[Minghui Net] Tuve mucha suerte de obtener el Fa en 1997. Después de unos meses, la cantidad de enfermedades que me acechaban desaparecieron. Antes de empezar a cultivar, había pensado en el suicidio muchas veces, ya que no podía aguantar el dolor. Tenía dolores de cabeza muy dolorosos, tanto que quería darme cabezazos contra la pared debido al dolor. Tenía desórdenes en el sistema nervioso, lo que me impedía dormir más de dos o tres horas al día. No podía oler nada en los últimos 30 años debido a la inflamación nasal. Mis pulmones se inflamaban cada invierno y tenía problemas estomacales, catarro, dolor de pecho y mucho más. No tenía idea de cómo curar todos estos problemas. No sólo eso, sino debido a mi salud, tenía mal humor. Todos en casa me tenían miedo y ni siquiera se atrevían a hablarme. Era realmente muy doloroso. Falun Dafa curó milagrosamente todas mis enfermedades y me salvó la vida.

El 20 julio 1999 quería ir a Beijing a hablarles a los líderes del gobierno sobre las bondades de Falun Dafa. Les quería decir que no solamente puede curar enfermedades, sino también purificar los corazones y mejorar la moralidad. Sin embargo, fuimos arrestados, detenidos y multados. Por distribuir materiales de clarificación de la verdad sobre la persecución, fui encarcelada ilegalmente en un campo de labores forzadas. Una gran cantidad de dificultades hicieron que me apegue a llegar a lograr la perfección. No pude dejar ir mi emoción y caminé un largo y difícil camino. Sin embargo, nuestro compasivo Shifu nunca se dio por vencido conmigo y me dio varios sacudones para despertarme. A través de la iluminación de Shifu y con la ayuda de otros practicantes regresé al camino de la cultivación en agosto del 2003. Abracé el libro Zhuan Falun sin parar de llorar. El sentimiento no puede ser descrito con palabras. Sólo en ese momento me di cuenta de lo precioso que es el Fa y de la solemne naturaleza de la cultivación.

Regresar al camino de la cultivación no es tan simple. Las fuerzas perversas empezaron a perseguir mi cuerpo. No tenía energía y no podía comer. Mis hijos me llevaron en una bicicleta a su casa. Después de unos días caminé lentamente, apoyándome en las paredes. No podía cocinar ni tampoco comer nada. Pensé: no me puedo morir. Si me muero, la perversidad va a usar esto para difamar al Shifu. Aunque tenga que arrastrarme, quiero ir a la plaza Tiananmen y gritar ¡Falun Dafa es bueno!

Me cultivé sin poder ver nada con mi tercer ojo. Sin embargo un día vi un sapo del tamaño de una pelota de basquetbol, una serpiente, un cocodrilo y el fantasma de una bruja en la televisión. Viendo que todavía tenía pensamientos rectos, Shifu los eliminó. Más tarde mi cuerpo empezó a recuperarse y empecé a estudiar más el Fa. Entendí las responsabilidades de un discípulo de Dafa en el periodo de la rectificación del Fa en hacer las tres cosas, y no hacerlas por llegar a nuestra perfección personal.

Al clarificar la verdad y ayudar a otros a renunciar al partido, conocí a mucha gente. Una vez estaba clarificando la verdad a un joven. El empezó a gritar vulgaridades después de sólo escuchar unas pocas palabras. Pero en el fondo de sus ojos, yo todavía podía ver amabilidad. Pensé: debo rescatarlo y con ayuda de otro practicante, le hablé tres veces. Al final él estuvo de acuerdo en renunciar al partido.

Algunas veces no pude alcanzar una fe al cien por ciento en Shifu. El año pasado durante las vacaciones del Año Nuevo desarrollé síntomas de un catarro muy fuerte. Estaba muy preocupada porque en el noveno día del año nuevo chino, la suegra de mi hijo iba a celebrar su cumpleaños, iba a tener una gran celebración. Había hablado con ellos muchas veces sobre renunciar al partido, pero siempre se negaron. En su familia, hay probablemente una decena de miembros del partido comunista. Pensé que debía usar esta oportunidad. Sin embargo, tenía los síntomas del catarro fuerte. Sólo podía pedirle al Shifu su ayuda: Shifu, quiero salvar a otros, sin embargo en mi estado... todos ellos saben que yo practico Falun Dafa, te ruego Shifu que me des fuerzas.

A la mañana siguiente, me puse la ropa, agarré una toalla y me fui. En el autobús le hablé al chofer y lo convencí a que renuncie al partido. Rápidamente el estuvo de acuerdo y hasta me dio las gracias. En todo el camino no estornudé para nada. Cuando llegué a la casa de ellos, ambos renunciaron al partido y también pidieron (1) amuletos de Dafa. En el banquete hice lo que pude para ayudar a más de una docena de personas a renunciar a las organizaciones del partido, entre ellas cuatro o cinco miembros del partido y el resto eran de la liga juvenil. Cuando regresé a casa, el catarro y mis estornudos regresaron. Me di cuenta que al llevar una toalla conmigo estaba reconociendo la enfermedad y mostrando mi falta de fe total en Shifu.

En esta última etapa de la rectificación del Fa, voy a ser diligente, estudiar más el Fa, asimilarme al Fa, salvar a seres conscientes, y seguir al Shifu hasta casa.

Nota:
(1) Amuletos - En China los practicantes algunas veces clarifican la verdad dándole a la gente algo pequeño para que lo lleven o atesoren, con unas pocas palabras que les recuerden la bondad de Dafa

Fecha de artículo original: 29/3/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/3/29/106032.html