Por un practicante de Dafa de la provincia de Shandong, China

(Sabiduriapura.org)

En el campo de trabajos forzados de mujeres No. 1 de la provincia de Shandong, no solamente se tortura mentalmente y físicamente a las practicantes de Falun Gong, sino que también usan varios recursos para sacarles dinero. Los siguientes, son algunos de los casos que reflejan las formas utilizadas para extraer dinero a las practicantes de Dafa.

Caso 1.-

Para “ayudar y educar” (lavado de cerebro) a un practicante, él/ella se le cobra 3.000 yuanes (1). Esto no se considera un trabajo forzado, sino un proceso para ser “ayudado y educado”. No tiene libertad personal. Habitualmente, los lavados de cerebro duran de veinte días a tres meses. Cualquier servicio, incluyendo los servicios como las visitas familiares, se cobran a razón de 60 yuanes por noche, comidas excluidas. Por cada practicante que se aplica el lavado de cerebro, las autoridades recaudan de 5.000 a 10.000 yuanes. Este trabajo a menudo es realizado por aquellas personas que previamente han sido sometidas en alguna ocasión a este mismo proceso.

Caso 2.-

Existe en los campos de trabajos una situación llamada “sustitución de manejo” que consiste en sustituir a las unidades de trabajo, para controlar a los practicantes de Falun Gong. Cada practicante paga unos 120 yuanes en concepto de honorarios para costear dicha sustitución, donde puede encontrarse cualquier tipo de accidente. Normalmente dura de tres a seis meses, pero también hay épocas que duran de ocho a nueve meses. Los practicantes deben alojarse y comer con este grupo y no son liberados aunque firmen “tres declaraciones” (2) Los siguen manteniendo como prisioneros para generar más beneficios al campo. De un practicante que esté bajo la custodia de sustitución de manejo, la policía puede extraer más de 10.000 yuanes.

Caso 3.-

En el campo de trabajo forzado se obliga a los recién llegados a comprar sus ropas de cama, aunque las hayan traído de sus propias casas. De vez en cuando obligan a los practicantes a comprar al menos dos sábanas y a veces hasta cuatro. Cada una cuesta más de 15 yuanes. Durante el año 2000, obligaron a los practicantes a comprar los uniformes de verano. Estos artículos aunque son pagados por los practicantes, no pueden llevárselos una vez liberados. Todo queda confiscado, incluso sus tazones, palangana, cesta, contenedor de agua y la esterilla para el frío. También les obligaban en varias ocasiones a comprar ropa informal de algodón al precio del mercado, aunque no la vayan a utilizar.

Caso 4.-

Cuando un practicante se encontraba mal, lo llevaban a una clínica para hacerse cardiogramas, o en su caso, al hospital de la policía para un reconocimiento médico. Cada visita les costaba cientos de yuanes. Esto era un sistema que aplicaban para extraer dinero de los practicantes. Y así, aunque no tomaran medicinas, tenían que pagar las facturas de las farmacias que solían ser muy elevadas. Si alguien pedía explicaciones a las autoridades sobre estas irregularidades, se limitaban a decir que las facturas ya estaban emitidas y que por tanto había que pagarlas. Sin embargo, el precio reflejado en las facturas solía superar al precio del mercado.

Caso 5.-

Los honorarios de los visitantes se cobraban a las familias de los practicantes. Si se quedaban a comer, les cobraban 10 yuanes, pero si la policía no estaba de humor, solían aplicar el mismo precio por sólo 20 minutos de visita. Como no hay una tarifa establecida, la persona que esté al cargo, maneja los honorarios a su antojo. Así, por comer podían pagar unos 20 yuanes y por quedarse a dormir otros 60, lo cual es muy caro.

Caso 6.-

El dinero que las familias enviaban a los practicantes tardaba meses en llegar a su poder. A veces, ocurría que el practicante se olvidaba de la remesa y en ese caso, la policía lo retenía. Nunca se publicaban los resultados de las cuentas. En cada departamento había un personal que llevaba el control de este dinero. Los yuanes deben ser canjeados por vales de uso interno (comida o vales generales). Sin embargo, cuando los practicantes eran liberados, no se les permitía cambiar los vales por la moneda, lo que significa que el dinero quedaba en poder del departamento o guardados por la persona responsable.

Caso 7.-

A los familiares no se les permitía llevar comida ni nada que pudiera aliviar la estancia en el campo a los practicantes. Sólo se les permite comprar en la cantina del campo. La comida allí, no sólo era pobre, sino también muy cara en comparación con los precios del mercado.

Durante los años 2001 a 2003, el campo de concentración edificó cinco pisos, algunos edificios administrativos lujosos, un edificio para hornos y otro edificio de dos pisos para visitantes. Más aún, los talleres de trabajo y las celdas tenían sistemas de vigilancia instaladas en ellos y las habitaciones de servicio de los policías estaban equipadas con ordenadores y aire acondicionado. Todo el campo de trabajos forzados estaba renovado. Esto conduce a un interrogatorio: ¿De donde viene el dinero?

(1) Yuan es la moneda actual de China. El ingreso de salario mensual de un trabajador urbano en China es de 500 yuanes.

(2) “Tres Declaraciones”-Los practicantes son coaccionados bajo tortura y lavado de cerebro a firmar este escrito como prueba de que han renunciado a su creencia. Creado por la “oficina 610”, las tres declaraciones consiste en una carta de respeto, una garantía de nunca más practicar Falun Gong y una lista de nombres y direcciones de todos los miembros familiares, amigos y conocimientos de quienes son practicantes.

Fecha de edición: 16/6/2004
Fecha de artículo original: 23/5/2004
Categoría: Información sobre la persecución
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/4/22/72912.html
Versión en inglés disponible en www.clearwisdom.net/emharticles/2004/5/23/48479.html

Categoría: Referencias