Por una practicante de China

(Sabiduriapura.org)

Tengo cincuenta años de edad. Me embarqué verdaderamente en el camino de la cultivación a finales del 98. En ese tiempo yo estaba tan flagelada por enfermedades que sentí que estaría mejor muerta que viva. Tenía muchos problemas de salud, siendo el más serio el Síndrome de Meniere. Sufría también de problemas en mi vértebra cervical que causaban parálisis en mi cara y entumecimiento en mis extremidades, de una horrible enfermedad de la piel, de inflamación en los hombros, de gastritis, de disfunción ginecológica e inflamación y acumulación de fluido en mis articulaciones hasta el grado de tener dificultades para tomar transporte público. Además de eso, tenía un agudo problema de pie de atleta. Estas enfermedades me atormentaban hasta el grado de no poder derramar lágrimas incluso cuando lloraba y deseaba morir pero no podía. Tenía padres ancianos y niños en mi familia. Mis gastos médicos anuales eran muy altos, lo que redundaba en grandes dificultades financieras. Después de estudiar el Fa durante tres meses, todas mis enfermedades desaparecieron. Cada nuevo día me sentía llena de vitalidad y mi cara estaba radiante de salud. Parecía ser otra persona, experimenté verdaderamente el milagro de Falun Dafa.

El 20 de Julio de 1999, el mal cubrió el cielo y la tierra. Enfrentando esos súbitos cambios en el entorno, no supe qué hacer. Durante ese período, personas de mi unidad laboral y de la “oficina 6-10” [una agencia creada específicamente para perseguir a Falun Gong, con poder absoluto sobre cada nivel de la administración en el Partido y sobre todos los otros sistemas políticos y judiciales] hablaron conmigo varias veces intentando detenerme de practicar Falun Gong. Rehusaron abandonar mi hogar y mantuvieron sus amenazas y su intención de que yo escribiera una carta de garantía (para renunciar a Falun Dafa). Bajo tal intensa presión de los miembros de mi familia y otros, firmé la carta.

Después de firmar la carta, me senté a la mesa y mi corazón tenía un profundo dolor. Pensé en la frase frecuentemente citada "Cultiva firmemente Dafa, voluntad resuelta." (Naturaleza verdadera revelada). ¿Por qué en el instante más importante me convertí en una persona que decía una cosa pero quería decir otra? ¿Me había convertido en una traidora? ¿Por qué al enfrentar una pequeña tribulación me rendí inmediatamente? Había abandonado la rectitud, la moralidad y mis creencias. Durante unos pocos días después de firmar la carta, cada vez que me sentaba en meditación mis lágrimas fluían continua e incontrolablemente. Ellas caían durante todo el tiempo que meditaba. No importaba cuántas lágrimas derramara, no podían lavar mi vergüenza. Con profundo remordimiento, decidí recuperar mi carta de garantía de la “oficina 6-10”. Fui inmediatamente y le pedí a un oficial mayor que me devolviera mi carta, y declaré que estaba cancelada y anulada.

Durante ese período no podía disciplinar a uno de mis hijos quien estaba bebiendo excesivamente e involucrándose en problemas y no ponía atención a lo que yo le decía. Todos los días me sentía muy perturbada. Bajo este par de presiones, comencé a desatender mis estudios del Fa y enviaba pensamientos rectos irregularmente. Aunque estudiaba a diario el Fa, mi mente no estaba tranquila, especialmente cuando mi hijo estuvo en serios problemas mi espíritu estaba completamente deteriorado. No podía comer, beber o dormir y siempre lloraba. Sentí que mi nivel era más bajo que el de una persona ordinaria. Con posterioridad, sentí que mi cuerpo moría. Me puse más y más delgada y ya no podía comer nada. Incluso tomar algo de agua me causaba vómitos. En Zhuan Falun el Maestro dice:

Si no actúas de acuerdo con los requisitos del Fa, no perteneces a Falun Dafa. Tu cuerpo se restituye al nivel de una persona común y las cosas malas se te devuelven, porque lo que tú deseas es ser una persona común.”

Yo estaba tan enferma, mi espíritu se encontraba al nivel más bajo. Siguiendo el consejo de familiares y amigos, decidí ir a hacerme una revisión médica. Descubrieron que sufría cáncer terminal. La noticia me golpeó como un rayo y quedé inmediatamente en un confundido estado mental. Después del choque inicial, me serené y comprendí que no había puesto atención a mi carácter durante mi cultivación. Eso me condujo al problema de salud. Parecía ser una practicante pero en realidad sólo era una persona ordinaria. Todo lo que había hecho me alejó hacía el camino equivocado. Mi esposo me envío al hospital para una cirugía. El doctor dijo: “Es demasiado tarde, ¿por qué no vino antes? Incluso si la operara, podría no salir viva de la mesa de operaciones. Incluso si sobreviviera a la operación, no sobreviviría por mucho tiempo”. Mi esposo estaba tan asustado que apenas se pudo poner de pie. La desesperanza se veía en sus ojos. Ni siquiera tuvo la fortaleza para firmar el consentimiento a la operación.

Cuando el cirujano abrió mi cavidad abdominal, descubrió que el cáncer ya se había diseminado a otras partes de mi cuerpo. Después de la operación, mi esposo y mis familiares se sentían decepcionados y desesperados. El lugar de la incisión era extremadamente doloroso. Los analgésicos no me hacían efecto. Durante dos días estuve quejándome y gimiendo. Gradualmente, el dolor cedió un poquito. Durante ese período un pensamiento destelló en mi mente. Quise mirar otra dimensión para ver cómo eran las cosas ahí (después de dos años de práctica, podía ver cosas en otras dimensiones). Después de ejercer todas mis fuerzas, pude ver las pocas cosas que normalmente veía. Entre ellas había una flor que cambiaba constantemente y que era indescriptible. Los pétalos estaban compuestos de Faluns. En ese momento permanecía en el aire moviéndose hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia la izquierda. El tallo de la flor era del grosor de un dedo y estructurado como un cordel dorado y se estiraba hasta perder la vista. De pronto me di cuenta que el Maestro aún me cuidaba. El Maestro no me había abandonado. A pesar de no vivir de acuerdo a lo esperado y de mezclarme con el mundo ordinario, no había abandonado mis creencias en Dafa, no había olvidado Dafa. El Maestro aún estaba en el proceso de salvarme y me había dado otra oportunidad. En ese momento juré secar mis lágrimas y comenzar nuevamente mi cultivación.

Porque tenía esos pensamientos rectos, había ascendido desde el borde de la muerte. Después de estar 10 días en el hospital fui dada de alta. Esa misma noche, comencé a practicar los ejercicios resistiendo el dolor de la incisión y me senté con las piernas cruzadas en meditación durante cuarenta y cinco minutos. Persistí en mi práctica de ejercicios diarios y en el estudio del Fa. El Maestro me dio pistas en un sueño que fue tan vívido que sentía casi como si hubiera estado ahí en persona. El Maestro es tan compasivo. Derramaba lágrimas continuamente. Recordé a menudo que desde el 20 de Julio de 1999 hasta el 2001, el camino que había tomado incluía esclarecer los hechos, pero mi xinxing no se había elevado. No lo había hecho de acuerdo a los requerimientos del Fa. No era constante en el Fa y estaba siendo afectada por mi sentimentalismo hasta casi morir. Había olvidado la misión de un practicante de Dafa y había permitido que las viejas fuerzas se aprovecharan de la brecha y había tenido una gran caída en mi camino de cultivación.

A medida que mis pensamientos se estabilizaban, la gente de la “Oficina 610” me buscaba e intentaban utilizar mi enfermedad para aprovecharse y para dañar a Dafa. Constantemente los rechacé diciendo “mi enfermedad se debió a la persecución, a que la presión que ustedes ejercieron sobre mi era tan enorme para soportarla y junto al hecho de no hacer bien mi cultivación dio como resultado una enfermedad. No tenía nada que ver con Falun Gong ni con mi Maestro”. Al final se fueron desanimados. Me negué a tomar medicamentos, no acepté la quimioterapia y sólo actué según el estándar de Dafa en mi comportamiento y conducta. Me recuperé totalmente del cáncer.

El Maestro dice en "Enseñando y Explicando la Ley en la Conferencia del Fa en el Area Metropolitana de Nueva York."

"En algunos casos aislados los estudiantes realmente han contraído enfermedades incurables. Pero piénsenlo, tanta gente con graves problemas de salud o con enfermedades incurables antes de aprender el Fa, se sanaron después de aprender Dafa, así que ¿por qué algunos estudiantes se van en la otra dirección y no pueden sustentarse a sí mismos? ¿Es que Dafa discrimina entre los seres conscientes? ¿Es que yo, vuestro Maestro, trata a estudiantes de diferente manera? Realmente debo preguntarte: ¿Estás cultivándote verdaderamente? ¿Has seguido realmente los requisitos de Dafa? ¿Estás clarificando la verdad con pensamientos humanos de crítica a la persecución de Falun Gong, o estás validando el Fa y salvando a seres conscientes realmente, desde las bases de un discípulo de Dafa? Sí, las viejas fuerzas han arreglado que alguna gente pueda entrar, pero ¿a qué se debe que la mayoría de la gente puede hacerlo ahora, pero tú no? ¡¿No te he enseñado el Fa?!"

Después de entender lo que el Maestro quería decir en ese pasaje, ya no pude esconderme más. Las palabras que no podía pronunciar por vergüenza y remordimiento tenían a mi espíritu temblando. Pensé “No puedo sólo beneficiarme de Dafa y contribuir con nada. El Maestro me ha dado tanto. Sólo ser un practicante calificado en este período de rectificación del Fa, no dejando que el Maestro se preocupe de nosotros, no dejando que el Maestro soporte nuestras cargas, sino hacer bien las tres cosas que el Maestro quiere que hagamos, desechando todos los apegos, siendo determinado, no volviendo atrás, y embarcarse en la ola de validación de Dafa, sólo entonces podemos nosotros mostrar nuestra gratitud hacia la compasión y la salvación que nos da nuestro venerable Maestro.

Estas son mis propias experiencias. Si no entendí correctamente o si entendí equivocadamente, ¿podrían por favor señalármelo mis compañeros practicantes? De ahora en adelante, practicaré de acuerdo a los requerimientos del Fa, atesoraré esta oportunidad que sucede una vez en decenas de millones de años y seguiré con valor y fuerza.

Fecha de edición: 16/2/2004
Fecha de articulo original: 16/2/2004
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