Por un practicante en China

(Sabiduriapura.org)

Durante el festival de primavera el día 24 de enero del 2001, un compañero practicante de Falun Gong fue a apelar a Beijing para que pararan la persecución y por este motivo fue arrestado. Cerca de las 9:30 de la noche, oficiales de policía vinieron a mi casa para interrogarme acerca de otros practicantes que habían ido a Beijing para apelar por Dafa, alegando que yo les había instado a ello. Entonces les dije, “Supongamos que les solicito ir a Beijing mañana, y les pago el pasaje. Cuando lleguen a la Plaza Tiananmen en Beijing, sólo necesitan gritar ‘Falun Dafa es bueno’ y cuando regresen les doy dos mil Yuanes (1) ¿Qué les parece?”

Un oficial replicó, “sería arrestado con toda seguridad.”

Entonces le dije, “Ves, estoy dispuesto a pagar tus pasajes de ida y vuelta y a recompensarte económicamente cuando regreses y aún así rechazas la propuesta. Bien conoces las consecuencias. El practicante que fue allá sólo quiso decir unas pocas palabras, ésa era la única intención. Antes de ir, él sabía el riesgo que corría su vida y sin embargo fue. Eso no es algo que se pueda comprar con palabras ni con dinero.”

Y añadí, “Te mantienes amenazándome y no me siento seguro ni cuando estoy en casa. Si se empeora la situación, tengo que dejar mi hogar.”

El oficial de policía dijo de pronto, “No necesitas dejar tu hogar, ya no te molestaremos más.” Después de decir esto, se alejaron rápidamente.

No digas más, “te prometo no volver a molestarte”

Al cabo de unos días estando yo ausente, la policía se presentó en mi casa. Después de estar rebuscando por todos los rincones de la vivienda, nos acusaron de colgar un letrero de Falun Dafa y distribuir volantes que clarifican la verdad. A pesar de que mi esposa les hablaba, ellos, siguieron saqueando la casa. Cuando regresé por la noche, mi esposa me contó lo que había ocurrido y dije, “Mañana, iré a verles porque el hogar de un practicante de Dafa no debe ser requisado a voluntad de ellos.”

A la mañana siguiente, fui a la oficina del gobierno municipal para hablar con ellos. Cuando me encontré con el empleado municipal del Comité del Partido, le dije, “Ayer ustedes estuvieron saqueando mi casa y ahora me acusan de colgar un letrero y de distribuir volantes pero, ¿dónde está la evidencia? Si no tienen pruebas, vuestros actos están en desacuerdo con la ley.” Y continué, “En una ocasión ya requisaron mi casa, ¿a qué se debe que investiguen de nuevo? ¿A qué se debe que saqueen las casas de los practicantes de Dafa? He venido para obtener una declaración por parte de ustedes en la que diga que saquearon mi casa y luego iré a Beijing para presentar una queja”.

Cuando el empleado municipal escuchó eso, dudó en tramitar tal declaración y fue al lado posterior del edificio para hablar con miembros del Comité del Partido. Entonces, me encontré en el camino con el Secretario Li del Comité del Partido y le seguí hasta su oficina. Le pedí una explicación sobre los hechos ocurridos y él se excusó diciendo, “No lo sé. Ésa fue una orden del Condado.”

Entonces le dije, “¿A quién escucha el empleado del Comité del Partido cuando el Secretario del Comité del Partido no está? El empleado del Comité del Partido permitió la inspección. ¿Es posible que tú no hayas sido notificado? Únicamente pregúntale aquí al empleado del Comité del Partido, si él confirma que mi casa fue inspeccionada, te pido que me proporciones una declaración”. Eso fue todo lo que le pedí y añadí “vuestras acciones estuvieron en contra de la ley y tramitaré una queja contra ustedes.”

Cuando el secretario del Comité del Partido escuchó eso, aunque mostró su negativa a entregar la declaración, pidió al líder de la villa, quien estuvo en buenos términos conmigo, me transmitiera este mensaje: “Por favor vete a casa. Tu hogar no será inspeccionado en el futuro, te prometo que no serás molestado nuevamente.”

La importancia de pensamientos rectos

Cuando clarifico la verdad, voy de lugar en lugar y cada vez cambio de sitio, enviando pensamientos de rectitud para limpiar los factores del mal en otras dimensiones. Ahora, distribuyo volantes que clarifican la verdad de Falun Gong por largos períodos de tiempo, y los oficiales de policía no me crean ningún problema. El padre de uno de los oficiales fue mi compañero y cuando me encontré con él, me dijo: “Realmente eres capaz, de hacer tu trabajo para Dafa en donde te place y nadie se atreve a arrestarte. Si hubieran sido otros, pienso que no habría sido igual.”

Una vez, fui al mercado para hablarle a la gente acerca de Dafa y explicarles también cómo los oficiales de policía en campos de trabajos forzados y el departamento de Seguridad Pública me persiguieron. Hice esto en tres diferentes lugares, hablando mientras caminaba sólo y en cada lugar hubo treinta personas escuchándome.

Un miembro de la policía se acercó a preguntarme, “¿Qué has hecho hoy?” “Sólo he charlado con alguien”, repliqué. Y me preguntaron, ¿De qué les hablas? Y yo le dije, “Les hablo acerca de la persecución a Falun Gong que he experimentado yo. Siempre les cuento lo mismo a donde quiera que voy.”

El oficial de policía sonrió, “Te atreves a responsabilizarte de tus actos. ¡Respetamos eso! Alguien presentó un escrito contra ti, pero no te arrestaremos. En el futuro, sólo habla en el mismo lugar de ocho a diez minutos, luego cambia de sitio”.

Los practicantes de Falun Gong son de verdad buena gente

Para transportar gente uso una motocicleta de tres ruedas y a todas las personas que suben les hablo acerca de los hechos de Falun Gong y les pido que recuerden que “Falun Dafa es bueno”. En el verano del 2001, mientras hacía un transporte, vi a una señora de unos 50 años aproximadamente con un niño de 5 o 6 años, caminando a lo largo de la ruta. A ella se le veía agotada.

Cuando terminé el transporte de mi cliente a su destino, regresé de inmediato al lugar donde iba la señora caminando y le pedí que subiera a mi vehículo.

Me dijo que no tenía dinero para pagarme y le repliqué: “no deseo que me pagues. Hace mucho calor y tu viaje todavía es largo. Tal vez te queden unas diez millas, y no eres capaz de llegar a casa antes que obscurezca. ¡Sólo sube!” Me agradeció y le dije, “No necesitas agradecerme, soy practicante de Falun Dafa. Si quieres agradecer a alguien, agradécele a mi Maestro, el Sr. Li Hongzhi. Es él quien me da la oportunidad de hacer esto.

Comencé a clarificar la verdad, diciéndole que Falun Gong no es como describen algunos medios de comunicación. Luego, ella diría a la gente: “Los practicantes de Falun Gong son en efecto buena gente. Uno de ellos me trasladó en su vehículo gratuitamente, cuando necesité ayuda. Así es como actúan sus estudiantes. Podría su Maestro acumular riqueza por cosas injustas. Piénsalo nuevamente y te darás cuenta que te dijeron mentiras.”

Yo facilito transporte gratuito a estudiantes si no tienen dinero. Cuando ellos suben a mi vehículo, puedo hablarles acerca de Falun Gong. Después de un tiempo, estos niños cuando me ven gritan, “¡Falun Dafa es bueno!”

Usando la poesía para clarificar la verdad

Mi residencia está junto a una vía, donde hay mucho tráfico de vehículos y de gente. He colgado en las puertas de la fachada y en la parte posterior de la casa, líneas cortas de poemas. La gente que cruza puede parar para leer lo que está escrito y a menudo lo leen en voz alta. Los policías y oficiales también se paran para leer las coplas cuando pasan por allí. A menudo cambio lo que está escrito en las coplas. Un vecino me dijo, “En realidad lo que escribes es bueno. Jamás podría escribir así, por favor cuelga también uno en mi puerta” Una vez, cambié el horizontal y deslicé a “Zhen, Shan, Ren” (Verdad, Compasión, Tolerancia) Llegaron los oficiales de policía de la estación local y me preguntaron, “¿Por qué escribes “Zhen, Shan, Ren” y lo cuelgas allí?”

Para entonces, mucha gente se había reunido frente a la puerta. Allí les pregunté, “¿Es bueno Zhen?” la gente dijo en voz alta, “¡Bueno!”
“¿Es bueno Shan?” “¡Bueno!”
“¿Es bueno Ren?” La gente dijo en voz alta, “¡Bueno!”
“¿Es la combinación de Zhen, Shan, Ren bueno?” “¡Bueno!”
Pregunté, “Ya que ‘Zhen, Shan, Ren es bueno, por qué no me permitirías colgarlo allí’
“¿Qué ley he roto?”

Cuando los oficiales escucharon eso no pudieron darme una respuesta, ellos se fueron.

(1) Yuan es la unidad monetaria china; 500 Yuanes equivale al promedio mensual de un trabajador en China.

Fecha de edición: 30/5/2004
Fecha de artículo original: 18/5/2004
Categoría: Noticias de China
Versión en inglés en disponible en: http://www.clearharmony.net/articles/200405/19674.html

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