(Minghui.org) Estaba en la flor de la vida y aprovechaba al máximo las oportunidades que me ofrecía la sociedad. Sin embargo, eso me llevó a un declive moral del que me resultó difícil salir. Por suerte, la naturaleza de Buda estaba arraigada profundamente en mí. Además, me hacía continuamente preguntas sobre la vida y el universo. Fue en ese viaje contradictorio e intrincado cuando conocí Falun Dafa, aprendí sobre el verdadero significado de la vida y me embarqué en el camino de la cultivación. Lo experimenté en 2012, después de graduarme en la universidad.

Estoy extremadamente agradecida por los arreglos meticulosos de Shifu. Shifu me sacó del infierno y me proporcionó un ambiente de cultivación diligente inmediatamente -desde el principio de mi cultivación. Estaba rodeada de practicantes veteranos que habían estado cultivándose durante años. Se levantaban temprano y se quedaban hasta tarde, dedicándose a las tres cosas todos los días. Podía sentir un campo de energía muy fuerte, y cada día me sumergía en un estado de santidad y pureza.

Me gustaría compartir la importancia de memorizar el Fa y cómo me ha ayudado en los últimos 10 años. Espero animar a más practicantes a hacer lo mismo.

Memorizar el Fa con un grupo en invierno

Las mañanas de invierno son extremadamente frías, pero eso no disuadió a los practicantes que me rodeaban. Nos reuníamos a las 4 o 5 de la mañana para memorizar Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Una vez sentados, acordábamos un párrafo para memorizar. Dedicábamos entre 5 y 10 minutos a estudiarlo por nuestra cuenta y luego recitábamos el párrafo en grupo. Después continuábamos con el siguiente párrafo.

Los practicantes ancianos que ya no tenían que trabajar podían dedicar unas cuatro horas cada mañana, de 4 a 8, a memorizar el Fa. Podían memorizar mucho cada día. Sin embargo, al principio era difícil levantarse tan temprano. Por eso ajusté mi horario de memorización de 5 a 7 de la mañana. Tardé aproximadamente un año en memorizar completamente el libro Zhuan Falun.

Memorizar el Fa la primera vez tuvo un profundo impacto en mí. Tuve que superar la mentalidad de buscar comodidad, mantener la concentración y eliminar las perturbaciones de diversas formas de yeli de pensamiento. Al mismo tiempo, me di cuenta de una diferencia significativa entre memorizar y leer el Fa. La memorización requiere mucha concentración, y los principios del Fa se revelan más claramente. Al leer el Fa, es posible pasar por alto algunas palabras si no se está suficientemente atento, lo cual es el problema de estudiar el Fa, pero no entender el Fa.

Los pensamientos rectos vencen las interferencias malignas

Me mudé a una nueva ciudad debido a un traslado de trabajo. Tenía la noción incorrecta de que memorizar Zhuan Falun una vez sería suficiente, y no había necesidad de memorizarlo otra vez. Así que, durante ese período de tiempo, sólo leí Zhuan Falun. Aunque continué leyendo Zhuan Falun y otras enseñanzas de Shifu, surgieron muchos apegos humanos.

Estaba decidida a memorizar Zhuan Falun después de leer algunos artículos para compartir en el sitio web de Minghui. El objetivo no era simplemente memorizar el Fa, sino memorizar el Fa persistentemente. Durante la siguiente ronda de memorización de Zhuan Falun, lo abordé con gran seriedad. Ya no buscaba la velocidad. Memoricé y recité cada párrafo y cada palabra sólidamente. Me fijé una exigencia: recitar 10 veces de manera competente y precisa antes de pasar al párrafo siguiente.

Memorizar el Fa por segunda vez puede considerarse la segunda etapa de mi cultivación. En esa etapa, me había alejado de los practicantes veteranos diligentes y me encontré rodeada de practicantes más jóvenes con diferentes niveles de cultivación. Empezaron a surgir muchos apegos que antes no había notado: fama y ganancia, vanidad, dependencia, búsqueda de comodidad, lujuria, etcétera.

Memorizaba el Fa todos los días y me esforzaba por mejorarme según los requisitos del Fa cuando los malos pensamientos surgían de vez en cuando. Enfrentándome a diversas tribulaciones, a veces lo hacía bien y otras no tanto.

Debido a mi falta de experiencia en el rescate de practicantes encarcelados, sin querer di mis datos a la policía. Encontraron mi casa y me llevaron a comisaría, investigando todo sobre mí. Era la primera vez que me enfrentaba a una situación tan dura, y no tenía ni idea de lo que pasaría después. Recordé repetidamente el Fa de Shifu y mantuve fuertes pensamientos rectos. No cooperé con sus tácticas coercitivas, pensando: "Se lo dejaré todo a Shifu. Sólo Shifu decide mi destino, ya que ningún malhechor está cualificado para ponerme a prueba". Al final, me liberaron.

En los días siguientes, el miedo y la ansiedad se apoderaron de mi corazón y no podía quitármelos de encima. No sabía si volverían a por mí ni qué pasaría después.

Seguí recitando poemas de Hong Yin, miré continuamente en mi interior y rectifiqué todo lo que no estaba a la altura de los estándares del Fa. Me di cuenta de que aún albergaba una mentalidad combativa hacia la policía. Me esforcé por generar compasión y lamenté lo lastimosas que eran esas vidas, manipuladas por seres malignos. Debería tener pensamientos benévolos hacia ellos. Al surgir este pensamiento, pude sentir claramente que la nube de negatividad que me presionaba se disipaba de repente, y todo mi campo se volvió increíblemente claro y brillante.

Aquella prueba podía parecer insignificante a muchos practicantes veteranos, pero para mí, una recién llegada a la cultivación, era tan desafiante como escalar una montaña. El factor crucial que me ayudó a superar sin problemas aquella interferencia demoníaca fue tener constantemente presente el Fa de Shifu y actuar en consecuencia.

Prueba de vida o muerte de la lujuria

Muchos practicantes se enfrentan a la prueba de la lujuria, pero para mí fue una prueba de vida o muerte, que podría tener mucho que ver con el yeli que acumulé cuando era joven. Las viejas fuerzas parecían haber estado siguiéndome desde que era pequeña y organizaron muchas cosas a mi alrededor para atraerme hacia la lujuria. Bajo la disposición de las viejas fuerzas, tuve pensamientos lujuriosos cuando era muy joven, y se hicieron más fuertes durante la adolescencia.

Una vez estaba estudiando sola en el laboratorio del instituto, cuando una inexplicable cosa invisible penetró en mi cuerpo a través del perineo. Desde entonces, a menudo me vi interferida y perturbada por cosas negativas desordenadas y oscuras, lo cual era doloroso. Me afectó tanto que mi rendimiento académico fue bajo y al final no me aceptaron en la universidad de mis sueños.

Cuando estaba en otra universidad, empecé a salir con un estudiante del último curso. Hice algunos amigos ocasionales y desarrollé algunos malos hábitos. Como resultado, empecé a sufrir enfermedades. Todo esto fue antes de encontrar Dafa.

En la primera etapa de mi cultivación, como los practicantes que me rodeaban eran muy diligentes, pude eliminar rápidamente la interferencia de la lujuria después de compartir con practicantes veteranos. Pero en mi nuevo ambiente, conocí a muchos hombres, y cada vez que tenía un mal pensamiento, el demonio de la lujuria se aprovechaba de mí. Me sentía atormentada e inquieta debido a la interferencia de los deseos sexuales. Dejar ir estos malos pensamientos era increíblemente difícil.

Al enfrentarme a otras pruebas, podía rectificarme rápidamente recordando el Fa de Shifu, pero cuando me enfrentaba a la prueba de la lujuria, un poderoso demonio de otras dimensiones parecía controlarme implacablemente, hasta el punto de que no podía tener los pensamientos rectos para resistirme al demonio. Cuando las cosas se ponían particularmente intensas, ni siquiera podía tomar Zhuan Falun, y mi mente se llenaba de negatividad y cosas sucias. Durante un periodo especialmente severo, me atropelló una bicicleta eléctrica y sufrí una lesión en la pierna, de la que tardé cerca de un mes en recuperarme. A veces, me planteaba abandonar la cultivación por considerarla demasiado dura. Sin embargo, cada vez recordaba que Shifu estaba a mi lado y que sería capaz de superarlo.

Siempre que tenía un momento libre, estudiaba y memorizaba el Fa con determinación. Me dije: aunque el demonio de la lujuria intentara por todos los medios hundirme, seguiría teniendo el Fa de Shifu a mi lado todos los días.

Con el paso del tiempo, mis pensamientos rectos se fortalecieron gradualmente, y ya no me atormentaban los deseos sexuales. Soñé que estaba con un demonio de la lujuria, y que este ya estaba incapacitado, pero llegábamos a un punto en el que unos perros nos impedían el paso. Me preocupaba que el demonio de la lujuria pudiera resultar herido por los perros e intentaba protegerlo.

Me desperté y me di cuenta de que no lo había abandonado del todo y aún quería proteger al demonio de la lujuria. Tuve otro sueño, en el que lo que parecía ser un ser demoníaco me decía que, como intentaba eliminarlo y no dejarlo vivir, tampoco me dejaría vivir a mí. En dos momentos de julio y agosto, intentaría matarme.

Una noche de julio, sufrí de repente la ilusión de una intoxicación alimentaria. Se lo conté a algunos practicantes veteranos, y con su ayuda me recuperé pronto.

Después, me mudé a un nuevo apartamento en un piso alto sin barreras protectoras en las ventanas. Cuando me asomé a la ventana para mirar hacia abajo, sentí una inexplicable sensación de miedo, como si una fuerza intentara tirar de mí hacia abajo. Me asusté mucho y no me atreví a volver a acercarme a las ventanas. A medida que pasaba el tiempo, esa sensación de miedo se hacía más fuerte. Incluso evitaba mirar a las ventanas. Cada vez que me acercaba accidentalmente, una fuerte sensación parecía tirar de mí hacia las ventanas y quería hacerme saltar. Me di cuenta de que era el yeli de pensamiento que intentaba llevarme a la muerte, lo que me recordó el extraño sueño que había tenido.

Tanto si leía los artículos que compartían los practicantes como las enseñanzas de Shifu, me encontraba con contenidos relacionados con el yeli de pensamiento. Sabía que Shifu me estaba ayudando. Intensifiqué mis esfuerzos en memorizar el Fa. En el pasado, memorizaba un párrafo del Fa al día, sin embargo, durante ese tiempo en particular, memorizaba tres o cuatro párrafos cada día.

Más tarde empecé a trabajar y mi entorno cambió, y ese sentimiento de miedo se desvaneció gradualmente. Llegué a comprender que la cosa concreta de mi sueño que me quería muerto era el demonio de la lujuria.

Con la ayuda y protección de Shifu, finalmente superé la prueba de vida o muerte de la lujuria tras varios años de lucha. Tras superar esta gran prueba, mi estado de cultivación se volvió notablemente estable y sólido.

Inspirar a otros a mi alrededor a memorizar juntos el Fa

Los beneficios de memorizar el Fa me han ayudado enormemente durante estos años, así que a menudo animaba a los practicantes a mi alrededor a memorizar el Fa conmigo.

Había un practicante que era muy diligente en estudiar el Fa, hacer los ejercicios, enviar pensamientos rectos y aclarar la verdad. Sin embargo, noté que a menudo cometía errores al leer el Fa. Leía mal cuatro o cinco veces en un párrafo y tenía que señalar cada palabra para leer con más precisión. Le propuse que memorizáramos juntos el Fa. Después de memorizar juntos la mitad de una lección, me di cuenta de que había dejado de cometer errores al leer.

Otro ejemplo fue el de un practicante veterano. Debido a experiencias de persecución y otras razones, parecía tener una barrera que no podía romper. A menudo se preocupaba por su trabajo y se enredaba en asuntos mundanos, y no se encontraba en un estado diligente.

Se enfrentaba al acoso continuo de la "Campaña de reducción a cero" del Partido Comunista Chino. En consecuencia, se encontró cooperando con las autoridades y luchando por superar los desafíos. Se sentía profundamente afligido por toda la situación.

Algunos practicantes y yo nos reuníamos con él los fines de semana para memorizar juntos el Fa. Cuando memorizaba, se mostraba muy serio y concentrado, lo que generaba en él fuertes pensamientos rectos. Las viejas fuerzas hicieron que algunos funcionarios llamaran a su puerta en repetidas ocasiones. Él dejó de tener miedo y se enfrentó a las intimidaciones y amenazas de los funcionarios con pensamientos rectos. Habló con razón y firmeza, lo que pareció ahuyentarlos. Los funcionarios no volvieron a molestarlo y dejaron de pedirle que firmara la declaración de renuncia.

Al ver la transformación en los practicantes, me sentí aún más motivada para animar a otros a memorizar el Fa. Comprendo que algunos practicantes pueden pensar que estudiar una lección del Fa cada día puede ser más rápido que memorizar un párrafo en un tiempo similar. Sin embargo, en mi camino de cultivación, los cambios producidos por la memorización persistente del Fa son bastante significativos.

Muchos practicantes a menudo expresaron este sentimiento: Después de estudiar el Fa por tantos años, finalmente entiendo este principio del Fa.

Estudiar el Fa en tranquilidad puede eliminar el yeli de pensamiento de uno, elevarnos continuamente, fortalecer los pensamientos rectos, y revelar diferentes capas de los principios del Fa que antes no se veían. Espero que los practicantes que no han empezado a memorizar el Fa consideren dejar de lado cualquier idea preconcebida que les ha impedido recitar el Fa y empiecen a memorizar Zhuan Falun.