[Minghui Net] Fui arrestado mientras distribuía volantes durante las Olimpiadas y sentenciado a dos años de labores forzadas. Pero con pensamientos rectos, fe en el Fa, y con la ayuda de los compañeros practicantes, logré salir más rápidamente del campo de labores forzadas. Quisiera compartir aquí mi experiencia y entendimiento del Fa.
Cultivar abiertamente y salvar seres conscientes
Pensaba que el día de las Olimpiadas no era diferente de cualquier otro día. Así que como siempre, fui a distribuir volantes. Comencé por el piso de arriba de un edificio alto. Cuando estaba bajando del piso 12, dos personas, que me vieron con los materiales de Dafa, me reportaron y fui arrestado.
Miré dentro de mí para determinar por qué me estaba pasando esto. Después de reflexionar, me di cuenta que le había dado mayor prioridad a mis actividades diarias que al estudio del Fa, que sólo lo estudiaba cuando tenía tiempo, y que le daba un poco más de prioridad a la práctica de los ejercicios. Solamente trataba de cumplir con el horario diario de enviar pensamientos rectos.
En la primera mañana en el centro de detención, vino el inspector para identificar a los practicantes de Falun Gong, anunciando que estaba prohibido hacer los ejercicios allí. Respondí: "no hacer los ejercicios, descalifica a una persona de ser practicante de Falun Gong". Desde ese momento nadie dijo nada sobre impedir que los practicantes hagan los ejercicios. Continué haciéndolos, enviando pensamientos rectos y recitando el Fa diariamente.
Poco después de mi llegada el centro de detención, mi piel desarrolló una reacción alérgica. Tenía comezón y rascarme excesivamente me causaba irritación. Algunos delincuentes presos estaban furiosos porque no quería tomar medicinas, tenían miedo y evitaban estar cerca de mí. Yo trataba de mantenerme calmado y ser gentil con todos, pero un día, ellos convencieron a otro que acababa de ingresar, para que me gritara durante dos horas. Mientras lo hacía no dije una palabra, y me mantuve comprensivo, incluso con el nuevo prisionero. Después, cuando vieron la compasión y gentileza de un practicante algunos comenzaron a hablarme, lo que me dio la oportunidad para "explicar lo hechos", y aconsejarles que hicieran las tres renuncias al partido comunista chino, (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Muchos de ellos renunciaron y dijeron: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno".
En este difícil ambiente, me aseguré que mis acciones se conformaran al Fa. Después de 90 días, el problema en mi piel desapareció. Todos a mi alrededor sabían que no usé medicinas, y empezaron a entender el poder del Fa, cambiando su actitud sobre Falun Gong. Aproveché cualquier oportunidad para demostrar que soy una persona que se preocupa. Ahorraba comida y otros objetos usados en nuestra rutina diaria, para dárselos a los que lo necesitaban. También les expliqué la verdad universal: "hay recompensa por lo bueno y retribución por lo malo" y la importancia de ser una buena persona. Muchos de ellos se conmovieron hasta las lágrimas. Aunque no podían hacer los ejercicios conmigo, aprendieron la canción: "Falun Dafa es bueno". Algunos se ejercitaron en cómo sentarse en la posición de loto, y también trataron de imitar mi manera de tratar con benevolencia a los demás. Me sentí conmovido por sus acciones.
Cultivar firmemente y negar los arreglos de las viejas fuerzas
Fui sentenciado a dos años de labores forzadas y me enviaron a un campo. En el camino, usé la oportunidad para explicar los hechos sobre Falun Gong a los oficiales, uno de ellos dijo: "Sabemos que Falun Gong es bueno, pero no podemos hacer nada al respecto".
Mi familia no fue notificada cuando fui arrestado, pero los compañeros practicantes los ayudaron a localizarme. El esposo de mi hija no estaba seguro si debía confiar en los practicantes.
Cuando llegué al campo de labores forzadas, me hicieron un examen físico. Este demostró que mi presión arterial estaba extremadamente elevada. Como el nivel era peligroso, no quisieron alojarme, y llamaron a mi familia para que me buscaran de inmediato. Había lluvia y viento cuando los compañeros practicantes y mi hija llegaron. Ese día sentí el gran poder de los practicantes como un grupo. A través de este incidente, todas las personas involucradas vieron la compasión de Dafa. En nuestro camino a casa, mi hija, con lágrimas en los ojos, dijo que los practicantes eran dignos de confiar y que ahora su esposo también pensaba lo mismo.
Fecha de publicación del artículo: 5/4/2009
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/4/5/106238.html
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Categoría: Caminos de cultivación