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Nada escapa a los ojos de los dioses

Actualmente, habiendo hecho algunas cosas malas, algunas personas se alegran del hecho de que ellos no fueron descubiertos, así que no tienen recelos. No comprenden que aunque otras personas quizás sean engañadas, es difícil escapar de los ojos de los dioses. Nada de lo que hacemos, ya sea que pensemos que es bueno o no y aunque otros quizás no lo sepan, los dioses ya lo saben.

El cielo castigará a los malhechores

Si un malhechor no tiene éxito, con más motivo no debe culpar a otros, incluyendo al cielo. Es por la gran misericordia que el cielo tiene por él que le previene de incurrir en desastres. Cuando ves que un malhechor a menudo está satisfecho y complacido, no debes envidiarlo. Esto es porque el cielo ya se ha dado por vencido con él. Cuando esté impregnado en el ye acumulado por todas las malas acciones que ha hecho, el cielo lo aniquilará de un golpe. Si esto no se manifiesta, será pospuesto para el futuro, causándole retribución. Si esperas, serás testigo de esto en su debido momento.

El bien y el mal recibirán la debida retribución

Cuando algunas personas hacían algo malo y recibían la pena de muerte, sus hijos eran muy prósperos. La gente se extraña de esto y piensa que hay una brecha en los principios celestiales. Ellos difícilmente comprenden que para esta clase de personas sus antepasados habían acumulado relativamente más buenas acciones que malas y sería suficiente para el delincuente recibir retribución. Como resultado esto no impediría a los descendientes recibir bendiciones. Si alguien ha hecho muchas cosas malas y aún disfruta una vida feliz y pacífica con abundancia, debe ser que las bendiciones dejadas por sus antepasados están a punto de agotarse y el cielo ya no se apiada de él, sino que lo permite, para que siga acumulando cada vez más cosas malas y acabe en una total destrucción.

Fecha del artículo original: 3/8/2007
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/8/3/88281.html