[Minghui Net] Tengo 61 años y comencé a practicar Falun Dafa en 1995. Antes de esto, tenía una vida miserable y un trabajo muy agotador. Física y mentalmente acabado, me sentía perdido. Entonces, tuve la suerte de ver el libro de Shifu "Zhuan Falun". Lloré cuando vi por primera vez la foto de Shifu, y terminé de leer el libro con lágrimas en los ojos. En aquel momento no paraba de llorar, y en mi corazón sabía que se trataba de una relación predestinada. Y así empecé a practicar. Desde entonces he tenido muchos beneficios, tanto física como mentalmente. Podía sentir el Falun girando y mi altura de gong aumentar a la vez que giraba. También lograba ver luces de colores a través de mi ojo celestial. Puse todo mi esfuerzo en el estudio del Fa, en hacer los ejercicios y enseñar el Fa a más personas. De esta forma, mucha gente cercana a mí, incluyendo mi familia, amigos y compañeros de trabajo también comenzaron a cultivarse.


En 1998, pude asistir a una conferencia de Shifu. Me sentí muy bendecido y lleno de felicidad mientras Dafa me forjaba. Podía sentir cómo Shifu me empujaba a un nivel muy alto.

En 1999, las viejas fuerzas comenzaron el ataque a Dafa. El partido comunista chino (PCCh) utilizaba medios despreciables para perseguir a los practicantes de Dafa. Al igual que otros practicantes, escribí cartas para apelar por Dafa y fui a Beijing a decirles a los funcionarios del gobierno que Dafa es bueno. Asimismo, fui perseguido muchas veces, incluyendo arrestos domiciliarios y confiscación de mi propiedad. Estuve retenido en un centro de detención, y me enviaron a un centro de lavado de cerebro y finalmente me obligaron a estar lejos de mi casa para evitar ser perseguido.

Durante estos años, también me uní a otros practicantes para aclarar la verdad y salvar seres conscientes. Con el cuidado de Shifu y mis pensamientos rectos, pude hacer el camino paso a paso.

Trabajar como un solo cuerpo y atravesar las tribulaciones con pensamientos rectos

En la primavera de 2000, varios de nuestros practicantes fueron detenidos en un lugar de práctica mientras hacían los ejercicios en grupo. Vinieron también algunos funcionarios de la oficina 610 y nos interrogaron. Con pensamientos puros hablamos con ellos compasivamente. Pusimos énfasis en que no estábamos haciendo nada que violase la ley y que no era correcto que nos detuvieran. Cuando otros compañeros practicantes se enteraron de esto, se arriesgaron en acudir a la comisaría acompañados de algunos de nuestros familiares, para pedir que nos liberaran. Como los practicantes formamos un solo cuerpo, la policía nos liberó ese mismo día. Al mismo tiempo, escuchamos que algunos practicantes de otro sitio de práctica, también habían sido detenidos mientras hacían los ejercicios en grupo y los habían enviado a un campo de trabajo.

A pesar de todo, a la mañana siguiente varios de nosotros fuimos a validar Dafa al sitio donde practicamos, lo que continuamos haciendo durante 10 meses más, hasta que el PCCh intensificó la persecución y los practicantes fueron a Beijing para apelar.

Con el cuidado de Shifu, eliminamos las interferencias para atravesar las tribulaciones

En 2002, la policía de la oficina 610 confiscó mi casa y me llevaron a un centro de detención. Un día, durante el interrogatorio, me engañaron diciendo que un practicante testificó diciendo que yo le había dado material que aclaraba la verdad. Después de pensarlo un rato, asumí toda la responsabilidad. La policía entonces me presionó para que dijera el origen de estos materiales, como si intentaran castigarme con severidad por esto. Afirmé con tranquilidad: "Los encontré en el buzón". Entonces preguntaron por qué se los estaba dando a otras personas, y les dije: "Descubrí que los artículos que figuran en estos folletos se atienen a los hechos y están bien escritos. Desde luego, se los daría a otros practicantes si me los pidiesen". La policía me preguntó: "¿Es así de sencillo?" Yo dije: "Si, así es. ¿Por qué razón querríamos hacerlo más complicado?" Entonces me dijeron: "Sólo por esto que has dicho, podemos hacer que pases tres años en un campo de trabajo".

Durante un segundo interrogatorio, la policía de la oficina 610 sacó un documento donde se establecían tres años de detención en un campo de trabajo y me pidieron que lo firmara. En ese momento pensé: "Tres años no es mucho. Además, el camino de mi cultivación está arreglado por Shifu, no por ellos". Al salir del interrogatorio, y ver varias practicantes esposadas, con los pies encadenados, tuve un sentimiento solemne y conmovedor. Pensé incluso en algunos héroes de la sociedad de la gente común. Más tarde me di cuenta, que los practicantes de Dafa estamos cultivando Verdad-Benevolencia-Tolerancia, los principios más elevados del cosmos que forjan grandes seres iluminados. Nosotros no somos héroes de la sociedad común.

Un guardia me dijo: "No quiero cambiar tu forma de pensar o hacer que lo pases mal. Además, quien te detuvo no es el funcionario a cargo de este centro carcelario. ¿Qué te parece si llegamos a un acuerdo entre nosotros, si tú no hablas sobre Falun Gong a otras personas, yo no te maltrato". Y les dijo a los internos que estaban en las celdas: "Ninguno de ustedes puede golpearlo ni insultarlo, si lo hacen, tendrán que responsabilizarse". Los internos asintieron y estuvieron de acuerdo con lo que había dicho. Después de esto, durante varios días tuve la cabeza pesada y entumecida. Entonces se me despejó la mente, me di cuenta que había seguido el camino arreglado por el mal. Por medio de recitar lecturas de Shifu y enviar pensamientos rectos, poco a poco se me fue aclarando la mente.

Empecé a aclarar la verdad. En unos días vinieron siete u ocho personas a conocer la verdad. Dentro del pabellón, hay todos los días un tiempo de actividad de menos de 20 minutos, para que la gente pasee y haga algún ejercicio.

Algunas personas decían: "Falun Dafa es bueno" cuando me veían y: "Verdad-benevolencia-Tolerancia es bueno" cuando me volvían a ver. También me sentía contento, porque dentro de la celda la mayoría del tiempo uno tiene que estar sentado recto en la cama de madera durante mucho tiempo y no se le permite hablar. Una noche, fue incluso peor porque todo el mundo dormía uno junto a otro como sardinas en lata, lo que no te permitía ni siquiera darte la vuelta.

Mientras estábamos sentados rectos durante el día, mezclaban a los practicantes con los otros internos para que no pudieran hablar entre ellos. De vez en cuando, la última persona de la fila - un matón designado por el jefe del pabellón -golpeaba con fuerza la espalda de la persona que tenía delante. A su vez, esta golpeaba a la que estaba delante de él. Así, todos los de la fila iban recibiendo golpes. Yo estaba sentado casi al final y detrás de mí estaba un matón designado por el jefe del pabellón. Cada vez que él me golpeaba, yo no golpeaba a la persona que tenía delante. El matón estaba muy enfadado y me golpeaba muy fuerte en los riñones, pero yo no sentía ningún dolor. El matón informó de esto al jefe del pabellón y éste dijo que vendría a pegarme alrededor de las 12 del mediodía. Desde mi corazón, pedí ayuda a Shifu: "Shifu, por favor, ayuda a los practicantes que están siendo perseguidos". En silencio, recitaba también la oración para enviar pensamientos rectos. Cuando el jefe del pabellón intentó golpearme en la cabeza con el puño, algo pasó y el puñetazo fue a parar a otra persona que estaba junto a mí. Esta persona gritó, se puso de pie y atacó a su vez. Otros matones también se unieron a la pelea y el pabellón entero fue un caos. El conflicto no se resolvió hasta que los guardias vinieron y encerraron al jefe del pabellón en una celda de aislamiento. La gente hablaba sobre esto y no se explicaban cómo las cosas habían ocurrido así. Yo tenía muy claro que Shifu me había protegido.

Después de 23 días de detención, me liberaron incondicionalmente. Conforme iba saliendo del pabellón, veía cómo todo el mundo aplaudía contento por mí.

Después de salir del centro de detención, miré al cielo y dije alto en mi corazón: "Shifu, no lo hice bien antes, pero lo haré mejor en el futuro". Había 12 kilómetros hasta la ciudad, pero yo no llevaba nada de dinero. Caminé por la carretera indagando por direcciones a algunos vecinos del pueblo. Me preguntaron por qué había estado en un centro de detención y cómo había salido. Así que les aclaré la verdad. En ese momento paró un ómnibus y el colector preguntó si alguien necesitaba que le llevaran a algún sitio. Uno de los vecinos le dijo: "Él (refiriéndose a mí) es un practicante de Falun Gong y acaba de ser liberado del centro de detención. No tiene dinero, por favor llévelo". El colector y el chofer me dijeron que subiera. Llegamos a la ciudad y cuando me bajaba del vehículo, me dieron la mano y el chofer se despidió de mí desde su asiento. Puse las manos en posición de heshi y les di las gracias.

Hazlo bien para mejorar el ambiente alrededor y salvar seres conscientes

Debido a la persecución, una vez me vi obligado a irme de mi casa y perdí mi trabajo. Pero a cualquier sitio que iba, ponía atención en mi comportamiento para seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. También explicaba los hechos y salvaba gente pidiéndoles que renunciaran al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

En 2003, la oficina 610 hizo presión en el sitio donde trabajaba para que me despidieran. El jefe sabía la verdad, y se arriesgó a ayudarme para que me retirase con una pensión. También me pagaron el salario que tenía atrasado. La oficina 610 pidió a los vecinos más cercanos que informaran a la policía cuando me vieran volver a casa. Pero mis vecinos sabían la verdad, y me ayudaron. Así, aunque los funcionarios locales hicieron varios intentos para perseguirme, todos fueron en vano.

En mi familia había tres miembros del partido y algunos otros que una vez se unieron al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Después de que mi esposa, otro practicante y yo les aclaramos la verdad, todos ellos aceptaron renunciar al PCCh, o a sus organizaciones afiliadas. Nuestra familia y parientes apoyaban nuestra cultivación y sabían que Falun Dafa es bueno. Cada vez que teníamos una reunión, ellos se juntaban para jugar a las cartas, etc., mi esposa y yo éramos siempre quienes nos ocupábamos de cocinar y de otras tareas. Mis padres estuvieron enfermos durante cinco años, tanto mi esposa como yo, cuidamos de ellos sin protestar. El resto de la familia estaba impresionada y pensaban que era Falun Dafa lo que había traído armonía a nuestra familia.

Algunas veces, la aclaración de la verdad no iba bien. Pero cuando tenía el pensamiento de salvarlos y me acercaba a la gente con paciencia y compasión, los resultados eran buenos. Un día, un familiar ya mayor se puso muy enfermo y tenía que estar en la cama todo el tiempo. No había suficientes personas para cuidarlo, así que fui para ayudar. Su hijo y su nieto se sintieron muy conmovidos. Sabían que yo era tan sincero y tan buena persona porque era practicante. De esta forma, tres personas de mi familia renunciaron al PCCh y cinco renunciaron a la Liga de juventudes del PCCh. Su hija dijo: "Me afilié al PCCh cuando tenía 19 años, y ahora han pasado más de 30 años. Puedo decir que el PCCh se ha vuelto cada vez más y más corrupto. Gracias por ayudarme a renunciar al PCCh. También quiero agradecer a Falun Dafa y a su Shifu".

Durante el proceso de aclarar la verdad y pedir a la gente que renuncie al PCCh, mi esposa y yo hemos utilizado todas las oportunidades que tuvimos para validar el Fa. Nuestros caminos de validación del Fa se están haciendo cada vez más llanos.

Sigamos a Shifu de cerca y hagamos bien el camino arreglado por Shifu para que podamos retornar al hogar con Shifu.


Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2009/10/12/111489.html