(Minghui Net) Cuando fui enviando al campo de trabajos forzados, más de veinte practicantes ya estaban detenidos allí. En un ambiente tan hostil, estudiamos el Fa juntos, y practicamos los ejercicios. Cuando alguno en particular era separado para ser perseguido, los otros saldrían al frente para hablar y protestar en contra de la persecución; sentimos el gran poder de un cuerpo el cual estremeció a las autoridades y suprimió las intenciones malvadas.
Un guardia en el campo de trabajos forzados me dijo que una vez al principio de la persecución, cientos de practicantes de Falun Gong detenidos se pararon juntos enganchados de las manos para proteger a los practicantes que estaban haciendo los ejercicios. Nada podía separarlos, un hecho que no tuvo precedentes en el campo de trabajos forzados.
Todos los practicantes que viven en un ambiente relativamente más estable deberían cuidar más de los compañeros practicantes que recién salen de la cárcel o del campo de trabajos forzados. Sufrieron grandes tribulaciones en sus caminos de validar Dafa, no solo por unos días, sino por años. Algunos compañeros practicantes no pueden seguir el ritmo de la Rectificación del Fa cuando son liberados, y algunos sufren dificultades financieras.
Cunado llegué a casa, perdí contacto con mis compañeros practicantes de antes, ya que algunos de ellos todavía estaban en la cárcel y otros sin hogar. Me sentía aislada y sola a pesar de que estaba con mi familia. Entonces, finalmente un compañero practicante tocó en mi puerta, y me dijo que podía contactarlo si necesitaba los últimas jingwen del Shifu. Recordando ese momento, todavía me siento alegre de haber encontrado practicantes de nuevo.
Varios días después, un compañero practicante me entregó varios jingwen del Shifu. Estaba tan alegre como si estuviera viendo en persona al Shifu. Sabía que recompensaría la pérdida y seguiría con el proceso de la Rectificación del Fa.
Con la ayuda bondadosa de los compañeros practicantes, atravesé la parte más difícil después de ser liberada de la cárcel. Todavía recuerdo, en la noche de año nuevo chino, tenía que irme de casa con mi hijo para evitar que me hostigaran pero no sabía adónde ir. Hacía mucho frío y estaba nevando, y en ese momento, entendí profundamente cuan difícil es para los compañeros practicantes que están sin hogar.
Cuando los practicantes locales se enteraron de la situación, algunos enviaron pensamientos rectos para mí, algunos intentaron hospedarme en su hogar. Esta amable ayuda en este tiempo tan importante para salvar seres concientes me hizo pensar, ¿por qué gastar tanto esfuerzo de los compañeros practicantes en vez de mirar dentro de mí?
Durante mis nueve años de cultivación, el cuidado compasivo del Shifu y la bondadosa ayuda de los compañeros practicantes me ayudaron a caminar firme el camino hacia la divinidad.
"Compañero practicante" es un título tan sagrado. Tal vez cuando seguimos al Shifu a este mundo humano, hicimos una promesa, "compañeros practicantes, por favor despiértenme cuando esté perdido; denme una mano cuando sea interferido por el mal; ayúdenme a cuidar de mi hijo, el pequeño compañero practicante cuando yo no pueda más volver a casa." Formamos incontables relaciones predestinadas en el cielo y en la tierra. Aprovechemos esta oportunidad y la relación predestinada para formar un cuerpo indestructible para cumplir con nuestros votos de años atrás.
Fecha de edición: 21/4/2007
Fecha del artículo original: 21/4/2007
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/4/21/84778.html
Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.
Categoría: Caminos de cultivación