(Minghui Net) ¡Saludos estimado Shifu! ¡Saludos compañeros practicantes!
He practicado Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, por siete años. Tantas cosas han cambiado dentro de mí. Me gustaría compartir algunas de mis historias de cultivación con Shifu y los compañeros practicantes.
1. Cultivarse diligentemente
He sufrido mucha persecución en los siete años pasados. Después de que empezó la persecución el 20 de julio de 1999, mis supervisores me pidieron que escribiera una declaración de garantía y que renunciara a Falun Dafa. Les expliqué a ellos los beneficios de la práctica de Falun Dafa y les dije que no lo haría. El lugar de trabajo denunció que había cuatro empleados que practicaban Falun Gong. Si se hubiera dicho la verdad, había más de cuatro. Los pensamientos rectos de los practicantes afectaron las acciones de los oficiales de la compañía y dejaron de denunciar a los practicantes para evitar problemas. Yo fui el único que no escribió la declaración de garantía.
El Partido Comunista Chino (PCCh) inventó muchas formas para perseguirme. Obligaron a todos mis compañeros de trabajo que me vigilaran para que no fuera a Beijing para pedir justicia para Falun Dafa. Los amenazaron con hacerlos responsables de mis acciones y con causarles problemas si es que yo iba a Beijing. Si nadie me veía por más de 15 minutos fuera del lugar de trabajo, tenía que dar un informe sobre mi paradero. No tenía permitido tomarme los descansos o días libres sin la previa aprobación de la central. Me enviaron una notificación de que si no seguía sus órdenes me despedirían y arrestarían. Diariamente usaban diferentes trucos. Mis familiares (practicantes), con la ayuda de los pensamientos rectos, evitaron que continuaran llamando por teléfono, para acosarme.
El PCCh realizó un estudio completo sobre mí. Encontraron un colega que solía ayudarme mucho y era amigo de la familia. Me dijo por teléfono que tenía que ser muy terco. Cuando usó la frase "hijo mío", mi rostro se llenó de lágrimas. Mi qing humano entró en juego.
En 2000, mi unidad de trabajo fue desmantelada. La nueva unidad se negó a aceptarme en su grupo aunque pasé todas las pruebas y evaluaciones; era porque yo insistía en practicar Falun Gong. Me dieron un trabajo en una fábrica vieja que estaba a punto de cerrar. No me sentí mal, aunque otros sentían pena por mí.
No hice lo mejor que podía en seguir el Fa y clarificar la verdad con compasión. El ambiente gradualmente cambió del mismo modo que Shifu dijo en "Enseñando y Explicando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York 2003", "La gente tiene un lado que sabe, y ellos serán conmovidos en la superficie humana también." En ese momento me amenazaban diariamente con arrestarme. Un día, el jefe de mi división me dijo, "Si hablas de nuevo sobre practicar, te arrestarán mañana mismo. ¿Qué vas a hacer?" Le contesté desde lo profundo de mi corazón, "Ahora no estoy pensando sobre mi seguridad, sino en la de ustedes." Le conté sobre la conversación de Jesús con una mujer antes de ser crucificado. Le dije que el bien es recompensado y que el mal tiene su castigo, y una vez más le hablé sobre los beneficios que uno obtiene al practicar Dafa. Vi lágrimas en los ojos de este señor de 50 años de edad.
Firmé un pedazo de hoja en blanco sabiendo bien que el PCCh pondría un texto arriba diciendo que yo renunciaba a Falun Dafa. Hice esto por miedo. Luego escribí una declaración de arrepentimiento. Cuando se fueron me arrodillé frente a la foto del Shifu y lloré, juré que lo haría mejor en el futuro. Más tarde, cuando la policía local trató de arrestarme, les dije seriamente que Dafa es bueno y que estaba firme en mi cultivación. Dos de mis supervisores me ayudaron a resistir al mal y me protegieron de la persecución.
A fines de 2000 me forzaron a ir diariamente al Buró de Seguridad Pública. Un día un policía quería calumniar a Dafa y me mostró dos jingwen del Shifu "Hacia la perfección" y "Enseñando el Fa en el Fahui de Suiza". Sentí que leía el Fa en una estación de policía y que no era un buen practicante. Me iluminé leyendo "Enseñando el Fa en el Fahui de Suiza" que no había renunciado al apego a la lujuria y el deseo. La policía me dijo que me fuera a casa por el fin de semana, y que si no escribía la declaración de garantía para el lunes, tendría que traer mi equipaje conmigo. Estudié el Fa casi todo el fin de semana, porque no sabía cuando podría estudiar de nuevo el Fa si me arrestaban. Me arrepiento de haber perdido tanto tiempo en el pasado. Mientras me iba de casa con mi equipaje, sentí que tal vez nunca volvería de nuevo.
Sin embargo, me sentía con mucha paz y sin sentimentalismo. No me sentía ni heroico ni desesperanzado. Dejé mi equipaje en el trabajo y fui al Buró de Seguridad Pública. Después me di cuenta de que no tenía que hacer lo que el mal me pedía porque es como reconocer la persecución. Al final, la policía me dejó volver al trabajo y no pasó nada.
En 2001, me llevaron a un centro de lavado de cerebro. Varios practicantes de otras ciudades o distritos también estaban detenidos allí. No mucho antes de esto, el jefe de la Oficina 610 sufrió una seria retribución y por eso el mal no estaba tan desenfrenado. Le clarificamos la verdad y el ambiente mejoró. Luego, una empleada del centro de detención me vio en la calle y me contó que había renunciado a la Oficina 610.
Después que la sesión de lavado de cerebro terminó, el personal de la Oficina 610 local me dijo que podía irme a trabajar. Regresé a mi unidad, el personal administrativo y de Seguridad Pública esperaban por mí. Me dijeron que había pasado el obstáculo. Sabía que era Shifu animándome. Sonreí me sentí con mucha paz. Uno de ellos dijo, "No sonrías. No sabemos cómo manejar esto." En ese momento no sabía sobre el envío de pensamientos rectos, pero los pensamientos rectos de un practicante estaban cambiando todo. Desde ese momento en adelante, nadie intentó "transformarme" de nuevo o hacerme firmar la declaración de garantía.
Durante la persecución, encontré muchos apegos que pensé los había eliminado ya. Me di cuenta de que no había eliminado el apego a la lujuria y el deseo. Pero Shifu resolvió un apego tras otro porque yo tuve fe firme en Dafa.
2. Eliminar apegos
A fines de 2004, sufrí severo ye de enfermedad. Tenía la garganta hinchada y no podía tragar nada. Me atraganté con mi saliva. La mitad de mi cabeza y el cuello me dolían tanto que no podía dormir de noche. Aún así insistí en ir a trabajar. Sin embargo, era muy difícil porque no podía comer, beber ni dormir, y tenía fiebre alta. No podía ver realmente las palabras cuando estudiaba el Fa. El envío de pensamientos rectos no funcionaba. Me di cuenta que era el apego a la lujuria y al deseo.
Le dije a Shifu que lo eliminaría pero nunca lo hice. Era por eso que sufría de la garganta, por decir algo que no era verdad. Pensé que había encontrado la raíz de la enfermedad pero todavía estaba enfermo. Shifu dijo,
"Cuando ocurren problemas, en vez de buscar el problema en su xinxing, en vez de mejorarse fundamentalmente a sí mismos, realmente dejando ir esa cosa y superándola de forma amplia y digna por otro camino, ellos sólo enfocan el asunto en cuestión: "Dios mío. ¿por qué no puedo superar esto? Hoy lo estoy haciendo un poquito mejor, por tanto debe mejorar hoy un poquito. Mañana haré incluso un poco mejor, y eso debe mejorar un poquito más". Él nunca está dispuesto a abandonar eso. Superficialmente parece que lo está dejando ir: "Mira, estoy comenzando hacerlo bien". Estás comenzando hacerlo bien, pero estás comenzando a hacerlo bien precisamente por ese interés. ¡No estás haciendo las cosas bien de esa manera porque eso es lo que los verdaderos Dafa dizi deben hacer!"(Enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York 2003)
¡Shifu estaba hablando de mí! Mi fe nunca se movió a pesar de que estaba sufriendo física y mentalmente.
Le dije a Shifu en mi mente, "Shifu, me diste vida. Le entrego mi vida y solo lo escucharé a usted siempre." Desde ese momento en adelante, dejé de pensar en mi garganta. Pero, mis varios apegos todavía no habían sido eliminados. Media hora después, empecé a vomitar una mezcla de sangre y pus cerca de 30 minutos. Todo volvió a la normalidad después de eso.
3. Armonizando con los compañeros practicantes
Un día un colega me dijo, "Había un volante en mi puerta. No estoy en contra de Falun Gong, pero ¿por qué lo pegaste en mi puerta?" Le pregunté qué hizo con el. Me dijo que lo arrancó. Mi corazón se hundió y culpé al practicante que pegó ese volante. Leí en Minghui muchas veces que no había que pegar volantes, ¡porque la gente común no los entiende! Ahora, no sólo no salvamos a esta persona, sino que hicimos que haga cosas malas a Dafa. Le dije a mi colega que los practicantes tienen buena intención y que no era algo bueno arrancar el volante. Se rió fríamente y me miró con desprecio. Le dije que recordara este incidente si algún día pasaba algo, y que aprendiera de ello. Habló de espaldas y con desprecio en su cara me dijo, "¿Qué cosas malas me van a pasar?"
Más tarde me di cuenta de que algo andaba mal. ¿Qué me dijo? Nada es accidental, especialmente ahora. ¿Pasó esto para exponer mis apegos? El resultado de la clarificación de la verdad no fue bueno. Debe haber algo malo conmigo. Encontré un apego feo, la arrogancia.
Siempre pienso que tengo razón y encuentro excusas en el Fa. Nunca quise eliminar mis apegos. Este apego de arrogancia me hizo ostentar, no saber perdonar o considerar a otros practicantes, y se manifestó en mi señalando con el dedo a otros muy a menudo. Durante este incidente, el primer pensamiento que tuve fue el de culpar a otros. Pegar carteles en las puertas está bien, pero no frases para clarificar la verdad. Otros practicantes tal vez no pensaron en todo, pero la intención era buena. Ser capaz de levantarse y salir a clarificar la verdad es un acto preciado. Ya que se había incurrido en una pérdida, ¿por qué no podía yo armonizarlo y abarcarlo? ¿No era esta una oportunidad para clarificar la verdad? La impresión que yo tenía era que siempre estaba en lo correcto y no podía aceptar críticas; las críticas eran una amenaza para mí. Incluso durante este incidente, quise protegerme a mí y al otro practicante, así que no clarifiqué la verdad para salvar a mi colega, sino que lo empujé. A pesar de que mi colega estaba muy perdido en el mundo.
Quería compensarlo. Enviaba pensamientos rectos cuando tenía tiempo y Shifu me concedió el deseo. Un día este colega, mencionó el tema de nuevo, y le dije sinceramente, "Si no has podido superar esto y este incidente está afectando tu vida negativamente, te pido disculpas." Me miró conmovido y me tomó en serio. Le sonreí y le dije, "No puedo representar a nadie porque los practicantes de Dafa son un cuerpo. A pesar de que no fui quien lo hizo, estoy dispuesto a pedir perdón."
Luego le expliqué por qué los practicantes difunden la verdad con los carteles y le dije que aunque los practicantes están sufriendo todavía se preocupan por la gente del mundo, y que esto era un acto compasivo. Me escuchó cuidadosamente y asintió. Nunca más tocó el tema.
Más tarde él perdió el trabajo. Lo encontré unos años después en una boda. Vino hacia mí y me estrechó la mano.
4. Coordinación
Solía tener problemas con una coordinadora. Sentía que ella tenía algunos problemas y se los señalé. Nunca aceptaba mis comentarios y no me podía comunicar en muchas ocasiones. Sabía que yo tenía apegos pero no quería hacer las cosas peores, así que intenté mirar hacia dentro y observar mi actitud y tono cuando le hablaba. Pensé que era mi problema.
Nada de lo que hacía servía, y ella no quería tratar conmigo. Sentí que había hecho lo mejor de mí y que ella no era una buena practicante. Pensé que el mal había explotado sus brechas y causado problemas entre ella y otros practicantes. Envié pensamientos rectos para eliminar los elementos que causaron separación entre los practicantes. Un día estaba colocando una información junta y vi "¿Qué es la separación (entre los practicantes)"? Sabía que Shifu me estaba dando una pista. Miré dentro y reflexioné si yo era tan genial como pensaba, "¿Realmente llegué al estándar que el Fa había creado para mí? ¿Dónde está mi apego fundamental?"
No pensaba en este asunto cuando estudiaba el Fa, pero le pedí a Shifu una vez que me diera pistas. Un día estaba buscando una respuesta para un practicante y algo que Shifu dijo atrapó mis ojos,
"En ese caso, ¿nos hemos vuelto nosotros también tan apegados a sus errores durante este proceso y no lo soltamos en nuestros corazones? Si es así, entonces tú te has apegado a esto, y resulta que estás buscando cosas externamente. ¿Por qué no puedes pensar en por qué has visto su error? Es su error, pero, ¿por qué te sientes tan miserable en tu corazón? ¿Es porque también hay algo que tú no hiciste bien? ¿Por qué lo consideras tan gran cosa? Cuando encuentres problemas en cualquier situación, siempre deberías cultivarte y examinarte a ti mismo." (Enseñando el Fa en el Fahui del Oeste de los EE.UU. 1999)
Sí, estaba muy apegado a sus errores, así que ella cometía más errores. Con respecto a este asunto, insistí en hacer lo que Shifu dijo,
"En lo que se refiere a señalárselos a otros, si lo hiciste con una intención compasiva, eso es lo que debías hacer. ¿No deberías también interesarte por el bienestar de los otros cuando practicas la cultivación? Lo primero en venir a tu mente deberían ser los otros. Cuando ves las deficiencias de algún otro, ya que él también se está cultivando, ¿por qué no decírselo? No importa cómo lo tome, si es necesario decírselo, deberías dejárselo saber." (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda 1999)
Continué señalándole cuando descubría un problema, pero al mismo tiempo me corregí a mí mismo. Una vez sentí que uno de los volantes para clarificar la verdad usado para rescatar practicantes no explicaba lo suficientemente bien la situación. Después de pensarlo, se lo expliqué a ella. No me dijo nada como siempre. No me llevé los volantes y me fui. Me arrodillé frente a la foto del Shifu y de repente un pensamiento me vino a la mente, "Ella no lo hizo lo suficientemente bien y tú no estás ayudándola tampoco." Cometí un error. Fui de nuevo para allí y el contenido del volante había cambiado. A pesar de que el contenido no era lo que yo había sugerido, aún así me sentía feliz.
Durante ese tiempo, me miré a mí mismo cuando interactuaba con ella. Decidí ser considerado, mirar la situación desde su lado y tratarla amablemente. Gradualmente, reconocí su parte buena y empecé a atesorarla y respetarla. Pensaba en ella primero cuando hacíamos algo juntos y fui amable siempre. Encontré que este comportamiento mío se hizo un hábito después de un tiempo. Empecé a tratar a la mayoría de la gente del mismo modo. A pesar de que yo no era perfecto, mi compasión se hizo más pronunciada. A pesar de mis cambios, nuestra relación no mejoró mucho. Creía que todavía tenía un problema dentro de mí. Por ello, le pedí a Shifu que me ayudara.
Sugerí una forma de rescatar a los practicantes a la coordinadora. Sentí que mi intención, propósito y forma eran buenas, y otros practicantes también lo sintieron. La coordinadora aún así se quedó en silencio. Ella le dijo a otro practicante que yo no debería haberme involucrado en esto. No quería discutir pero tampoco podía evitar decir algo. Un practicante que siempre se mantenía en silencio dijo algo que me hizo pensar, "Uno que siempre quiere sobrepasar a alguien con unas cuantas palabras durante una discusión está en realidad validándose a sí mismo." Dijo esto en un tono bondadoso y no se dirigió a mí directamente. Tal vez él no se dio cuenta que yo me lo tomé muy bien. Vi la diferencia entre su forma y mi forma de querer ayudar.
Entendí dónde estaba el problema ahora. Ofrecí sugerencias con buenas intenciones, pero también quería probar que yo estaba estudiando el Fa bien y que hacía más para rescatar practicantes. Miré dentro durante el conflicto, pero inconscientemente intenté esconder mi pensamiento de querer probar que yo era un mejor practicante. Di un paso atrás durante el conflicto, pero todavía quería probar que yo era mejor. A pesar de que intenté buscar mis apegos, puse más empeño en mirar los apegos de los demás. "A pesar de que has cometido errores, insistes en ver donde otros los han hecho mal." (Enseñando el Fa en el Fahui de la Capital de EE.UU.) [traducción provisoria]. En la superficie, estaba haciendo todo según el Fa; de hecho, estaba cubriendo el apego sucio, y no quería admitir para mí mismo que lo estaba albergando. Shifu me lo seguía señalando pero no me iluminaba a ello. Al final Shifu tuvo que usar las palabras de otros practicantes para señalarlo. Shifu arregló todo para ayudarme a eliminar mi apego.
Otro apego emergió: quería evitarla. Mi excusa esta vez era que no quería empeorar el conflicto. Necesitaba algo, así que busqué a otro practicante. Sin embargo, Shifu se preocupó por mí. En mi camino a ver al practicante, la coordinadora me llamó y me pidió que recogiera un artículo. Sabía que estaba mal evitarla. Y estaba seguro que sin importar cómo se comportara hoy, tenía que hacerlo bien.
Mientras entraba en su casa, con un corazón sincero, benevolente y pacífico, ¡ella estaba en el mismo estado! Me sonrió y dijo, "Shifu explicó todo" en "Enseñando el Fa en la ciudad de Los Ángeles", "Aquellos que no pueden aceptar críticas no son practicantes." Ella también había estado mirando hacia dentro. Esa fue la primera vez que compartimos nuestra opinión basados en el Fa, aunque nos conocemos desde hace años.
El artículo que me dio era "Al Fahui de Ucrania". Mirando la frase, "Aunque en vuestra cultivación es doloroso deshacerse de vuestros apegos humanos, este es un camino sagrado." Casi lloro. ¡Shifu está al tanto de todo! Desde ese entonces, siempre que sentía que la prueba era dura y que estaba a punto de renunciar, recordaba lo que Shifu dijo
"Cuando realmente miren las cosas desde una perspectiva de ser responsables con el Fa, y en verdad tengan un corazón que pueda fundir el acero, simplemente no creo que las cosas no puedan manejarse bien. Y no insistas en que otro practicante no es bueno basándose en los rígidos conceptos que tienes; yo, tu Shifu, creo que él está bien. Y no piensen que es difícil comunicarse. Ninguno de los dos lados ha cumplido con el estándar de la "gran compasión" cuando hacen las cosas. Si realmente pueden encarnar gran compasión, pienso que esas cosas que no están bien definitivamente serán rectificadas." (Enseñando el Fa durante el Festival de la Linterna 2003)
Verdaderamente, sin importar cuan dura es la cultivación, no deberíamos perder la confianza en los compañeros practicantes y en nosotros mismos. Esto es porque tenemos fe firme en el Fa. Siempre que demos cada paso firme, vivamos con el estándar del Fa, rectifiquemos cada pensamiento y acto nuestro con el Fa, no hay prueba que no podamos pasar y no hay nada que no podamos hacer. El Fa es omnipotente. No tengo una gran cualidad de iluminación y fui afortunado de que Shifu me aceptara como practicante de Dafa. Durante los diez años de cultivación experimenté tribulaciones antes y después del 20 de julio de 1999. Es porque la inmensa compasión del Shifu, el tremendo sufrimiento y la gran carga que ha soportado por mí es que puedo moverme hacia arriba en la cultivación. Mis más altos respetos al Shifu. ¡Gracias Shifu! Su inmensa gracia de Fo ha creado un nuevo mundo para mí.
Fecha de edición: 25/02/2008
Fecha del artículo original: 26/11/2006
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