[Minghui Net] El 18 de noviembre, 2005, la discípula de Dafa Sra. Yang Hong de la ciudad Huludao fue ilegalmente arrestada por la policía local de la Brigada de la Guardia Nacional. Ella fue detenida por tres semanas, durante ese tiempo sufrió varias torturas. Sin embargo, Yan Hong persistió en no cooperar con los perseguidores, y finalmente fue puesta en libertad de su detención, el 9 de diciembre, 2005.
En el corto período de tres semanas, la discípula de Dafa Yang Hong fue torturada por la policía a tal punto de desarrollar neumonía en ambos pulmones, igual que cistitis, taquicardia, y otros síntomas. Su garganta fue lastimada severamente durante brutales sesiones de alimentación forzada, sus dientes se le aflojaron y se le ennegrecieron debido a que su boca fue abierta a la fuerza por los guardias del centro de detención, y su cuerpo quedó cubierto de hematomas negros y rojos.
Lo que sigue describe cómo la policía de la ciudad Huludao persiguió a Yang Hong: En la mañana del 18 de noviembre, 2005, los policías Zhang Junsheng, Liu Shijun, y Zhao Lianshuang de la Brigada de Guardia Nacional, junto al policía Zhao Weguo de la Estación de Policía Shiyou y otros dos empleados miembros del distrito Dongmenshe, se enfrentaron con la hija de Yang Hong, Yigying, cerca del edificio donde ella vive. Ellos la forzaron a que les entregara la llave para abrir la puerta de Yang Hong y asaltaron su hogar, confiscándole su computadora, una foto del Maestro, el libro Zhuan Falun, una grabadora y cintas, entre otras cosas.
Yang Hong trató de clarificarles la verdad, diciéndoles que no tomen parte en la persecución a Falun Gong. El policía Zhao Lianshuang, con una cámara en la mano, lanzó al piso el libro Zhuan Falun y gritó, "¡Si hay una retribución kármica, déjame tenerla!"
En vista de que Yang Hong rechazó cooperar con su arresto ilegal, los policías la arrastraron descalza escaleras abajo, con el policía Zhao Lianshuang golpeándola en la cabeza con su puño mientras bajaban. Yang Hong no quiso subir al coche y se mantuvo gritando en voz alta, "Falun Dafa es bueno." Los policías le esposaron las manos por detrás de la espalda y lucharon con ella dentro del coche. Cuando Zhao Lianshuang golpeó la puerta del auto, el dedo del pie de Yang Hong fue enganchado, causándole que éste se volviera negro rápidamente.
Esa noche, Yang Hong fue mantenida en el centro de detención de la ciudad Huludao. En protesta, ella comenzó una huelga de hambre. En respuesta, el personal del centro de detención la torturó y la alimentaron a la fuerza. Ellos le ataron sus manos y pies en la cama del tigre, atándole un cinturón amplio de tela en derredor de su pecho y sujetándole la cabeza. Ellos sostuvieron una botella de plástico llena con una masa de alimento de maíz, mientras varios otros criminales le apretaban sus dos mejillas, forzando en su boca una cuña de madera hecha a mano. Luego usaron un pedazo de piedra pómez para mantener separados sus dientes. A continuación los criminales apretaron la botella de plástico, forzando a la masa alimenticia de maíz, que se deslizaba en su garganta. El proceso fue cruel y peligroso, ya que ella fácilmente pudo haberse asfixiado.
En los días siguientes, este método de alimentación forzada fue nuevamente usado para perseguir a Yang Hong, causándole serias lastimaduras en su boca y garganta. Ambas comisuras de su boca fueron partidas, y su boca se ulceró completamente. Se aflojaron sus dientes y se le ennegrecieron por habérseles forzado a abrir. La Sra. Yang manifestó fiebre y comenzó a toser.
Una vez durante el proceso de alimentación forzada, el guardia del centro de detención, Wu Zhen, arrancó de un criminal la botella de plástico llena de la crema de maíz, y apretó la botella muy fuerte, forzando que de pronto la pasta descendiera en la garganta de Yang Hong. Ella vomitó de inmediato, y sus pulmones y corazón se llenaron de dolor. Al siguiente día, Yang Hong fue enviada al distrito de emergencia de un hospital. Los resultados del examen indicaron neumonía en ambos pulmones, taquicardia (anormalidad de latidos rápidos), y otros síntomas.
Cuando la regresaron al centro de detención, Yang Hong fue aún forzada a recibir inyecciones, pero el doctor de la cárcel no podía encontrar sus venas. La aguja del doctor pinchaba en muchos lugares pero no en sus venas, dejando un sinnúmero de huecos rodeados de hematomas de un rojizo obscuro y negro. Finalmente, fue muy difícil ni siquiera tomarle sangre para analizar.
Yang Hong nunca cooperó con las irrazonables demandas de sus perseguidores. Siempre se sacaba las agujas y gritaba, "Falun Dafa es bueno". Una vez, cuando era enviada de regreso al hospital de la ciudad, un guardia juntó una delgada astilla de piel del brazo de Yang Hong y la presionó con todo su poder, pinchándola dolorosamente.
Después de regresar del hospital, Yang Hong fue forzada a ser alimentada diariamente con mucha crema cada vez. No duró mucho antes de que su cuerpo rechazara cualquier cosa que era insertada en su boca, causándole vomitar todo lo que le habían obligado a ingerir. Al ver su condición, el 9 de diciembre, 2005, los guardias tuvieron que enviar a Yang Hong a casa.
Fecha original del artículo: 22/1/2006
Categoría: Testigos oculares
Versión disponible en chino: http://www.minghui.ca/mh/articles/2005/12/25/117186.html
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