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16. Dejamos quietos nuestros abanicos y suavemente sopló la brisa

La ciudad Jinan al norte de China es famosa por su terrible calor, se siente como un horno. Durante la segunda reunión de conferencias del Maestro en Jinan, la audiencia sintió mucho calor sin poderse ayudar y constantemente cada uno se abanicaba a sí mismo. Ese día el Maestro dijo: "¿Por qué no dejan quietos sus abanicos?". Luego todos nosotros dejamos de abanicarnos. De pronto, sentimos soplar una brisa fresca. Nos sentimos conmovidos y aplaudimos.

Al siguiente día, el Maestro dijo: "Ayer les pedí que dejaran de abanicarse. La gente de buena cualidad de entendimiento dejó de hacerlo y todos sintieron el soplo de la brisa. Algunas personas no quisieron escuchar y continuaron abanicándose. Mientras más se abanicaban ellos sintieron." "Los practicantes deberían darle la bienvenida al sufrimiento y a las dificultades cuando las encuentren. Ustedes desean practicar pero ¿ni siquiera quieren soportar un sufrimiento tan minúsculo?".


17. El Maestro demuestra su preocupación por la seguridad de los practicantes

Después que terminó la reunión de conferencias en Jinan, el Maestro aconsejó a los practicantes: "Las personas que planeen viajar por avión deberían mejor tomar el tren". Algunos practicantes preguntaron si todos los que planeen viajar por avión deberían tomar el tren. El Maestro respondió que sólo la gente que volaría de Jinan a Dalian debería hacerlo. Él mencionó que el vuelo de Jinan a Dalian atravesaría una tormenta severa.

Muchos de los practicantes que habían asistido a las conferencias en Jinan habían planeado volar a Dalian para poder estar en la siguiente conferencia del Maestro. Después de ver el escenario, los practicantes se dieron cuenta de que el Maestro había predicho que el mal podría interferir para detener a la gente a que aprendiera el Fa, por lo tanto el Maestro dio la advertencia para proteger a los practicantes.


18. El Maestro no acepta la oferta de algunas personas adineradas

Después de la reunión de conferencias, el Maestro fue a Dalian en barco. Todo el camino hasta Dalian, cinco dragones estuvieron jugando en el río para darle la bienvenida al Maestro. Los practicantes que estuvieron con el Maestro estuvieron muy contentos de contemplar la escena.

Después de la reunión de conferencias, mucha gente adinerada le ofreció al Maestro llevarlo con ellos, con la intención de pedirle al Maestro que les curara sus enfermedades. El Maestro los rechazó a todos. Gao Qiuju, quien más tarde se volvió una asistente del centro asistencial de Dalian, dijo: "¿No estamos supuestos a elevar nuestro nivel y a avanzar juntos?". El Maestro sonrió y viajó con ella.

Al regreso, llovió a cántaros en tal forma que Gao Qiuju no podía ver claramente la ruta. La situación estuvo un tanto peligrosa. Luego el Maestro comenzó a girar el gran Falun. El firmamento se aclaraba frente al automóvil, permitiendo un paso seguro, sin embargo, detrás del automóvil la lluvia caía tan fuerte como siempre.

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(Versión en chino: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/6/28/77633.html)
(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/7/28/50286.html)

Fecha de edición: 8/5/2006Fecha del artículo original: 28/6/2006