Por Li Yi, una practicante que vive en Nueva Zelanda

(Sabiduriapura.org)

El 17 de Enero de 1994, comenzó la primera de las series de lecturas del Fa dadas por Shifu (1) en Tianjin. En ese tiempo, el curso entero, consistía en 10 clases a lo largo de 9 días consecutivos, eran dadas en la alcaldía en Tianjin. Para que el tiempo y el costo fueran lo menor posibles, Shifu combinaba dos de las lecturas y las pronunciaba el domingo. Durante las primeras nueve clases, Shifu enseñaba el Fa y los ejercicios, y el último día, Shifu contestaba preguntas traídas por los estudiantes. El costo era de 50 yuanes para los nuevos estudiantes y 35 yuanes para los estudiantes que habían asistido al curso previo. En promedio, los nuevos estudiantes pagaban 5 yuanes por clase. Yo recuerdo que un mes antes, tuve que pagar 10 yuanes para ver una película en el mismo lugar. Comparativamente podemos ver que los costos eran muy bajos.

A medida que Shifu enseñaba durante los nueve días, yo estaba muy conmovida, porque finalmente entendía por qué el hombre vivía en la tierra. Las lecturas de Shifu realmente cambiaron mi perspectiva y el curso de mi vida, y desde entonces he seguido el camino de la cultivación, la vía para regresar a mi verdadero ser. Puedo recordar muy vívidamente cuatro incidentes que me impresionaron mucho durante esos nueve días:

El primer incidente fue un domingo cuando un grupo de fotografías fueron tomadas con Shifu. Yo no sabía de antemano que Shifu quería que las fotografías fueran tomadas antes de las lecturas de ese día. Cuando llegué, todo el mundo ya estaba allí. Las personas se dividieron en pequeños grupos de 7 u 8, y algunos de 20 o 30. Tan pronto como un grupo estaba listo para la cámara, Shifu cruzaba hasta allí. A pesar de que había más de cien personas divididas en tantos grupos, Shifu no paró de sonreír ni una vez, ni mostró signos de impaciencia. Al principio yo pensé en tomarme una con Shifu también, pero luego pensé, “¿no dijo Shifu que su Fashen está con nosotros todo el tiempo? Yo no pienso que sea necesario”. Debido a eso, me arrepentí de haber perdido la oportunidad de tener una fotografía tomada con Shifu.

La segunda cosa que me impresionó fue cuando Shifu nos demostró las grandes señales de manos al final de la lectura del ultimo día. Cuando vi eso, me sentí tan bien interiormente, aún no puedo describir la sensación con palabras.

El tercer incidente fue también al final de la última lectura, cuando uno de los estudiantes se dio a conocer a Shifu con una bandera. El estudiante dijo que venía de China septentrional, donde el hospital le había diagnosticado cáncer terminal. Sin embargo, él pasó al otro lado gracias al conocimiento de Falun Gong, y ésta era la segunda vez que él concurría a las lecturas de Shifu. La familia entera subió al escenario para presentarse a Shifu con la bandera. Tan pronto como estuvo en el escenario, él exclamó excitadamente, “¡se fueron, se fueron, todas mis enfermedades se fueron!” Un fuerte aplauso vino de la audiencia. El hombre luego dio una auto introducción. Después de la introducción, la bandera fue presentada y fueron tomadas fotografías. Y luego, hubo otra gran ronda de aplausos de la audiencia.

De todos los incidentes, el más inolvidable vino al final de la segunda parte hacia la última lectura, cuando Shifu enseñó el ejercicio Reforzando los poderes divinos. Encontré un asiento vacío, donde me podía sentar con las piernas cruzadas, luego cerré mis ojos y comencé a meditar en la forma en que Shifu nos mostró. No sé por qué repentinamente abrí mis ojos, pero cuando lo hice vi a Shifu parado enfrente de mí como a un metro, sonriéndome. La clase de expresión en su cara está más allá de cualquier descripción. Cuando él me vio abriendo los ojos me dio otra sonrisa, luego giro y bajó las escaleras.

Cada vez que recuerdo la sonrisa de Shifu, siento que en todos los años que pasaron, no he hecho mi mayor esfuerzo para pagarle a Shifu por su misericordiosa salvación.

Mientras estoy escribiendo este articulo, no puedo evitar que mis lágrimas caigan. Yo sólo sé que debo hacer lo mejor en las tres cosas que pidió Shifu, así no lo defraudaré.

(1) Shifu: Shi: Maestro, Fu: Padre. Título con el que los discípulos llaman respetuosamente al maestro de su vía de cultivación o cualquier otro oficio, cuando el discípulo es formado en todos los aspecto de la vida por el maestro.

Fecha de edición: 16/6/2004
Fecha de articulo original: 26/5/2004
Categoría: De los practicantes
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.ca/mh/articles/2004/5/10/74285.html

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