(Sabiduriapura.org) Esta historia es acerca de una practicante que comenzó a cultivarse en 1995 y ahora está en los 50’s.

Llena de enfermedades y planeando suicidarse, el encuentro con Dafa la guió hacia un sendero nuevo. Mientras envejecía, además de la total debilidad en sus condiciones físicas, ella sufría de anorexia, cálculos biliares, malestar gástrico, artritis reumática y otras dolencias. Su situación no mejoró incluso después de un largo tratamiento. Gradualmente se volvió pesimista y cansada del mundo. Encontrando difícil afrontar los tormentosos dolores de sus enfermedades, a menudo hablaba de quitarse la vida. Confrontando estos severos dolores, ella vivió con la esperanza de curar sus enfermedades; ella había practicado muchos otros tipos de Qigong, pero los resultados eran menores. En octubre de 1995, un amigo le prestó un libro, China Falun Gong. Mientras más leía el libro, más sorprendida se sentía. Ella lo leyó dos veces seguidas y se dijo a sí misma, “¡por fin encuentro mi sendero!” Esa noche estuvo tan estimulada que lloró por largo tiempo. De allí en adelante, ella ingresó en el camino de la cultivación.

Estudiando la Ley, obteniendo la Ley; poniendo atención en cultivar la mente, recordando las enseñanzas del Maestro y volviéndose una buena persona
Un día, después de haberse cultivado por un mes, sus piernas y brazos le dolieron toda la noche. Pero al día siguiente sintió muy liviano todo su cuerpo. Más tarde fue al hospital para un chequeo, pero su enfermedad había desaparecido. A más de practicar los cinco ejercicios diariamente, en su vida diaria se conducía a sí misma estrictamente siguiendo las palabras del Maestro, siendo considerada con los otros y siendo buena persona.

Dafa es difamado; ella va a Beijing en busca de justicia
El 20 de julio, 1999, comenzó de súbito la malvada persecución. Los rumores y mentiras fueron esparcidos en todo sitio. Viendo que el periodismo nacional públicamente difamaba a Dafa, viendo como tractores descorazonadamente destrozaban preciados libros de Dafa, sintió como le enterraran un cuchillo en su corazón. Rodaban sus lágrimas. Sin ser movida por las objeciones de sus familiares, ella insistió en practicar y estudiar la Ley en casa. Varios meses más tarde, cuando compartía con otros compañeros practicantes, comprendieron que en calidad de discípulos de Dafa, ellos debían salir y expresar algunas palabras de justicia. Por tanto, ellos fueron a apelar.

En diciembre de 1999, después de un arreglo apropiado en casa, ella y tres otros practicantes tomaron el tren a Beijing. Como resultado, tres de ellos y otros cinco practicantes fueron regresados al centro de detención local e ilegalmente detenidos por medio mes. Dentro del centro de detención, encaró malos tratos y abusos verbales por parte de la policía, ella insistía en seguir haciendo los ejercicios. Aún más, ella y otros compañeros practicantes recitaban “Acerca de la Ley Buda”. Dos semanas más tarde, la policía les demandó escribir la tal llamada declaración de garantía (dejar de practicar). Ella finalmente rechazó. Su esposo escribió por ella, pero ella lo rompió en pedazos. Finalmente, su esposo firmó con su nombre en un papel ya escrito y la llevó a su casa.

En casa, para detenerla que vuelva a Beijing, su esposo la encerró y era supervisada de cerca. Ella aún insistía en practicar y estudiar la Ley en casa. Cuando pensó que su primer viaje a Beijing no dio el resultado deseado, se sintió mal.

En junio del 2000, después de una preparación cuidadosa, rompió los obstáculos y controles y por sí misma fue a Beijing. En su viaje se unió con otros practicantes. Sin embargo, cuando el tren paró en Jiaozuo en la Provincia Henan, ellos fueron arrestados. En el centro de detención ella rechazó decir su nombre y dirección y les alentó a los otros practicantes para que juntos resistieran al mal. Varios días más tarde, incapacitados de resistir más las torturas, un practicante que venía del mismo lugar de ella, le dijo a un policía su dirección. Desde entonces, su unidad de trabajo les regresó y fueron detenidos en la estación local de policía.

La policía usó toda clase de métodos diseñados para forzarle a renunciar a su creencia. Entonces los practicantes dijeron sus experiencias propias a los policías en que Dafa había sido falsamente acusado. Incapacitados de obtener lo que deseaban, la policía ordenó a los miembros de su familia, venir para persuadirla para que renuncie a su fe. Engañados por mentiras, les dijeron a los gobernantes, cinco de ellos, su madre, cuñada, hermana y otros dos que tomaban turnos para “predicarle” a ella. Ellos le dijeron historias ideológicas, reprimendas y golpizas, fue lo que recibió toda la tarde. Finalmente, su hija escribió por ella las “tres No declaraciones” [parar de practicar Falun Gong, no asociarse con otros practicantes y no ir apelar en Beijing] otro familiar firmó la declaración y después de eso fue liberada.

Después por dos ocasiones ella fue para apelar en Beijing, bajo presión y mentiras de la estación de policía y unidades de trabajo, su esposo se resintió aún más por su práctica de Dafa. Le amenazó con divorciarse para que dejara de practicar. Ella consternadamente le aconsejó a su esposo, “Es Dafa lo que me da mi segunda vida. Ahora, Dafa está experimentando tiempos difíciles. Es tiempo para mí que me levante y hable la verdad. Si deseas el divorcio, eso será tu decisión. Yo no dejaré de practicar”. Después de eso, su esposo no volvió a mencionar divorcio. De todos modos, aún sigue él controlándola y no le permite ponerse en contacto con otros practicantes previniendo que vaya a apelar.

Clarificando la verdad digna y noblemente; rescatando gente con pensamientos y acciones rectos
Ya que ella continuaba estudiando la Ley, comprendió gradualmente su responsabilidad – que es la de usar varios métodos para revelar a la gente la verdad de esta vil persecución. Ella usó su sabiduría evitar los obstáculos que su familia ponía en su camino, logró ponerse en contacto y unirse a compañeros de práctica, obtuvo material para clarificar la verdad y luego fue calladamente a distribuirlos.

Las enseñanzas de la Ley del Maestro afirmaron los pensamientos y acciones rectas de los discípulos, lo cual le dio a ella tremendo empuje. Alentada con esta seguridad, ella valientemente salió y clarificó la verdad de la persecución a la gente del vecindario. Además, estudiaba constantemente la Ley y practicaba los ejercicios, ella salía todos los días, llevaba consigo tarjetas y material que clarifica la verdad de Dafa y usó como ejemplo su propia experiencia para decirle a la gente acerca de Falun Gong. Después que la gente comprendía, ella les entregaba volantes o materiales. Los resultados fueron muy buenos.

En casa, invitó a amigos y vecinos cercanos para que la visitaran, les dijo de su propia historia de haber sido perseguida y les hizo ver grabaciones de vídeo para clarificarles la verdad, permitiéndoles que verdaderamente testifiquen con sus propios ojos lo cruel de esta persecución.

A menudo ocurría que cuando regresaba a casa después de hacer compras, acarreara un atado grande vegetales. Su hija le preguntó, “Mamá, compraste tantos vegetales, ¿cómo es posible que comamos todo esto? Ella le contestó, “Cuando descubrí esos granjeros de los vegetales, no pude dejar de decirles a cada uno acerca de los hechos de Falun Gong. Después de hablarles a cada uno, les compré los vegetales”. En la calle, cuando ella vio a los trabajadores empujando carretas subiendo la cuesta con dificultad, fue hacia ellos para ayudarles. En el transporte público ofrecía su asiento a otros. Cuando veía que otros tenían dificultades, ella iba para ayudarles. Cuando la otra persona experimentaba la bondad y ternura de los practicantes de Dafa, les hablaba de la persecución y de lo hermoso de Dafa. En casa, cuando un extraño accidentalmente golpeaba a la puerta, o cuando era un vendedor promoviendo mercancía, o cuando recibía llamadas telefónicas de la gente que había llamado equivocadamente, ella tomaba todas estas oportunidades para esclarecerle los hechos. Ella usaba toda clase de oportunidades para hablarle a la gente acerca de lo que le ocurría a Dafa.

Anteriormente, cuando ella estaba con sus amigos, no hablaba mucho. Cuando salía a clarificar la verdad, mientras más hablaba, mejor lo hacía. Mientras más hablaba, mejores eran los resultados que obtenía. No tuvo mucha educación, pero sus palabras fluían con sinceridad, bondad y entusiasmo, permitiendo a la otra gente experimentar la compasión y lo genuino de Dafa. La policía local y la gente de la Sección de Seguridad del trabajo, a menudo le amenazaban llamándola o asistiendo a su casa. Esta practicante se dio cuenta que esa gente también necesita ser salvada. Por tanto ella tomó la iniciativa diciéndoles acerca de Dafa, conversándoles acerca de sus propias experiencias milagrosas, después de cultivarse, su enfermedad fue curada sin tratamiento; y les dijo, “Dejen ya de perseguir a los practicantes de Dafa. Durante este período especial, quien quiera que ofrezca apoyo a Dafa ganará un fantástico futuro. Quien quiera que ayude al tirano, seguramente que en el futuro recibirá retribución kármica.” Ella les habló con pensamientos rectos, y sus palabras estuvieron llenas de sabiduría, de tal forma que los policías se quedaron mudos. Se sintieron tan avergonzados que no podían levantar sus cabezas. Después que los policías entendieron esto, cuando volvían a encontrarse con ella en las calles, pretendían como que no la conocían. Ella preocupada porque ellos no habían comprendido completamente la verdad, se acercaba a hablarles. Los oficiales comentaban mientras le escuchaban, “¡Está bien, está bien, todos sabemos!” La practicante les soltó las manos. Los oficiales se alejaron apresurados, jamás regresaron a molestarla.

Debido a que valientemente a la gente le hablaba cara a cara acerca de los hechos, algunos practicantes no le comprendían, sintiendo que ella no ponía atención a su seguridad. Después que ella aprendió eso, ella juzgaba su comportamiento con los estándares de Dafa y se convenció de que no estaba equivocada. Ella dijo, “El Maestro se mantiene diciéndonos que debemos atesorar el tiempo para salvar a la gente y clarificar la verdad. Encontré que clarificando la verdad cara a cara era muy efectivo. Eso podía dejar una impresión muy profunda en el corazón de la gente, cambiando completamente su mal entendido acerca de Dafa. ¡Eso es algo bueno! ¿Por qué debo hacerlo? Ella también compartió su entendimiento con los compañeros practicantes y a todos les habló de sus propias experiencias. Esto es lo que dijo, “Cuando por primera vez salí a clarificar la verdad, también estuve un poquito temerosa. Pero me di cuenta que el miedo es una clase de egoísmo. Es algo que nosotros debemos dejarlo ir en nuestra cultivación. Una vez que gradualmente lo abandonamos, podemos obtener mejores resultados cuando clarificamos la verdad. A cambio, si usamos la excusa de seguridad para cubrir nuestro miedo, entonces estamos permitiendo que se desarrolle un campo, que existe y crece. Este se volverá más y más grande, finalmente causando a nuestra rectificación de la Ley un proceso de obstrucción. No quise que cada uno hablara de la misma forma que lo hice, comprendo como la enseñanza del Maestro, como un cultivador, no hay ejemplo ha seguir, el sendero que cada uno tome es diferente. Ustedes envían hojas volantes, yo clarifico la verdad. Él cuelga un letrero. Alguien hizo esto, algún otro aquello, cada uno está haciendo algo para ayudarle al Maestro para rectificar la Ley. Todos nosotros estamos tomando nuestro propio sendero. El punto crucial es que a través de hacer estos hechos, abandonamos apegos”. De esta experiencia compartida, algunos practicantes comenzaron abandonar el miedo y valientemente clarificaron la verdad a la gente. Tanto, cuanta gente en esta área comprendió la verdad acerca de Dafa.

En el proceso de clarificar la verdad, ella también se juntó con alguna gente obstinada. Esta practicante pacientemente les dijo los hechos, que Dafa y el Maestro son lo más virtuosos, son lo mejor, son inocentes y han sido difamados y les daba a ellos los VCD’s. La mayoría de ellos comprendían y apoyaban a Dafa. Alguno de ellos dijo, “En realidad, después de la Revolución Cultural, nadie ha creído en el régimen Comunista. Usando tales métodos brutos y bajos para perseguir a Falun Gong, ellos no tendrán un buen final. Estaremos expectantes hasta el día en que el buen nombre de Falun Gong sea restaurado.”

24-7-2003

Fecha de edición: 11/8/2003
Fecha de artículo original: 8/10/2003
Categoría: Historias de Rectificación de la Ley.
Versión china disponible en:
//minghui.org/mh/articles/2003/7/25/54565.html"http://minghui.org/mh/articles/2003/7/25/54565.html

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