16 de noviembre, 2001


Lo que el Maestro Li aguanta

Mi hija nació en 1992 y obtuvo la Ley cuando tenía tres años. A los cuatro años, ya utilizaba el meñique para señalar los caracteres [Caracteres chinos. Trans.], uno por uno, mientras leía Zhuan Falun en el sitio de práctica con otros practicantes. Ahora, tiene casi diez años de edad y me dice lo que ve y oye cada día, pero nunca me permite anotarlo u organizarlo. Pero hubo un incidente que me contó que debo poner por escrito para ella.

Algunos seres de alto nivel apuntaron a los practicantes que se han iluminado siguiendo un camino perverso, y le dijeron sarcásticamente al Maestro Li, "¿Todavía sufres por esa clases de gente?" El Maestro Li cogió unos tazones de veneno, algunos de los cuales todavía tenían burbujas en la superficie, y se las tomó. Los tazones en el Cielo son del tamaño de barriles. El Maestro Li no tenía que beberse el veneno si decidía abandonar a esos practicantes. Además, para aquellos practicantes que no superaron los obstáculos del Xinxing, el Maestro Li tuvo que beber veneno por ellos también.

Una vez cuando mi hija vio al Maestro Li beberse el veneno, le dijo, "¡Maestro, déjeme beberlo por usted!" El Maestro Li dijo, "El que logres con éxito tu cultivación será la mejor manera de compensarme."


Repartición de volantes en áreas rurales

Un día, mi esposo y yo decidimos ir a un área rural para distribuir materiales que clarifican la verdad de Falun Gong. La destinación quedaba a unas 11 o 13 millas y nos llevaría cerca de cuatro horas en bicicleta. Nunca había estado allí antes y empecé a preocuparme. Mi esposo estaba preocupado de que yo no pudiera seguirle el paso. Entonces pensé en los informes de Clearwisdom.net sobre la gran caminata mundial "SOS". ¿Cómo podía una cosa tan pequeña pararme? Resultó que durante el viaje siempre iba yo delante de mi esposo, y nos llevó solamente dos horas y media llegar. Nos pasamos tres horas y media repartiendo materiales y volvimos a casa esa misma noche. Otro día, mi hija dijo que nos había visto desde el Cielo. Bajo nuestras bicicletas había Falunes que iluminaban el camino. Había también un Falun que iba empujando las bicicletas. Al lado de cada estrella había deidades que nos miraban. El Maestro Li también nos estaba mirando. Mi hija dijo que ella nos estaba mirando con sus ojos que emitían dos rayos. En la parte posterior de la cabeza tenía yo un objeto brillante, como una esfera, que decía: "La Ley rectifica el Cosmos, el Mal se elimina completamente." Era verdad: durante esas pocas horas yo iba enviando continuamente pensamientos de rectitud. Después de acabar la repartición en una aldea, nos perdimos en la obscuridad. Luego llegó un camión que nos llevó a otra aldea. Mi hija dijo que el Maestro Li lo había arreglado.
Realmente no merece la pena mencionar un pequeño incidente como este, pero la compasión del Maestro, quien estuvo con nosotros en todas partes, me hizo llorar. Por eso escribí este artículo para animarnos mutuamente e inspirar a otros practicantes a que se esfuercen por ir juntos hacia adelante.


Fecha Original del Artículo: 11/16/2001
Versión en chino disponible en http://minghui.cc/mh/articles/2001/11/16/19735.html

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