías aprovechar esta oportunidad para mejorar tu xinxing. ¿No piensas que fue una buena oportunidad para mejorar tu xinxing? ¿Por qué miras a otros en vez de mirar hacia dentro? Discutiste con tu maestro. Ese es tu apego a pelear y tienes que eliminarlo".

Después de escucharme, mi hija dijo con arrepentimiento: "¿Por qué no me consideré una practicante en ese momento?" Le dije: "Si estudias más el Fa, te considerarás como practicante, y naturalmente, cuando enfrentes conflictos, ya no discutirás con la gente". Mi hija me dijo: "Mamá, ahora entiendo. Mañana me disculparé con el maestro".

En el futuro estudiaré más diligentemente el Fa, intentaré lo mejor para hacer bien las tres cosas que Shifu nos pide y alcanzaré la perfección.

Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2009/9/5/110602.html