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El 23 de julio de 1999, fui llevada a la Estación de Policía Changxing en la ciudad de Beizhen, provincia de Liaoning. He Jinglong, vicejefe de la Estación de Policía, me amenazó sin razón y me forzó a escribir una declaración de garantía. El 13 de agosto, Lu Zhenfu y otros de la policía y de la Sección de Seguridad me "detuvieron ilegalmente" por 26 días y me extorsionaron más de quinientos yuanes.
En enero de 2001, Yang Chunpeng y otros de la Estación de Policía Changxing me engañaron bajo la apariencia de "acercarse a mí para más información" y me forzaron ir a la Estación de Policía. Luego me detuvieron ilegalmente en la cárcel de Beizhen sin seguir ningún proceso legal. Al día siguiente, fui transferida al Centro de Detención Beizhen. Debido a que no cooperé con sus intentos de torturarme, una guardia de nombre An Bo abofeteó violentamente mi cara con la suela de un zapato. Durante mi huelga de hambre, fui interrogada ilegalmente y fui amenazada muchas, muchas veces. El jefe del grupo instigó a algunos criminales hombres para que me esposaran las manos a un radiador y al riel de una cama. Un criminal forzó dentro de mi boca un cepillo de dientes sucio y lo removía por dentro mientras me insultaba constantemente. Xu Dongbiao, jefe del grupo, incitó a varios criminales hombres para que salvajemente me hicieran comer sopa de arroz a la que le habían añadido grandes cucharadas de sal. Uno de mis dientes inferiores se salió cuando usaron una esposa para forzarme a abrir la boca, y mis dientes en dos lados se aflojaron severamente y ya no se pueden arreglar. Luego me sentenciaron ilegalmente a un centro de detención. Durante el período de apelación cuando demandé fuertemente defenderme a mí misma, fui trasladada ilegalmente al Centro de Detención Masanjia y allí fui perseguida constantemente.
En el Centro de Detención Masanjia, debido a que me negué a renunciar a mi práctica, me prohibieron dormir y usar el inodoro por largos períodos de tiempo. Mucha gente me insultó y golpeó, e incluso me arrancaron el pelo; me forzaron a comer salvajemente insertándome tubos dentro de la nariz. Me obligaban a comer comida que había sido mezclada con drogas y como resultado, muchas veces tuve diarrea, no tenía fuerza en mi cuerpo, estuve mentalmente ausente y hablaba sin sentido, e incluso perdí la memoria. A pesar de que estuve en tan malas condiciones, por lo menos seis criminales presionaron firmemente mis piernas, manos y cabeza, y me torturaron constantemente con una variedad de métodos y eventualmente causaron que me desmayara por largo tiempo.
En marzo de 2001, muchas personas torcieron mis brazos hacia la espalda y los halaron hasta que ya no pudieron moverse. Luego halaron mis piernas rectas y forzaron mi cabeza contra el piso, y permitieron que los criminales que pesaban más de 60 kilogramos se sentaran sobre la parte baja de mi espalda por un largo tiempo. En abril, el jefe del grupo, Shao Li, instigó a la gente para que me arrastrara adentro de una piscina de baño público a las 22:00 h. Después, embutieron una toalla dentro de mi boca, me presionaron contra las barras de concreto de drenaje de la piscina, y cinco personas, moviéndose constantemente presionaban sobre mí. Uno de los instigadores le dijo a un malhechor no poner mucha presión sobre mí sin moverse, porque ocasionaría que mi cuerpo se vuelva insensible y yo deje de sentir dolor. Al presionar por tanto tiempo, aflojando y volviendo a presionar, fueron capaces de ocasionarme más dolor sin causarme hematomas notables ni dejar señales en mi cuerpo.
Después de algún tiempo, dijeron que yo parecía estar "muy cómoda", por tanto nuevamente volvieron a halarme las manos hacia atrás, halaron mis piernas con fuerza hacia delante, presionaron mi cabeza hacia abajo entre mis piernas. Luego cinco personas presionaron sobre mi cabeza, brazos y piernas. Esa noche, quince personaras participaron en la persecución y me torturaron. Ellos no sacaron sus manos de mí hasta el amanecer cuando la coyuntura de ambos lados de mi mandíbula se dislocaron debido a la toalla que estaba embutida dentro de mi boca. Los guardias me llevaron al hospital para curar la mandíbula y le mintieron al doctor en el departamento de traumatología, diciéndole que se dislocó mi mandíbula cuando reportaba mi nombre durante el chequeo matutino de rutina.
Esta cruel tortura causó muchas heridas en mi cuerpo. Por un mes no pude desvestirme antes de ir a dormir. No pude caminar libremente, y diariamente tuve constantes hemorragias vaginales durante quince meses. Tardé un tiempo muy largo en recuperarme. En abril de 2002, tres guardias instigaron a seis colaboradores para atarme las manos por detrás de la espalda usando cuerdas hechas de retazos de tela, y me presionaron hacia abajo sobre el piso durante largo tiempo.
La declaración de arriba es sólo una porción del abuso físico que sufrí durante el largo período de encarcelamiento ilegal. La persecución mental y física que sufren los practicantes de Falun Gong es inhumana y es tan malvada que no puede ser descrita con palabras con el lenguaje humano.
27 de enero de 2008
Fecha de edición: 10/2/2008
Fecha del artículo original: 10/2/2008
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2008/2/10/94218p.html
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