[Minghui Net] En la primavera de 1993, el Maestro fue a la ciudad Wuhan para dar sus conferencias en el salón central de asambleas del departamento de investigación de nivel científico. Debido a que era la primera vez que se enseñaba Falun Gong en Wuhan, para permitir que más gente conozca acerca de Falun Gong, el Maestro trajo a tres discípulos de Beijing y estuvo allí tres días curando enfermedades de los pacientes. Durante los tres días, más y más pacientes llegaron día tras día. Especialmente en el tercer día llegaron como un río interminable. Mucha gente no estuvo dispuesta a salir hasta que llegara la noche. Gente con varias enfermedades, especialmente aquellas con enfermedades difíciles e incurables llegaron de todas partes. Después de que el Maestro les trató, todos ellos milagrosamente se volvieron saludables. A través de esos eventos mucha gente llegó a darse cuenta del misterio de Falun Dafa y de la grandiosa misericordia del Maestro.
Esta historia verídica me es muy impresionante:
Una anciana fue traída al salón de la asamblea por su esposo y nuera. Ella había estado paralizada desde hacía cinco o seis años y no podía cuidar de sí misma. Ellos la cargaron hasta donde el Maestro. Ella se inclinó sobre una silla porque no podía permanecer firme de pie. El Maestro la miró sin mover sus manos. Un rato después, el Maestro le pidió que se mantuviera derecha de pie. Al comienzo ella tuvo miedo, luego el Maestro le animó a no tener miedo, por tanto ella de inmediato estiró su cuerpo. Luego, el Maestro le pidió que caminara, al comienzo ella estuvo un poco dudosa, pero finalmente dio un paso con el ánimo de todos. Después que se sintió segura de sí misma, ella caminó hacia adelante. Después de esto, se le pidió subir las escaleras, pero ella no se atrevió a dar un paso. El Maestro le dijo: "Sube, no hay problema". Entonces ella realmente subió las escaleras. Incluso después de la conferencia ella caminó a casa por sí misma. Poco después, yo salí del salón y la vi caminando por allí por sí misma, por eso le pregunté por qué no iba a descansar en casa. Me contestó: "No sé por qué, sólo deseo caminar. Después que fui a casa, aún deseaba seguir caminando. Por eso caminé de ida y vuelta a casa, y caminando terminé aquí. No he caminado así por varios años, ¡me siento extremadamente feliz!".
Hay otro incidente que nunca olvidaré:
Esta particular serie de conferencias duraron diez días. El Maestro se tomaba más de una hora y media diaria en exponer el Fa, luego nos enseñó los ejercicios.
Un día después que comenzó la clase, un hombre en sus 40 años, deseó entrar sin tarjeta de asistencia, pero el personal le escoltó de regreso y le explicaron que él necesitaba de una tarjeta para poder entrar al salón. Él no nos escuchó sino que más bien comenzó a hacernos una escena diciendo: "Estoy aquí para desafiarle (al Maestro). Mi maestro tiene más de cien años, pero Él es tan joven". Él también dijo palabras desagradables. Más tarde ese mismo día el Maestro lo supo y le permitió que entrara. Después de escuchar la conferencia del Maestro, él salió muy callado. Él encontró al personal y les dijo: "No les causaré más problemas. Él es un Maestro genuino". Cada vez que recuerdo aquellos días felices cuando fui afortunado en escuchar las conferencias del Maestro, siempre aprecio y siento un profundo respeto hacia el Maestro. De cada uno de los milagros que personalmente experimenté, me doy cuenta de la grandiosidad del Maestro y de la compasiva salvación, y a través de ellos mi fe en el Maestro y en Dafa se volvieron más firmes.
(Versión en chino: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/8/31/83020.html)
(Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/9/17/52521.html)
Fecha de edición: 21/5/2006Fecha del artículo original: 31/8/2004
Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.