[Minghui Net] Todos los que ven al Maestro pueden sentir su gran personalidad compasiva y atestiguar que vive una vida sencilla. El 23 de mayo de 1994, el Maestro dio la lección para nosotros durante un día entero. Cuando fui a un puesto de comidas para comprar fideos de arroz para el almuerzo, también vi al Maestro allí.

Cuando el Maestro nos vio, saludó. Cuando el Maestro ya se marchaba, corrí para preguntarle, "Maestro Li, ¿puedo continuar haciendo el ejercicio de Taiji? Adoro hacerlo realmente." El Maestro dijo, "Hablé de este asunto en clase". En la clase de la tarde, el Maestro enfatizó otra vez que "Shadowboxing" y "el manejo de la espada de Taiji" pertenecen a qigong, y que los cultivadores deben comprometerse a una sola disciplina. Sentía que había cargado la clase del Maestro debido a mi apego.

Era aproximadamente el 24 de mayo y hacía mucho calor. El lugar para las lecciones se cambió a un salón en la tercera fábrica de acero, que estaba un poco lejos de nuestro hotel. Normalmente, iba y venía en autobús. Aquel día, vimos al Maestro y a un compañero practicante caminar por la calle, así que pedimos al conductor del autobús que se hiciera a un lado y recogiera el Maestro. Pero el Maestro saludó con la mano y nos dijo que siguiéramos adelante. Continuó caminando hasta el salón en la fábrica.

Al día siguiente, el Maestro purificó nuestros cuerpos. Había miles de practicantes en el auditorio. El Maestro nos dijo que pensáramos de la enfermedad principal que estábamos sufriendo y luego nos pidió que dijéramos "Uno, dos, y tres" todos juntos y pateáramos nuestros pies al decir "Tres", los hombres con el pie izquierdo y las mujeres con el derecho. Pero algunos practicantes estaban tan deseosos que patearon al decir "Dos" así que el Maestro tuvo que hacerlo otra vez desde el principio. El Maestro también implantó Falun en nosotros. Nos dijo que estiráramos nuestras manos con las palmas hacia arriba para experimentar la sensación del Falun girando.

El Maestro también nos enseñó los ejercicios y explicó los movimientos. El Maestro dijo,

"Es muy difícil salvar a una persona; es muy difícil cambiar tu mente y es también muy difícil reajustar tu cuerpo." (Zhuan Falun)
Durante estas diez clases, comprendí la gran compasión que el Maestro tiene y los grandes apuros que el Maestro ha enfrentado para salvar a los seres conscientes. El Maestro realmente hizo todos los esfuerzos para cuidarnos.

Cuando concluyeron las clases, se le pidió al Maestro que posara para tomar unas fotos con nosotros. Los practicantes de cada área y fábrica querían tener fotos suyas con el Maestro. Los practicantes de nuestra institución se hicieron tres fotografías con el Maestro. Incluso en aquel clima caluroso, el Maestro se movió por todo el patio para estar en nuestras fotos.

El 31 de mayo, era hora de que el Maestro nos dejara. A las cinco de la tarde, el Maestro purificó los cuerpos de los practicantes otra vez. El aplauso duró un tiempo muy largo. Nadie quería que el Maestro se fuera, y eran solamente las siete de la tarde cuando el Maestro partió en tren hacia la ciudad de Chengdu para continuar impartiendo Dafa.

Para salvar a los seres conscientes, el Maestro recorrió cada rincón del mundo. Por lo tanto, debemos apreciar esta oportunidad valiosísima. Allá en 1994, en cada parque a lo largo de toda China se presenciaban los ejercicios de grupo, difundiendo Dafa de practicante a practicante. Dafa se ha arraigado profundamente en los corazones de la gente de China. Aquel período de tiempo inestimable es nuestro mejor recuerdo.


Fecha de edición: 16/7/2006
Fecha del artículo original: 11/7/2006
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2006/7/11/75326.html