(Minghui Net) Tengo cerca de 70 años de edad. Empecé a practicar Falun Dafa en 1996. Con la compasiva protección del Shifu, he transitado mi camino de cultivación de 11 años. Shifu me abrió el tianmu desde el principio de mi cultivación. Cada vez que me elevaba a un nivel más alto, un camino de cultivación se mostraba enfrente de mis ojos. Desde que empecé la cultivación, siempre tuve fe en el Shifu y en Dafa. Shifu abrió mi tianmu en diferentes niveles de mi cultivación. Podía ver que un simple pensamiento o acto que generamos en esta sociedad humana puede resultar en un movimiento magnífico que estremece cielo y tierra en otra dimensión.

"Todo el curso de la cultivación es un proceso para eliminar continuamente los apegos del hombre." (Zhuan Falun). El obstáculo más grande en la cultivación son nuestras nociones humanas. Tan pronto como la mentalidad de la gente común cambia, el apego humano se va y el lado divino nuestro tomará el control. Entonces, ¿Qué hay para temer, incluso si enfrentamos las pruebas más serias? Pero la única forma de cambiar la mentalidad de la gente común es a través del estudio del Fa.

Lo que sigue es lo que vi con mi tianmu mientras transitaba diferentes niveles del camino de cultivación. Escribí esto para dar aliento a los demás.

Cuando obtuve el Fa, vi que estábamos en un pozo en el piso. Los alrededores estaban negros y sucios y el ambiente era bastante duro. Luego vi una escalera hecha de cuerda y cadenas cerca de la entrada del pozo. Agarramos la escalera como si hubiéramos encontrado nuestro salvador y empezamos a subir. Al principio tenía un montón de pensamientos humanos y mi entendimiento del Fa no era maduro. Por eso, muchas veces me vi caer yo mismo después de haber llegado hasta cierta altura. Afortunadamente cada vez que caía había una mano enorme que me ponía de nuevo en la escalera. Luego rápidamente subí hasta salir del pozo.

Luego vi muchas cuerdas colgando desde el cielo. Si uno quería ascender, necesitabas trepar por la cuerda. Era muy difícil trepar por la cuerda y encima había muchos obstáculos tales como techos arriba de nuestras cabezas mientras trepábamos. Parecía muy difícil sobrepasarlo, pero mientras uno estuviera determinado a trepar, siempre se llegaba, los obstáculos se apartaban automáticamente del camino. En realidad, no era para nada difícil.

Después de trepar por las cuerdas durante un rato, llegué a otro lugar. Unas escaleras de piedras flotantes aparecieron frente a mí. Penetraba el cielo hacia arriba. Los escalones eran relativamente estables y todos la encontraban fácil de subir. Había también áreas para descansar al lado de los escalones, e incluso camas para que descansemos. Pero yo no me detuve por mucho tiempo. Todo lo que sabía era que tenía que caminar rápido.

Pronto llegué a otro lugar y la escalera de piedras desapareció. Cuando miré hacia abajo, vi al fondo una densa multitud de gente pobremente vestida y que parecían mendigos. Lucían preocupados, estaban viviendo en un ambiente sucio, y luchaban dolorosamente. Cuanto más alto el lugar, menos gente. Frente a mí apareció un tobogán plateado. Me paré sobre el tobogán. Cada paso tenía que ser firme y estable, ya que uno podía deslizarse hacia abajo si no tenía cuidado. Mucha gente no era muy diligente, así que se mantenían subiendo y deslizándose hacia abajo. Pero si uno hacia esfuerzos, tenía perseverancia y era diligente, era muy fácil trepar el tobogán.

Después del tobogán, apareció un poste de madera que estaba lleno de agujas y espadas filosas. El poste también se extendía hacia el cielo muy profundo. Era mucho más difícil trepar el poste de madera. Las agujas y las afiladas espadas podían lastimar fácilmente las manos de uno, de este modo, mucha gente dudó y paró, incluso algunos ni siquiera se animaron a subir. Mis manos estaban llenas de heridas y cubiertas con sangre. Pero aguanté el dolor. Me mantuve diciéndome a mí mismo, "Seguir subiendo, no pararé ni un segundo." Finalmente llegué al tope, y cuando miré mis manos, estaban perfectamente bien.

Seguido, apareció frente a mí un océano infinito. Había un camino hecho de llamas en el océano que iba directamente al otro lado. Las llamas rojas llegaban hasta el cielo. Si quería ir más allá, tenía que pasar a través de este camino de fuego. Mucha gente paró aquí porque pensaron que de seguro morirían si atravesaban el camino de llamas. Estaban atemorizados y no querían avanzar. De este modo, otro grupo de personas paró ahí. Pero los valientes podían atravesar cualquier obstáculo.

Por suerte, no pensé demasiado y me metí en el camino de llamas sin dudar. Lo que encontré extraño fue que a pesar de que las llamas eran fuertes, no me quemaban. En realidad, caminábamos con tranquilidad. Me di cuenta de que eran solo las nociones humanas las que nos detenían. Tan pronto nos libramos de las nociones humanas, nos convertimos en dioses. Por eso ¿Cómo un dios le va a tener miedo a las llamas?

Después de llegar al otro lado del océano, vi un mundo de colores muy hermoso. La escena era tan magnífica que no podía expresarse con lenguaje humano. Después que llegamos a otro lugar donde había muchos pilares dorados que disparaban rayos para todos lados. Me di cuenta de que esta era otra escalera que llegaba hasta el cielo, que teníamos que trepar. Pero no entendía por qué había tanta gente que estaba asustada de estar cerca de los pilares y no se atrevía a trepar.

Los pilares dorados estaban separados en secciones y cada sección tenía capas de cruces bifurcadas. En cada capa podíamos encontrar un lugar para sentarnos. Después de un rato trepamos una capa, luego otra, hasta que llegamos al final de los pilares dorados. Me senté en medio de la capa más alta mirando hacia abajo. Vi que estábamos muy lejos del suelo. Apenas podía ver a aquellas personas vestidas pobremente que ahora estaban usando ropa de pacientes de hospital, cada uno de ellos lucía muy lamentable, como si hubieran sido envenenados. Sabía que ellos habían sido envenenados por el espíritu perverso del comunismo. Debo salvarlos para evitar que sean eliminados con el espíritu perverso del comunismo.

Luego vi en el medio del cielo, practicantes que juntaban materiales para clarificar la verdad en nuestro sitio local ocupados haciendo sillas de junco amarillo. Las sillas se las daban a los practicantes que estaban cerca después que las hacían. También recibí algunas sillas de junco amarillo de los practicantes, y las tiré hacia abajo. Aquellos que recibían una silla las guardaban y sonreían felizmente. Sabía que eso era porque los seres conscientes estaban muy felices después de ser salvados. Aquellos que no recibían una silla estaban esperando ansiosamente por una, y nadie recibía más de una.

Esto es lo que vi recientemente. Entiendo que el tiempo es muy limitado que nuestros viajes son largos, debo seguir trepando porque Shifu nos espera en lo más alto.

Me gustaría aprovechar esta oportunidad para recordar a aquellos practicantes que todavía están dormidos profundamente que despierten rápidamente. Tienen que estar conscientes de que Shifu nos sacó del infierno, y que incontables seres conscientes en el cosmos nos admiran por ser tan afortunados de haber obtenido Dafa en esta vida. Si no podemos dejar el interés propio en este mundo y no podemos desapegarnos de este mundo visible, si nos damos por vencidos en la cultivación o paramos en cierto nivel, esto será algo de lo que nos arrepentiremos para siempre.

Lo que compartí es lo que vi durante mi cultivación a mi propio nivel. Puede que no se aplique a otros. Le pido respetuosamente a los compañeros practicantes que señalen amablemente cualquier cosa inapropiada.

Fecha de edición: 11/11/2007
Fecha del artículo original: 3/3/2007
Versión en inglés en: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/3/4/83202.html