La gente en el municipio de Lubei renuncia al partido y sus organizaciones

(Minghui Net) En esta dorada temporada de otoño, decenas de trabajadores inmigrantes vinieron a un municipio en la región de Lubei donde Shifu alguna vez enseñó. Sus carpas estaban localizadas donde antes era el sitio de práctica cerca de nuestra residencia.

Desde el 20 de julio de 1999, hemos practicado los ejercicios en este sitio. Según los practicantes que tienen el tinamú abierto, los fashen del Shifu todavía están cuidando el lugar. Nos dimos cuenta que este grupo de personas tenía una relación predestinada con Dafa.

Distribuimos materiales para clarificar la verdad frente a las carpas de los trabajadores esa noche. Al día siguiente empezamos a hablar con ellos. Como esperábamos, la mayoría de ellos dijo que el material estaba muy bien escrito, y dijeron que el partido comunista chino (PCCh) era perverso. Algunas personas querían renunciar de inmediato al PCCh. Le explicamos las cosas a ellos en más detalle y en ese clima húmedo los invitamos a nuestras casas, para ver los videos de clarificación de la verdad. Estos trabajadores inmigrantes regresaron a sus casas y difundieron la información a sus compañeros de trabajo. Ellos nos pidieron activamente por VCDs para sus parientes. Todos los 56 trabajadores, incluyendo 12 miembros del partido, renunciaron al partid y a sus organizaciones.

Fuimos responsables por estas personas todo el tiempo mientras los ayudábamos a entender la verdad. Compramos zapatos y calcetines nuevos para aquellos que usaban sandalias y les regalamos un poco de ropa usada. Se conmovieron mucho y nos dijeron, "Nos hemos encontrado con buenas personas. ¡Realmente nos hemos encontrado con buenas personas!" Les dijimos que nuestro Maestro nos enseñó a ser bondadosos, según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, y todos se sorprendieron mucho.

Muchos trabajadores dijeron que leerían Zhuan Falun. Ocho trabajadores compraron libros de Dafa y planeaban empezar a practicar Falun Gong. Aunque no tenían un ambiente para hacer ejercicios, empezaron a leer el libro bajo la lúgubre luz. Sus rostros felices estaban lleno de esperanza y gratitud.

Justo antes de irse, dijeron, "Cuando regresemos a casa le contaremos a todo el mundo sobre esto, así más y más gente seas salvada."

Fecha de edición: 9/12/2007
Fecha del artículo: 8/12/2007