[Minghui Net] Cinco años atrás, en una noche de invierno fui a repartir materiales de información de Falun Gong a una aldea, a nueve kilómetros de mi casa. A su alrededor habían construido un camino nuevo en el cual la mayoría de los taxis conseguían sus pasajeros. Había solo unos pocos de ellos que entraban a la población. Yo me encontraba a unos diez minutos de caminata de ese camino.
Cuando llegué a la última calle, un taxi me pasó. Todavía tenía cuatro folletos para entregar. Pensé: "Sería bueno si el taxímetro regresara en unos minutos. Eso me ahorraría mucho tiempo". Y continué repartiendo los materiales. Terminé aproximadamente las 21h. y comencé a buscar un taxi. El camino estaba quieto, vacío. Mientras caminaba vi que un taxi se paraba frente a una tienda. Le pregunté: "¿Todavía está de servicio?" Y contestó: "Sí, solo estaba comprando algo de agua para tomar mi remedio. Si no, ya me hubiera ido hace rato".
Al abrir la puertezuela me di cuenta que ese era el taxi que me crucé antes. Me conmoví hasta las lágrimas, ¡fue Shifu quien arregló que este taxi me esperara!
El día anterior a los juegos olímpicos, dos practicantes vinieron a visitarme. No sabíamos que los seguían. Al día siguiente, siete u ocho policías vinieron a casa. Dije para mi: "No tengas miedo. Tienes a Shifu, tienes el Fa, nadie puede tocarte". Pedí: "Shifu, deme fuerzas. No cooperaré con ellos en absoluto". Sentí la energía que me rodeaba y me daba fuerzas. Me calmé y comencé a enviar pensamientos rectos.
Mientras la policía registraba un aposento, yo iba al otro para enviar pensamientos rectos. Cuando llegaron a mi dormitorio, simplemente me miraron. Le pedí a Shifu: "No les permita que se lleven mis libros de Dafa". Ellos comenzaron a interrogarme: "¿Vio a dos practicantes de Falun Gong ayer aquí?", "Sí, nos conocemos hace mucho tiempo. Vinieron a verme. ¿Qué tiene eso de malo?"
"¿De qué hablaron?", "De nada, solo nos poníamos al día". El líder ordenó que me llevaran a la estación de policía del condado. Me obligaron a subir a un coche policial. Estaba tranquila. Le dije a Shifu: "No iré a la estación de policía del condado, no es un lugar para mí". Logré clarificar la verdad sobre Dafa con la sabiduría otorgada por el Fa.
El conductor era el director del buró de seguridad pública. Le expliqué los hechos de la persecución: "Los practicantes de Falun Gong son todas buenas personas, nos comportamos según Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Él dijo: "¿Quién no sabe eso?" Mientras hablaba, giró y me llevó a la estación de policía local, en vez de a la del condado. Me sentí aliviada. Sabía que Shifu me estaba cuidando, mi confianza se acrecentó.
Cuando entramos a la estación, nadie me prestó atención. Me senté allí a enviar pensamientos rectos sin parar. Después de 20 minutos, un oficinista vino y me dijo: "El director no te interrogará. Él y los otros hablaron todos por ti. No necesitas ir a la estación del condado". Con la compasiva protección de Shifu, regresé a mi casa sana y salva.
Shifu me protegió muchas veces. Siempre que creamos en Shifu y en Dafa, Shifu estará cerca.
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2009/9/19/110960.html
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