Compartido en el Fahui Internacional en Tucumán, Argentina 2005

(Sabiduríapura.org)

¡Heshi Shifu, heshi Dafa dizi!

Hoy quisiera compartir con ustedes algunas y experiencias y entendimientos que tuve en los últimos meses, particularmente en Manhatan.

1º Parte. Validarse uno mismo o validar Dafa :

Los primeros días de enero de este año, viajé a Nueva York para ayudar en la iluminación de la Gala del Año Nuevo Chino. Yo tenía pensado ir dos semanas antes de la misma, que es un tiempo más que suficiente para diseñar y montar la iluminación. Pero el practicante que coordinaba los aspectos técnicos de la Gala, con el cual yo estaba en contacto vía e-mail, me pidió que vaya lo antes posible, porque había muchas cosas para hacer.

Por lo tanto—aunque al mismo tiempo también había muchas cosas para hacer en Buenos Aires—la primera semana de enero yo ya estaba en Nueva York. Iba pensando en la gran responsabilidad que implicaba terminar la Gala, en todas las cosas que iba a tener que hacer y en cómo hacerlas. Sin embargo, cuando llegué y me comuniqué con este practicante, lo primero que me dijo fue que vendría un iluminador de Taiwán que habían contratado y que ya habían contratado a una empresa para alquilarles los equipos de iluminación, así que básicamente, ya estaba todo listo, sólo había que esperar que el iluminador llegara, lo cual sería una semana antes de la Gala.
Cuando colgué el teléfono, estaba paralizada.—“¿Y ahora qué hago?”—pensé. No entendía qué pasaba.. Faltaban más de tres semanas para que recién llegara el iluminador Taiwanes.....¿para qué me dijeron que fuera lo más pronto posible si el iluminador llegaría en casi un mes, y todo lo demás estaba prácticamente listo? Lo primero que pensé fue que era una interferencia. Para que no estuviera aclarando la verdad en Buenos Aires. Pero bueno, ya que estaba ahí, decidí ir a las exhibiciones anti-tortura. Mientras iba, pensaba: -“Para repartir volantes, me hubiese quedado en Buenos Aires...”

Pasé un par de días así, hasta que durante una reunión de estudio del Fa en grupo, un practicante contó su experiencia repartiendo los periódicos “Epoch Times”(la versión en español es LGE) en una estación de subte. El dijo que había repartido un montón de diarios, más que nunca y que eso se debía a que antes de empezar le pidió a Shifu: “Shifu, no permitas que me lo tome como algo personal”.

Esa frase me impactó mucho: no tomárselo como algo personal. El practicante había podido repartir tantos diarios justamente porque no tenía la noción del “ego”, del yo. Y me di cuenta de que era justamente esa noción la que me estaba interfiriendo: yo creía que Yo tenía que iluminar la Gala, que era Mi tarea y responsabilidad, que ese viaje estaba arreglado para que Yo iluminara la Gala.. Pero no, esa frase me iluminó a que yo no estaba allí para eso, sino para validar el Fa. Entonces entendí que validar el Fa puede hacerse de muchas maneras, que ninguna es más importante que otra, que mientras se tengan pensamientos rectos, uno estará haciendo lo más recto y sagrado del universo: validar Dafa; que no importa qué, sino cómo. En el Fahui de Nueva York de 2004, Shifu dice(no son palabras textuales) que si tenemos pensamientos rectos, mientras caminamos todo a nuestro alrededor es rectificado y que nuestra nueva existencia tiene el efecto de salvar seres concientes. Claro que para tener pensamientos rectos, hay que dejar de lado el egoísmo y la noción del “yo”.

Con esta frase del practicante, me di cuenta que era mucho más recto y sagrado entregar un diario con pensamientos rectos y sin egoísmo, que estar a cargo de toda la Gala pero con el apego a uno mismo. Nunca estuvo tan claro para mí que “los cargos” en Dafa no sirven de nada. Así que a partir de ese momento, comencé a validar Dafa.

No sólo iba a las exhibiciones anti-tortura, sino que a partir de que me iluminé a esto, empecé a involucrarme más en la Gala. Antes me había perdido varias reuniones por desencuentros y malos entendidos, pero cuando eliminé el apego a “yo soy la iluminadora de la Gala”, esos problemas se solucionaron, me prestaron un celular y pude comunicarme con todo el equipo de la Gala. Comprendí que los obstáculos para encontrarme con los demás practicantes los había causado yo misma, con mis apegos. Al final, no sólo participé en la Gala de Nueva York, sino también en la de Washington D.C. En cuanto a las Galas en sí, no voy a hablar mucho porque sería hablar de cuestiones técnicas de iluminación. Aunque claro, todo es cultivación.

Ambas Galas fueron en la misma semana, así que esos días fueron muy intensos, y las pruebas de xinxing se incrementaban. El iluminador de Taiwán era una persona común, así que no era fácil tratar con él, además, era irresponsable(llegaba tarde, desaparecía en cualquier momento), mal educado y agresivo, y por si fuera poco, fumaba todo el tiempo. Era realmente muy difícil de aguantar; por otro lado la presión era enorme pues estábamos con el tiempo justo. El iluminador apenas hablaba inglés, así que la mayoría de las veces se comunicaba con otro practicante de la NTDTV que también se encargaba de las luces y era Taiwanes. En esos momentos me aparecieron otros pensamientos humanos, que hacían que me sintiera inútil. A pesar de haber entendido el tema de validar Dafa o a mí misma, y ya no tenía la noción de creerme la iluminadora, en esos momentos no podía evitar sentir que yo no estaba haciendo nada, que no podía hacer nada, que no tendría que estar allí, y eso me desanimaba. Ahora tenía el pensamiento de “para estar acá sin hacer nada, me hubiese ido a una exhibición anti-tortura”. Aunque sí ayudaba con ciertas cosas, yo sentía que estaba haciendo poco, y quería hacer más. La verdad, me desanimaba mucho.

La noche anterior a la Gala de Washington, tomé el ZFL para estudiar el Fa, y mis ojos fueron directo a unas líneas de la página donde se me abrió. Allí decía:”Cada palabra de mis libros es mi imagen y el Falun, cada frase la he dicho yo.......Este libro ya no puede ser medido por ningún valor ¿qué más buscas aún? ( lección 6, el corazón de ostentar) esa frase ¿qué más buscas aún? Me llegó directo al corazón. Me conmoví mucho, y sentí toda la compasión del Shifu acompañándome siempre, y entendí lo afortunada que soy: realmente, habiendo obtenido Dafa ¿qué más puedo querer aún? Me sentí muy tonta por seguir queriendo y buscando cosas sin importancia, cuando ya tengo lo más importante de todo: Dafa.
Igual que antes, una vez que me iluminé a esto, al otro día estuve más ocupada que nunca en la Gala, que fue todo un éxito.

Parte 2. El apego menos pensado :

Hablando de Nueva York y de la Gala, otra cosa que me daba vueltas en la cabeza era: “Estando en NY y participando en la Gala, quizás lo veo al Shifu”. Siempre pensaba en eso. Sabiendo que otros años Shifu asistió a algunos ensayos, cada vez que yo iba a uno, pensaba “Quizás va el Shifu”, siempre me imaginaba qué le preguntaría, y pensaba posibles preguntas. Hasta que un día, Shifu fue a un ensayo. Al principio no me había dado cuenta que estaba allí porque llegué después de él, y Shifu estaba sentado mirando el ensayo en medio de los practicantes, así que pasaba desapercibido, y no lo vi hasta que terminó el ensayo, y los Dafa dizi que actuaban en la Gala se reunieron a su alrededor para escuchar sus comentarios.

Cuando lo vi, quedé paralizada, estaba muy emocionada. Tanto tiempo imaginándome ese momento, pensando qué preguntarle, y ahora que lo tenía tan cerca...no le dije nada, pero no por timidez ni por vergüenza, sino porque realmente no tenía nada para decir. Al estar tan cerca de Shifu y entrar en su campo, de pronto desapareció todo. Si me preguntan si estaba contenta por verlo, la respuesta es “no”. Si me preguntan si estaba triste, tampoco. Nerviosa, ansiosa, feliz, exultante.....no, no, y no. Al entrar en su campo, desaparecieron todos mis qing y apegos, la mente estaba completamente en blanco y el cuerpo estaba liviano, como si flotara. Al desaparecer todo me di cuenta de todos los pensamientos humanos y apegos que siempre tengo, no me había dado hasta que no los tuve más. Y entre todos esos apegos que desaparecieron, hubo uno que fue el que más me sorprendió: las ganas de ver al shifu, que también se fueron.

Hasta ese momento pensaba que querer ver al Shifu era una cosa lógica para cualquier Dafa dizi, que era algo normal y que no se podía considerar un apego, pero con este episodio, entendí que querer ver Shifu también es un apego, también es qing y como cualquier otro apego y qing, hay que eliminarlo por supuesto. Querer ver al Shifu es algo natural, pero yo realmente estaba deseándolo, siempre especulando si iba a ir o no, y eso sí es un apego. Hay una línea, muy fina quizás, entre el anhelo natural y el apego. Desde ese momento eliminé mi apego, y debo confesar que fue uno de los apegos que más me dolió eliminar, pero una vez eliminado y actuando en wuwei, tuve varias oportunidades para volver a verlo: un par de reuniones en Nueva York y después la posibilidad de ir al Fahui de San Francisco. Son momentos que nunca voy a olvidar.

Parte 3. Entendiendo la compasión de los pensamientos rectos

Ahora quisiera compartir un entendimiento que tuve sobre la enorme compasión que implican los pensamientos rectos.

Un día, fui al Consulado chino a enviar pensamientos rectos con un grupo de Dafa dizi, en Nueva York. Los practicantes siempre se ubican en la vereda de enfrente al Consulado y en el medio hay una avenida. Ese día éramos alrededor de 15 personas, y hacía mucho frío. Mientras estábamos enviando pensamientos rectos, de pronto se escucharon unos gritos lejanos. Abro los ojos y veo, en la vereda de enfrente, la del Consulado, a un hombre gritándonos. Este hombre estaba realmente furioso y hacía todo tipo de gestos hacia nosotros, desde gestos violentos y amenazantes, hasta gestos obscenos. Obviamente, estaba muy envenenado por el Partido Comunista chino, y con tanto odio en su corazón, no creo que haya muchas esperanzas para él.

Mi corazón no se movió hasta que noté algo: ese hombre iba con sus dos hijos. El mayor tendría tres años y el menor todavía estaba en cochecito. Vi cómo el mayorcito miraba al padre gritar esas cosas y hacer esos gestos, y pobrecito, no entendía que sucedía. Con su mirada, preguntaba:--papá, ¿qué estás haciendo?. Inmediatamente, me vino un gran deseo de proteger al niño, y comencé a enviar pensamientos rectos, pero no hacia el hijo, sino hacia el padre, para que se callara, y de esa manera no afectara al pequeño.

Con los pensamientos rectos de todos los practicantes que estábamos ahí, este señor se calló pronto y se fue. Pero este episodio me hizo entender el verdadero propósito de los pensamientos rectos y la gran compasión que implican. En ese momento, yo sólo entendía que había que eliminar la maldad, para que no interfiera con la rectificación del Fa, pero no había visto la relación directa que tiene con la salvación de los seres concientes. El episodio con este hombre y su hijito fue como una metáfora: el hombre, con su odio y rencor, representaba al partido comunista, y su hijo representaba a todos los seres concientes. El hijo, en su naturaleza, era inocente, puro y completamente indefenso ante la influencia de la maldad de su padre, quien podía arruinarlo de inmediato. El PCCh, entonces, es como un padre que a los ojos del hijo parece grande, fuerte y protector; los educa, los enseña y los alimenta, pero en su esencia es malvado, y puede hacerlos perder su futuro.

En ese momento, comencé a enviar pensamientos rectos hacia el padre para proteger al hijo, y en cierta forma es esa nuestra función también: proteger a los seres concientes de ser arruinados por el PCC. Lo hacemos enviando pensamientos rectos y aclarando la verdad. Esa sensación de protección que describo, en realidad era compasión, compasión hacia el niño y hacia todos los seres. También me di cuenta de todo lo que estamos soportando los Dafa Dizi con el único objetivo de proteger a los seres y permitirles entrar en el futuro. Fue una sensación grandiosa, magnífica, de estar ahí por ellos, de hacerlo sólo por ellos, porque de eso se trata ser un Dafa Dizi: de hacerlo por ellos.

Parte 4. Mi renuncia al Partido Comunista

Para terminar, quiero compartir con ustedes mi entendimiento sobre esta fase que estamos atravesando ahora en la Rectificación del Fa.
Cuando aparecieron los nueve Ping no entendí muy bien su propósito, pero al empezar a traducirlos, de a poco fui viendo cómo exponen al Partido Comunista Chino, y cómo todo lo del Partido se relaciona directamente con los arreglos de la Viejas Fuerzas para interferir con la rectificación del Fa.

Poco después, Shifu publicó sus jingwen”No estamos volviéndonos políticos”y “Girando la rueda hacia el mundo humano”. Al leerlos, cada vez veía con mayor claridad la importancia de los nueve Ping, y mi rechazo hacia el espectro malvado del PCC, aumentaba. Al final del 2º jingwen, Shifu dice: “Es un paso en la cultivación que tienen que tomar”. Al leer esa frase, todo mi ser quería renunciar al partido, pero se me cruzó el siguiente pensamiento: ¿ a qué voy a renunciar si yo no soy miembro del partido? Ése fue un pensamiento humano, pero enseguida me vino otro pensamiento, que decía que el Shifu habla del espectro malvado del comunismo y, según mi entendimiento, ese espectro no sólo afecta a los practicantes chinos miembros del Partido Comunista, sino que como espectro malvado, su influencia afecta a todos los Dafa Dizi.

De hecho, al leer los nueve Ping descubrí varias nociones y apegos míos relacionados con la ideología comunista ¿Acaso cuando queremos que los demás entiendan o hagan las cosas como nosotros, no estamos actuando como comunistas?¿ y cuando queremos controlar todo? ¿y cuando no tratamos bien a los demás, y les hablamos con desprecio, no usamos los modos comunistas?¿ y cuando envidiamos?¿ y cuando no pensamos en los demás? ¿acaso el egoísmo no es la base de todos los apegos? Bueno, también es la base del comunismo.

Por lo tanto, me dije: “Yo renuncio igual”. Así que me senté en posición de doble loto, con la espalda bien derecha, la palma erecta y dije: --“Declaro solemnemente ante el Shifu y todos los dioses rectos del cosmos, que renuncio y rechazo cualquier elemento del espectro malvado del comunismo que haya tenido alguna influencia sobre mí. En ese momento, sentí que mi voz realmente sacudía al mundo en sus diez direcciones, y también tuve una sensación muy particular en mi cuerpo, muy difícil de describir. Sentí que en mi interior, en mi microcosmos, algo se eliminaba y transformaba. Algo definitivamente cambió.

Después de eso, todo se volvió más claro, e incluso las diferentes interferencias disminuyeron. Incluso hoy, participando en “La gran época”, exponiendo al espectro malvado comunista a plena luz del día, casi no he tenido interferencias, y las que tuve, las superé rápidamente. Yo creo que eso se debe—además de un estudio consistente del Fa—a que todo mi ser ha renunciado al PCC, así que ese espectro malvado, definitivamente no tiene lugar en mi universo.

Para terminar, unas palabras de Shifu en “Girando la rueda hacia el mundo humano”:
“Sólo cuando los Dafa Dizi son capaces de reconocerlo claramente por lo que es, purgarlo de sus mentes y no dejar que interfiera con sus pensamientos rectos más fuertes y hacer bien lo que los Dafa Dizi deben hacer. Es un paso en la cultivación que deben tomar.”

Li Hongzhi, 15 de febrero de 2005.

Gracias a todos.

Fecha de edición: 25/05/2005
Categoría: Experiencias de Cultivación

Categoría: Referencias