¡Buen día! Mi nombre es Ben y soy del Reino Unido, he practicado la cultivación cerca de ocho meses y en ese tiempo tuve muchas experiencias interesantes. Hoy voy a hablar sobre una experiencia muy buena clarificando la verdad mientras participaba en un medio maratón en un pueblo llamado Reading en el RU.
Tengo un amigo que se llama Jaimie que también es practicante y vive en el mismo pueblo que yo, cuyo nombre es Dorking. Un día me llamó por teléfono y me dijo que un amigo suyo abandonó una carrera debido a una herida y le pidieron que corriera en su lugar. Esta carrera era la media maratón de Reading, Jaimie estaba por correr con una camiseta de Falun Dafa y me preguntó si iría a lo largo y entregando materiales para clarificar la verdad en la multitud; acepté pero, siempre fui muy tímido por eso la idea me ponía un poco nervioso. El fin de semana siguiente nos preparamos para la maratón de Jaimie, él con sus zapatillas deportivas y yo con una bolsa llena de gacetillas de Falun Dafa como también pequeños volantes que Jaimie trajo con él, los dos teníamos una camiseta de Falun Dafa. Cuando llegamos a la maratón tuvimos que tomar un autobús hasta el lugar de partida. En el autobús nos sentamos al lado de una señora muy agradable a quién pudimos clarificar la verdad. Llegamos tarde al punto de partida así que Jaime tuvo que salir de inmediato, lo despedí y saqué unos volantes listos para entregarle a la gente.
Como la carrera ya había empezado, no quedaba mucha gente en la salida y los que quedaban no parecían querer aceptar mis gacetillas de Falun Dafa. Miré hacia dentro y me di cuenta de que estaba nervioso. Pensé que tal vez lo haría mejor si hubiera más gente a quien entregar. Tenía un mapa de la carrera y me di cuenta de que había un punto en el recorrido para el cual podía tomar un atajo para llegar al frente de los corredores, y allí habría una gran multitud, ya que estarían esperando para que pasen los participantes. Sabía que tenía poco tiempo así que empecé a correr, estaba muy lejos del grupo principal de corredores, pero todavía quedaban unos cuantos lentos o corredores mayores. Como había espectadores en la vereda tenía que correr en el camino. Mientras corría la gente me miraba y aplaudía diciendo, “¡Vamos, lo estás haciendo muy bien! ¡Sigue así!” Me sorprendí por esto y pensé, “¡Guau! Ellos piensan que estoy en la carrera” Como me estaban sonriendo pensé que probablemente aceptarían las gacetillas. Así que las entregué mientras corría, y con confianza ellos las aceptaron con mucha gratitud, incluso a veces me pedían una. Mis nervios y miedo empezaron a desaparecer también.
Entonces llegué al atajo el cual acortaba 1.2 millas del recorrido. Después del atajo llegué al lugar donde el grupo principal de corredores estaba por pasar, paré para tomar aire y ver si Jaimie pasaba, pero no pude verlo. Intenté entregar algunas gacetillas en la multitud, pero la mayoría de la gente no los aceptaba y me miraban como yo fuera un loco, tratando de distraer su atención de la carrera. Miré en mi mente y encontré que cuando estaba corriendo mis pensamientos estaban muy enfocados, por eso el resultado al entregar las gacetillas había sido bueno, pero mi timidez había vuelto y esto impedía mi trabajo. En ese momento me di cuenta, “Tengo cerca de 400 gacetillas en mi bolso, si voy a entregarlas a todas, ¡tendré que correr toda la carrera!” Nunca antes había corrido 13 millas, pero pensé que tal vez era el Maestro probando mi resistencia, así que mejor lo hacía. Mientras empecé a correr de nuevo, mi mente se calmó de nuevo y la gente estuvo contenta de recibir las gacetillas, e incluso algunos decían, “Muchas gracias joven” como si hubieran estado esperando allí que yo pasase. A todos los que veía estaba felices y sonriendo lo cual que me dio mucha fuerza para seguir. También había una relación predestinada muy obvia que se grabó en mi mente: los cordones de mis zapatillas se desataron así que paré al lado de una pared, a una corta distancia de una esquina, para atarlos y sacar algunas gacetillas de mi bolso; Esto me llevó casi un minuto. Luego empecé a correr de nuevo; mientras daba la vuelta de la esquina, cuatro niñas chinas aparecieron de un callejón y repentinamente estaban paradas justo frente a mí. Estuvieron muy encantadas de aceptar el volante. Mientras seguía corriendo me di vuelta y volví por el otro lado de la calle, miré al frente y vi que todavía estaban allí paradas ansiosamente leyendo la información. No puedo evitar pensar que tal vez fue el Maestro quien desató mis cordones, ya que las hubiera perdido de vista si no paraba.
Mientras seguí corriendo y entregaba muchas gacetillas a personas con relación predestinada, experimenté una sensación maravillosa y no estaba cansado para nada. Pero me quedé sin gacetillas a pesar de que estaba muy lejos del final. Decidí caminar un rato como para pensar qué hacer y me sentí muy cansado, lo cual encontré muy extraño ya que había estado tan lleno de energías hace un momento. Entonces pensé, “¿Tal vez necesito comida?” así que saqué un emparedado de mi bolso y empecé a comer, pero esto no cambió nada. Luego pensé quizás sea mi apego, pero miré hacia dentro y no encontré ningún apego obvio. Entonces, repentinamente recordé que Jaimie me había dado cerca de 200 volantes pequeños extras lo cuales estaban escondidos en el fondo del bolso. Tan pronto como los saqué, mi energía regresó y mucha gente los aceptó con una sonrisa y me animó un montón. Cuando finalmente me quedé sin volantes, estaba a solo 3 millas del final de la carrera y la última parte era fuera del pueblo y no había más espectadores, lo cual pensé que era muy conveniente. Uno de los fiscales me preguntó sobre mi camiseta mientras pasaba así que le conté de la persecución, y ella respondió, “¡Tu hazlo por ellos!”
Casi a una milla del final fui a través de un parque y empecé a caminar, observando el cielo que lucía muy hermoso con el sol brillando a través de las nubes en rayos. Pensé, “No sería bueno leer el Fa ahora.” Recordé que tenía uno de los poemas del Maestro en mi billetera, así que lo saqué para leerlo:
“Relaciones predestinadas enlazadas de infinitas vidas,
Cada una conectada por la lazo de Dafa
A través de las tribulaciones un cuerpo dorado es templado
¿Por qué pasos tan lentos y pausados?”
Miré hacia mis pies y estaban dando pasos muy pausados, así que inmediatamente empecé a correr hasta llegar al final donde Jaimie y yo nos reunimos contentos y alegremente intercambiamos historias de la carrera. Ambas piernas dolían mucho después de la carrera ya que no habíamos entrenado para nada ¡pero a ninguno de los dos nos importaba!
Esta experiencia me probó el poder de Falun Dafa y como solo dos practicantes pueden alcanzar a cientos de personas. Yo, realmente no soy un corredor y probablemente hubiera colapsado a mitad de camino en esa carrera de no ser por el poder del Fa empujándome a lo largo. Todavía tengo muchos apegos que soltar, pero creo que fue esta experiencia la que me puso en el camino de la cultivación de la Rectificación del Fa. Agradezco a nuestro benevolente Maestro y espero que todos podamos hacerlo bien en el tiempo por venir.
¡Muchas gracias a todos!
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