(Sabiduriapura.org)

Una vez escuché la historia de una dama de apellido Wang quien quemaba incienso y saludaba [a la estatua de un Buda] todos los días.

Su vecino era carnicero y cada mañana se veían y se intercambiaban un saludo. El carnicero le preguntaba: Nanny Wang, ¿has quemado tu incienso? A lo que ella respondía: “Sí, y tú ¿Has matado algún puerco hoy? Y así se saludaban cada día, durante mucho tiempo.

Un día, el incienso de Wang sorprendió en el cielo a algunas deidades. Por lo tanto, tres deidades se disfrazaron como mendigos, con intención de salvarla. Se personaron en su casa en calidad de mendigos y solicitaron quedarse junto a la niñera de Wang.

La niñera de Wang notó que estaban sucios y les dijo, “soy una viuda y no conviene que tres hombres permanezcan la noche en mi lugar”.

Las tres deidades movieron sus cabezas y se marcharon. En el camino se cruzaron con el carnicero y le preguntaron: ¿Podemos permanecer en tu casa durante esta noche?

El carnicero consintió de inmediato. Les permitió quedarse en su habitación contigua y él durmió en el ático. De todos modos esa noche por alguna razón, no pudo conciliar el sueño. Se levantó y vio brillando unas lámparas en la habitación contigua. Le extrañó tal cosa y fue a ver qué pasaba. Se sorprendió al ver que un dedo del pie de la estatua del Buda estaba brillando. Él comprendió y de inmediato, arregló su cama con sábanas limpias y reverentemente les dijo a las tres deidades que se pasaran a dormir al ático ofreciéndoles su cama Se disculpó por no haber sido capaz de reconocerlos.

A la mañana siguiente, las deidades le preguntaron al carnicero: “¿deseas venirte con nosotros o deseas vender tus puercos? El carnicero replicó de inmediato: “voy con ustedes.”

Con esta historia de iluminación yo saqué de raíz mis sucios apegos. Por ejemplo, ponía mucha atención a mi apariencia. A menudo pensaba que el tener un buen cutis, me facilitaría para aclararle a la gente la verdad de Falun Gong. Descubrí que existía un profundo apego en mi corazón de sobresalir. ¡Vean lo bien que me he cultivado, mi piel es saludable y delicada! Mientras más apegado me volvía a eso, mi cutis empeoraba. El Maestro nos dijo: “Como dije, los cambios superficiales son para que otros los vean. Sea que puedas o no ser salvado depende del cambio y de la trascendencia de tu propio corazón. Si no ocurre cambio allí, uno no podrá mejorarse y nada podrá ser logrado”. (“La Gran Ley no puede ser aprovechada”, en Escrituras Esenciales para Mayor Avance) Traducción oficial.

Cuando hacía un trabajo de esclarecimiento de la verdad relativamente bueno, hacía ver a mis compañeros practicantes, lo estupendo que era diciéndoles que fui a tal o cual lugar explicando la verdad de Falun Gong a mucha gente, y que repartí muchas copias de hojas volantes, etc. ¿Acaso no era esto un apego a lucirme? ¿No era esto una escapatoria? Me di cuenta que realmente era un apego. De todos modos, continué haciendo lo mismo. A menudo me molesta por no haber sido capaz de abandonar esos apegos.

Dijo el Maestro:

“Estás en problema y el Maestro está en problemas por ti – Estoy en problemas porque no has abandonado tus apegos y porque no has alcanzado un alto nivel de comprensión en la Ley, y cuando resuelves un problema, creas otros. (revísate) ¡Esto no es crítica! Todo cuanto dice el Maestro es la Ley. (Explicando la Ley durante el Festival de la Linterna en la Conferencia de la Ley del Oeste)Traducción no oficial.

En realidad, todos sabemos que perseguir y ser fatuo son apegos muy malos. También es fácil que de esos apegos tomen ventaja las fuerzas del mal. Si no seguimos la Ley [Ley o Principios], no nos asimilamos en la Ley y no podemos alcanzar a Dafa y cultivarnos con un corazón puro, el resultado puede ser igual que el de la niñera Wang.

Fecha de edición: 18/4/2004
Fecha de artículo original: 26/3/2004
Categoría: Compartiendo entendimientos
Versión china disponible en: http://www.yuanming.net/articles/200403/29485.html
Versión en ingles disponible en: http://www.clearharmony.net/articles/200403/18628.html

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