[Minghui Net] Empecé a practicar Falun Gong en mayo de 1998. Soy una mujer de pueblo de cincuenta años. Antes de convertirme en practicante de Dafa, tenía muy mal temperamento y estaba enferma todo el tiempo.

Una "tigresa" con la que casi ningún hombre quería casarse

Antes de casarme me encantaba pelear. No tenía miedo de nada, y nadie quería estar conmigo. Mis padres estaban enfadados debido a que todos los días muchas personas venían a quejarse de mí. La gente de mi pueblo y de pueblos cercanos, sabían todos quién y cómo era yo: "Siempre arbitraria, y una matona". Mis padres estaban muy preocupados por mí. Finalmente encontré a mi igual. Esta familia tiene tres hermanos, mi marido es el número tres. Aún después de casarme continuaba siendo una matona. Delante de mi marido, sus hermanos menores y sus padres, golpeé a su hermana. Les pegué a mis cuñados con un palo persiguiéndolos por la calle. Mi marido estaba tan restringido por mí, que no se atrevía a tener su propio temperamento. Así que me gané el sobrenombre de "tigresa".

Debido a la tribulación de enfermedad, vivir era más duro que estar muerta

Varios años después de casarme, y debido a la presión por ganarme la vida, me debilité físicamente. Las enfermedades me torturaban continuamente, así que me conocían bien en nuestro hospital local. Llegué a pasar por todo tipo de exámenes científicos. Un especialista dijo que mi sistema neurológico funcionaba mal, y que no había cura. También intenté con un maestro de qigong poseído por un espíritu, pero tampoco funcionó. La enfermedad me torturaba tanto que prefería estar muerta. Mi peso bajó a menos de 45 Kg, e intenté suicidarme dos veces.

Empezando la cultivación en Dafa, encontré el camino de mi vida

En mayo de 1998, una amiga me recomendó enérgicamente que practicara Falun Gong. Con una actitud de: "prueba y verás", empecé la práctica, y en menos de un mes mi cuerpo lleno de enfermedades se recuperó, y fui capaz de volverme una auténtica practicante de Dafa.

Por lo que a mí respecta, aunque aún estoy en los cincuenta, parece que sólo tengo treinta años, con las mejillas rosadas, con un andar lleno de vitalidad, y capaz de hacer cualquier trabajo intensivo. Sé que esto es todo por Shifu, que ha purificado mi cuerpo, ha cargado con mi yeli, y me brindó mi segunda vida.

En el Fa encontré mi camino en la vida, saber como vivir, y ver el mundo con una perspectiva diferente. En uno de mis sueños, un maestro daoista dijo que fui un buen general en una de las dinastías. De ese modo comprendí la razón por la que antes me gustaba luchar e insultar. A través del estudio del Fa, llegué a comprender que insultar y golpear a la gente estaba mal. Así que me disculpé con mis cuñados y aquellos de mi pueblo a quién había golpeado e insultado. Debido a cómo cambié después de volverme practicante de Dafa, mi segunda cuñada dijo, "Si alguien dice algo malo sobre Falun Dafa, razonaré con esa persona. No tengo que mirar a nadie más, tomemos a mi cuñada menor, por ejemplo: Desde que ella empezó a practicar Dafa, ha cambiado completamente, no sólo ha conseguido deshacerse de sus enfermedades, sino que también cambió su carácter". Mi sobrina dice que soy una buena esposa y una madre maravillosa. Mi relación con mis vecinos también ha mejorado notablemente.

El comienzo de la persecución a Falun Gong

Después de que empezara la persecución, cuando volví a mi pueblo desde Beijing, luego de pedir justicia para Falun Gong, fui arrestada, me llevaron al centro de detención y me impusieron una multa de 8.000 yuanes. Había bastantes compañeros practicantes en nuestro pueblo que iban a pedir justicia a Beijing cuando fui liberada. Los no practicantes de esas familias vinieron a mí, amenazando: "Si la animas a ir a Beijing otra vez, te romperé las piernas". Ellos pensaban que era la que les había insistido para que fueran a Beijing. Me contuve a mí misma porque soy una practicante de Dafa, pensando en lo que Shifu dijo:


"Sin embargo, hemos dicho que siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos, hay que exigirse a sí mismo con un estándar alto". ("Transformación del yeli", Lección Cuarta, Zhuan Falun, tercera traducción, edición actualizada en marzo de 2008)

En el centro de tratamiento de adicción de la ciudad de Dalian, donde estuve encarcelada, delante de cientos de personas incluidos compañeros practicantes y guardias, fui insultada y golpeada a puñetazos por el primo de mi cuñada. Rompí a llorar porque estaba siendo mal juzgada. Pero me contuve y me apiadé de ellos puesto que pensé en lo que Shifu dijo en Zhuan Falun:

"Tal vez, en el futuro, se haga que alguien te dé dos bofetadas en la cara justamente enfrente de la persona ante quien sientes más miedo de "perder la cara", haciéndote pasar vergüenza para ver cómo lidias con este asunto y si puedes ejercer Ren o no. Si puedes lograr Ren pero en tu corazón no puedes dejarlo, tampoco va". (Lección Novena, Zhuan Falun)

Después de 2003, debido a la gravedad de la persecución, dejé mi casa, y me mudé de un lugar a otro durante dos años. Los miembros de mi familia estaban muy heridos mental y físicamente por el trauma de la persecución. Mi hija también estaba demasiado asustada para dormir, y mi marido estaba triste todo el tiempo. A pesar de todo esto, mi marido aún me apoya en la cultivación en Falun Dafa, y desde el fondo de su corazón repite:"¡Falun Dafa es bueno!".

Después de deambular por todas partes y volver a casa, debido a que he estado siguiendo el camino de la rectificación de Fa, gané peso y mis mejillas se volvieron otra vez rosadas.


6 de abril de 2009

Fecha de edición: 10/05/2009
Fecha del artículo original: 04/05/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/5/4/107046.html