Por Yoko Kaneko de Japón

(Sabiduríapura.org) A principios de junio de 2002, fui enviada al Hospital Policial de Beijing. Es un lugar cruel, en el cual los practicantes de Falun Gong son severamente perseguidos. El hospital puso a todos los practicantes en la Décima sala, que no tenía ventanas. Las luces estaban apagadas las 24 horas del día. No había ventilación. Había un olor podrido en el aire todo el tiempo. En el invierno estaba húmedo y frío. En el verano estaba caliente y húmedo. Había una gran puerta de metal negra al final del pasillo. Al lado de la puerta había dos guardias de policía con armas. El baño estaba localizado justo al lado de la salida. Había un oficial de policía en cada una de las entradas del baño, y cada uno estaba sosteniendo un arma.

Yo estaba encerrado en la misma celda que la Sra. Yuan Lin. Mientras yo estuve allí, Yuan Lin mantuvo una huelga de hambre por más de tres meses y quedó reducida a piel y huesos. Los policías la forzaban a comer todos los días y frecuentemente la esposaban a una cama. Cada vez que era esposada a una cama, ella era abandonada allí por al menos unos cuantos días y no le permitían ni siquiera ir al baño. El tubo plástico de alimentación era dejado en el lugar por muchos días seguidos, y se puso negro.

En la celda que compartíamos, la Sra. Yuan me contó alguna de sus experiencias. Ella dijo que había sido enviada al hospital policial de la 7ª división del Departamento de Policía de Beijing. La séptima división es donde la mayoría de los practicantes diligentes de Falun –Gong eran detenidos. Ella también me dijo que llevó más de siete meses procesar su caso. Durante eso siete meses, la policía la torturó de todas las formas imaginables. Ellos intentaron sacar algo de información de ella pero fracasaron. En el Centro de Detención de Shijingshan, la policía ordenó a cuatro detenidos que la torturasen. Los cuatros detenidos la ataron a una estructura de madera y la llevaron a un gran salón. Ellos la forzaron a comer mientras que una persona sostenía su cabeza y otra saltaba en su estómago. Usaron una gran cuchara para separar sus dientes y patearon sobre su estómago cada vez que la alimentaban con una cuchara llena de comida. La policía entonces ordenó a los detenidos apretar sobre su estómago con más y más fuerza. La tortura duró cerca de dos horas. Eventualmente la Sra. Yuan perdió la conciencia y no supo cuando o como volvió de vuelta a la celda.

Luego ella fue enviada a un centro de lavado de cerebro en Beijing. Ellos ordenaron a tres grupos, consistentes de tres personas en cada grupo, para torturarla 24 horas al día con presión y propaganda. Ellos intentaron forzarla a romper con el Maestro y Falun Dafa, pero ella se rehusó. Entonces los guardias se turnaron para pegarle en la cara con el libro Zhuan Falun. Su rostro se puso negro con moretones, sus ojos estaban cerrados con magulladuras, y perdió la audición en sus dos oídos. Fue empujada al piso, y los guardias se turnaron para montar sobre su espalda y pinchar su pecho y estómago con sus botas por tres días y noches sin parar. La pisaron tan fuerte y por tanto tiempo que la piel en su brazos y codos estaban rasgados. Sólo entonces ellos pararon de golpearla. La tortura dejó a la Sra. Yuan en serias condiciones, y tuvo que ser llevada al hospital para ser tratada de emergencia.

Los guardias de policía de la 7ª división frecuentemente vinieron al hospital a intentar forzarla a escribir la tal llamada Declaración de Arrepentimiento (1). Un día unos cuantos guardias fueron al hospital y trajeron de vuelta a la Sra. Yuan a la división 7ª. Yo estaba preocupado de que la torturaran otra vez. Una semana más tarde la Sra. Yuan fue enviada de nuevo al hospital y de nuevo puesta de vuelta en mi celda, pero su vida estaba en grave peligro, ya que la policía la había torturado hasta casi su muerte. Ellos aún creían que podían transformarla. Cuando los guardias las enviaron a la habitación de emergencia, empezaron a buscar su hogar e información de contacto para que sus parientes pudieran preparar su funeral. Yo estaba muy preocupado también, pero la Sra. Yuan no murió. Ella gradualmente se recuperó bajo la protección del Maestro Li.

Unos cuantos días después fui sentenciado a un año de trabajos forzados y enviado a un campo de trabajos forzados.

Nota:

(1) Declaración de Arrepentimiento – En esta declaración el practicante es forzado a admitir remordimiento por practicar Falun Gong, prometiendo renunciar a Falun Gong, y nunca más asociarse con practicantes o ir a Beijing a apelar por Falun Gong.

Fecha de edición: 3/11/2004
Fecha de artículo original: 9/10/2004
Categoría: Información sobre la persecución
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.ca/mh/articles/2004/9/22/84785.html
Versión en inglés disponible en: www.clearwisdom.net/emh/articles/2004/10/9/53301.html

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