[Minghui Net] Soy un oficial de policía en una prisión en China. Antes de empezar a practicar Falun Gong, era corrupto y malvado, como la mayoría de los otros oficiales de policía. Aceptaba cigarrillos y dinero de los reclusos a cambio de mi silencio.
Practicar Falun Gong me ha cambiado drásticamente tanto física como espiritualmente. Ahora no sólo rechazo los sobornos, sino que también he devuelto los materiales que acepté antes. Debido a que practico Falun Gong, perdí mi posición como director de la oficina de la gerencia de la prisión, y me asignaron estar a cargo de la comida para los prisioneros. Los reclusos de nuestra prisión a menudo trabajaban afuera. Como resultado, el gasto de comida llegaba de 300 a 500 yuanes por día. Nunca tomé un centavo y manejé el presupuesto cuidadosamente. Todas las personas incluyendo los reclusos y directores están muy contentos con la comida. Además, todos los reclusos saben que la persona a cargo de la comida es un practicante de Falun Gong, y por eso la comida es buena. Aquellos que nunca han estado en una prisión, no saben lo terrible que puede ser la comida allí.
Una vez cuando clarifiqué la verdad a un recluso, agarró un periodico que contenía artículos que difamaban a Falun Gong y me preguntó sobre ello. Le dije: ¿Crees lo que dice en el periódico o crees en este plato de costillas con papas? Normalmente los reclusos no pueden ni ver las costillas. Bajo mi influencia, muchos reclusos que trabajan en la cocina de la prisión han dejado de robar comida y vegetales. Muchos reclusos han llegado a conocer la verdad y renunciaron al PCCh.
Una vez llevé a varios reclusos a poner ladrillos en el piso. Varias mujeres estaban rompiendo carteles de Falun Gong en cada una de las unidades, y bajando las banderas de los árboles. Tres reclusos les gritaron: ¿Cuánto dinero te dio el PCCh? ¡Falun Dafa es bueno! Las mujeres se asustaron y se fueron. Ni siquiera se atrevieron a mirarnos. Otra vez, el director del Buró de Seguridad de una aldea, estaba conversando con los reclusos en el trabajo. Viendo materiales que exponían los crímenes de la extirpación de órganos del PCCh, él fue a arrancarlos. Un recluso le dijo: ¿No tienes miedo de sufrir retribución? Él se detuvo y se fue en silencio.
Durante los últimos años, he clarificado la verdad y pedido a cada recluso con el que he entrado en contacto que renuncie al PCCh. Como las oportunidades de conocer la verdad en la prisión son escasas, le pedí ayuda al Shifu, para que todos los reclusos predestinados tengan una oportunidad de hablar conmigo. Puedo clarificarles la verdad a ellos y pueden obtener salvación.
Una vez cuando estaba clarificando la verdad a un recluso, él dijo: Como director, ¿por qué crees en esto? Quiero unirme al PCCh cuando salga de aquí. No es común que un recluso le discuta a un director, pero yo no me enojé. Sabía que esto se debía a los factores del mal detrás de él. En otra ocasión, le clarifiqué la verdad en uniforme a un taxista. Él dijo: El PCCh te da trabajo como policía y un salario. No obstante, aún así te pones en contra de éste. Le dije: ¿Qué partido político posee su propio ejército y policía? Sólo el PCCh. ¿No es lo mismo que el ejército de Hitler? La policía es un recurso del país y no pertenece al PCCh. Somos nosotros los que pagamos impuestos los que le damos dinero al PCCh y no es el PCCh el que nos da dinero a nosotros. El taxista dejó de discutir y aceptó renunciar al PCCh.
Hoy día en China, la gente detesta a la policía porque ésta se ha vuelto muy corrupta y perdió su naturaleza original. La corrupción de los que defienden la ley es el origen de toda corrupción. Por eso se dice que los que defienden la ley y cometen crímenes se mercen los castigos más severos. La policía es corrupta a tal grado que el malvado PCCh está a punto de colapsar. En cambio, algunos policías han renunciado al PCCh después de entender la verdad. ¿Acaso no sugiere esto que es tiempo de que el malvado partido llegue a su fin?
Fecha de edición: 16/11/2008
Fecha del artículo original: 16/11/2008
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2008/11/16/102307.html
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Categoría: Aclarando la verdad