(Minghui.org) Fue después de un estudio del Fa de hace unos diez años, cuando una practicante señaló que mis manos miraban hacia abajo cuando enviaba pensamientos rectos, me sentí como si me hubieran abofeteado. Me sentí tan avergonzada que me sonrojé. Rápidamente le dije que lo corregiría. Desde ese día presté atención a la posición de mis manos cuando enviaba pensamientos rectos. Sentí que la intención de la practicante era buena y le agradecí su recordatorio.

Este año nos reunimos para ver un video de Shen Yun, un practicante me saludó y me dijo: “¿Anciana, aún practicas Falun Dafa? Me sorprendió un poco. Casi lloro, pero me contuve. No obstante, no podía calmarme y pensé: “Porqué me habló con tanta dureza?”. Supe que debía mirar seriamente hacia dentro.

Estas palabras fueron una llamada de atención, y las utilicé para mirar hacia adentro y mejorar.

Cada semana preparo y llevo a una practicante el Minghui semanal y los materiales de aclaración de la verdad al estudio del Fa. Tenía invitados en casa y ese día cuando fui al estudio olvidé llevar los materiales. No me percaté hasta que llegué. La practicante se acercó al final del estudio para pedirme los materiales. Dijo: “¿Cómo has podido olvidar algo tan importante?”, les respondí: “Siento que hayas venido en vano”.

Durante el camino de vuelta a casa me lo recriminé. Para un practicante cada minuto es muy valioso y malgasté su tiempo.

Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, prefería sufrir dolor físico a que me criticaran. No podía aguantar ningún comentario negativo ni tampoco quedar mal. Después de que comencé a practicar dejé de preocuparme tanto por mi ego. A partir de estos incidentes entendí que debo recordar las enseñanzas de Shifu y tomar las críticas y los recordatorios de los practicantes de corazón.

Ya sean elogios o críticas, debo tratarlos con una mentalidad agradecida, mirar hacia adentro y preguntarme porqué han sucedido. No debo ver las cosas con pensamientos y emociones humanas. Si usamos los estándares del Fa y la mentalidad de un cultivador para mirar nuestros problemas, podemos encontrar nuestras deficiencias y cultivarnos con entusiasmo.

Agradezco sinceramente a los practicantes su ayuda. Debemos actuar como un solo cuerpo y hacer lo que Shifu dice en, “Mantente alejado del mal peligroso”.

“Ese es el Shifu diciéndoles que se ayuden y salven unos a otros y, al mismo tiempo, se salven a sí mismos. Esta es la salvación mutua de las multitudes de seres en el final del tiempo”.