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Soy muy afortunado por haberme convertido en un practicante de Falun Gong. La oportunidad más preciada es poder coexistir con la rectificación del Fa, y asistir al Maestro en el mundo humano porque como Él nos dice, esta oportunidad sólo aparece una vez en miles de años. Siempre me recuerdo a mí mismo el hacer las tres cosas bien. y ser un buen discípulo del Maestro.

Me gustaría reportarle al Maestro mi camino en la cultivación, y compartir con los compañeros practicantes.

Obteniendo el Fa
En el verano de 1995 mi hija y yo viajamos a una famosa montaña. Allí había un templo donde un monje podía leer la suerte. Cuando llegó mi turno, él se inclinó ante mí con sus manos cruzadas delante del pecho y me dijo: Tú eres una persona muy afortunada. La lectura que me hizo consistía de cuatro oraciones, ninguna de las cuales representaba algo para mí. El monje me explicó sus significados: - El Buda de los cielos te encontrará. Tus días serán soleados. Es fácil para ti practicar la cultivación y volverte un ser divino. Tus grandes hazañas serán conocidas por todo el mundo.- En esa época yo no sabía nada sobre Falun Gong.

En el año 2000, cuando la persecución era severa, tuve un sueño. Estaba en las nubes, en un gran templo dorado. Cerca había varios elefantes blancos. Un sonido desde muy lejos llamaba: -¡Hijo, es el tiempo de que vuelvas, hijo, debes volver pronto!- En el sueño yo estaba llorando. Cuando me desperté la almohada estaba empapada de mis lágrimas.

Varios días después, mientras trabajaba, dos de mis compañeras estaban hablando cerca. Una de ellas preguntó: ¿Sigue tu esposo siendo tan malo?, a lo cual la otra respondió: Él ha cambiado. Después de aprender Falun Gong ha cambiado completamente ahora es una gran persona. Escuché Falun Gong y corrí a preguntarle tres cosas. La primera: ¿Falun Gong es bueno?, la segunda: ¿Es bueno el Maestro de Falun Gong?, y la tercera fue: ¿Puedes por favor prestarme el libro para leerlo? (Nunca supe que Falun Gong tenía libros). Escuché que todas las respuestas eran afirmativas y, al regresar a casa, el Maestro ya había comenzado a purificar mi cuerpo, haciéndose cargo de una "enfermedad" por día. Después de una semana todas mis enfermedades desparecieron y me sentí muy bien. Más tarde mi compañera me trajo una copia de Zhuan Falun. Sostuve el libro en mis manos, mis ojos se llenaron de lágrimas mirando la foto del Maestro y también vi lágrimas en los ojos del Maestro. Empecé a leer el libro a las diez de la mañana, y después de 24 horas había terminado de leerlo sin sentir sueño. Esa noche escuché la voz nuevamente en mi sueño: ¡Hijo, tienes que volver pronto! ¡Tienes que volver! Y así fue como nuestro benevolente Maestro me encontró. Desde entonces todos mis días han sido soleados.

Clarificando la verdad
Después de obtener el Fa entendí que mi vida existía para Dafa. En esa época el mal calumniaba ferozmente al Maestro y a Dafa, envenenando las mentes de los seres conscientes. Me dije que tenía que hacer lo mejor posible, para que la gente conociera las maravillas de Dafa.
Yo tengo una tienda de ropa en la puerta de un mercado bastante grande. Mucha gente pasa por mi tienda todos los días. Moví el equipo de sonido al frente de mi tienda y puse música y canciones de Dafa. La hermosa música purificó el ambiente. La escuchaba la gente que pasaba y también la gente del vecindario. Muchos compañeros practicantes vinieron a conocerme después de haberla escuchado.

Casi todo el mundo me decía que se sentía muy bien y muy cómodo en mi tienda. Les dije que yo practicaba Falun Dafa y que la comodidad venía de la compasión del Buda que la iluminaba. Le clarifiqué la verdad a cada uno de mis clientes. Les pedí recordar que Falun Dafa es bueno, y que Verdad-Compasión-Tolerancia es bueno. Les dije que renuncien al partido comunista chino (PCCh) para poder estar seguros.

Siempre llevo conmigo material para aclarar la verdad. Compro mi mercadería en casi todos los almacenes mayoristas de ese mercado, contrato a casi todos los trabajadores del mismo para que me ayuden con la mercadería y he visitado a casi todos los vendedores. Les clarifico la verdad a todas las personas que conozco. No quiero dejar afuera a ninguna persona predestinada. Cuando el tiempo lo permite, clarifico la verdad en persona y si no, les alcanzo material informativo. No pienso en nada más, sólo pienso en dejar que las personas entiendan la verdad con una mente pura ofreciéndoles salvación.

Muchos milagros
Una de mis clientes me dijo que su hijo cumpliría 20 años en tres días y que un adivino le había dicho que no debía salir de casa porque algo malo le pasaría. Le clarifiqué la verdad y ella renunció al PCCh. También le entregué un amuleto de Falun Gong (en China, cuando los practicantes clarifican la verdad, en ciertas ocasiones le entregan a las personas algo pequeño para usar o guardar, con algunas palabras que les recuerde lo bueno que es Dafa.) Cuando volvió a su casa, ella puso el amuleto dentro de la moto de su hijo. Dos días después él tuvo un accidente, la moto se dio vuelta y se incendió. Los testigos pensaron que estaba muerto, pero después de un rato él se paró. Toda su ropa estaba rota, su casco destrozado, pero el muchacho estaba ileso. La madre me agradeció luego por el amuleto.

Un hombre mayor en mi vecindario sufría de cirrosis. Estuvo hospitalizado por un mes. El doctor le dijo a su familia que ya no le quedaba mucho tiempo de vida. Esa misma noche me encontré con su hija, le clarifiqué la verdad, y renunció al PCCh. Ella me contó entonces sobre su padre, inmediatamente le di un amuleto pidiéndole que le diga a su padre que piense: Falun Dafa es bueno. Al día siguiente sucedió un milagro. Después de darle oxígeno el señor podía respirar y luego pidió comida. Después de una semana fue dado de alta del hospital. Toda la familia fue testigo de lo maravilloso que es Dafa. Ellos creen que Dafa es bueno y están muy agradecidos con el Maestro.

Cerca de mi tienda vive un bebé de ocho meses. Sus padres lo llevaron a un doctor privado para que le ponga una inyección, pero el niño tuvo una reacción alérgica y sufrió un ataque con fiebre muy alta. El corazón del bebé incluso se paró, y fue llevado de emergencia al hospital. No murió, pero su fiebre no bajó, estaba ciego y tuvo epilepsia. Fui a su casa para clarificarle la verdad a su familia, pero ellos no quisieron escuchar. Regresé en varias ocasiones y casi me rendí. Justo en ese momento vino a visitarme un compañero practicante me recordó que nosotros teníamos que hacer todo lo posible para salvarlos. Así que volví una vez más a la casa de la familia para contarles seriamente sobre el poder sobrenatural de Dafa y de la compasión del Maestro. Les clarifiqué la verdad y los exhorté a renunciar al PCCh. Y les dije que repitieran: -Falun Dafa es bueno.- Ellos me hicieron caso esta vez. Cinco días más tarde sucedió un milagro. El Maestro salvó la vida del pequeño y la de su familia. Ahora el niño está con vida, feliz y sus ojos brillan.

Aunque parece que yo hice estas cosas, realmente es el Maestro y el Fa quienes las hicieron.

El poder de los pensamientos rectos
Una vez fui a un edificio de 30 pisos para distribuir material para clarificar la verdad. Pensé: Sería bueno que las luces estuviesen apagadas. Inmediatamente la oscuridad me rodeó, todas las luces se apagaron en el pasadizo y sentí miedo. En ese mismo instante escuché la voz del Maestro: No tengas miedo. Estoy aquí. No tengas miedo. ¡Estoy aquí!- Seguidamente sentí calor en todo mi cuerpo y mis ojos se llenaron de lágrimas. El Maestro está todo el tiempo cuidándonos.

Después de que las noticias sobre la cosecha de órganos de practicantes vivos en Sujiatun fueron publicadas, distribuí la información en hospitales y en ciudades. Había un edificio, en el cruce de calles donde pasaban miles de personas, en donde pegué la información sobre Sujiatun, y sobre la destrucción del PCCh por los Cielos. Mientras iba pegando los carteles, les pedía a los dioses rectos que no permitan que la gente los destruya y que les ayuden a entender la verdad. La información se quedo allí durante más de seis meses. Mucha gente maldecía al PCCh cuando la leía. Regresé al lugar para tener la oportunidad de clarificar la verdad a las personas.

No hace mucho, cuando fui a comprar mercadería, algunas personas me rodearon pidiéndome material de aclaración de la verdad. Los agentes de seguridad se acercaron y me arrestaron. Los seguí a la oficina de seguridad. Los dos oficiales de seguridad discutían sobre enviarme a la subestación de policía. Yo les dije de inmediato: Por favor, no hablen. Luego les clarifiqué la verdad acerca de Dafa a todos los que estaban en la habitación. El jefe de seguridad me devolvió amablemente los materiales y me dejaron ir. Le dije que su decisión le iba a traer un futuro maravilloso. (Pero aún ahora me arrepiento por no haberlo exhortado a renunciar al PCCh.) Cuando salí me encontré con los dos oficiales de seguridad parados afuera. Me les acerqué y les dije: Ustedes deberían de arrestar a la gente mala. ¿Por qué tendrían que arrestar gente buena como yo? De ahora en adelante, por favor, acuérdense de no arrestar a las personas equivocadas. Y me fui a casa.

Pienso que solo las vidas con pensamientos rectos están a salvo. Nosotros debemos hacer las tres cosas bien, con nuestras mentes más puras. Además de hacer mi trabajo, tareas de la casa y aclaración de la verdad, paso la mayor parte del día estudiando el Fa y enviando pensamientos rectos. Todos los días entre las 20:00 y a las 24:00 Hs. estudio el Fa durante cuatro horas y a cada hora envío pensamientos rectos. Al inicio sentía mucho sueño cuando estudiaba el Fa. Ahora he cambiado, de simplemente mirar el libro, a realmente leer el libro y mientras leo estoy más atento. Algunas veces después de enviar pensamientos rectos a las 24:00 Hs. todavía quiero leer más. Muchas veces veo Falun dorados brillando sé que es el Maestro alentándome.

Fecha de edición: 15/02/2009

Fecha del artículo original: 010/1/2009

Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2009/1/2/103507.htm

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