(Minghui.org)

Tengo el honor de presentar a la gente de todo el mundo algunas experiencias que tuve después de convertirme en una cultivadora de Falun Dafa.

Superando obstáculos, siendo testigo de milagros después de obtener el Fa

Nací en una familia fuertemente cristiana y por eso crecí con las enseñanzas cristianas. Veneraba a Dios y era franca, honesta y amable. Por miedo a ser castigada por hacer lo incorrecto, ejercía la prudencia para hacer las cosas correctamente.

Sin embargo, al crecer empecé a buscar el desarrollo personal. Aprendí que sólo si no seguía las normas establecidas por la Iglesia podría obtener más. Pensé que, permaneciendo fuera de la Iglesia, mientras supiera lo que era correcto en mi corazón, seguiría siendo capaz de aferrarme a mi fe. Cuando decidí dejar la Iglesia, mi esposo no podía aceptarlo. Pasé más de un año intentando convencerle de que aceptara mi decisión. Él no lo hizo y continuó esperando que yo siguiera los principios de la fe cristiana basados en las directrices de la iglesia.

El 15 de septiembre de 2020, decidí llevarme a mi hija de 5 años y mudarme a casa de mi hermana menor. Ella había estado practicando Falun Dafa durante solo un mes.

Mi hermana me acogió con gran calidez. Me presentó la práctica espiritual de Falun Dafa. Los principios de Falun Dafa que me fue contando me llamaron la atención, y empecé a hacer los ejercicios y a leer el libro Zhuan Falun. Después de aprender más sobre Dafa, me di cuenta de que esto era lo que yo quería. Me encanta Falun Dafa.

Durante los dos meses que viví con mi hermana, mi esposo me llamó desesperado. Me dijo llorando que quería que volviera a casa y que respetaría mi decisión de no seguir el cristianismo. Pensé en los principios del Fa de Zhen-Shan-Ren (Verdad, Benevolencia, Tolerancia), y por bondad hacia mi familia me di cuenta de que tenía que volver a casa y ayudarles. Mi esposo aceptó mi cambio cuando volví a casa. Sin embargo, no quería escuchar nada de lo que yo decía sobre Falun Dafa. Pensaba que estaba perdida. Me di cuenta de que tenía un apego al miedo, que tenía que eliminar.

Mi hermana me dio un ejemplar de Zhuan Falun y empecé a leer el libro y a hacer los cinco ejercicios todos los días. Poco a poco, la vida en mi familia se volvió armoniosa, y mi esposo se volvió más tranquilo y paciente a medida que pasaban los días.

Fui a ayudar a mi esposo con la casa que estábamos construyendo. Antes no podía hacer trabajos pesados. Ahora, el primer día llené 50 cubos de cal en polvo y no me sentí cansada en absoluto. Al día siguiente, iba a seguir con mi pesada carga de trabajo. Sentí que mi trabajo y mi forma de pensar ya no eran los mismos que en el pasado. Estaba agradecida por todo lo que había pasado. A través de todas las tribulaciones, he mejorado mi xinxing.

Debido al virus del Partido Comunista Chino (neumonía de Wuhan), nuestra hija no pudo ir a la escuela. Empezamos a escuchar Radio Minghui. Estaba leyendo las enseñanzas de Falun Dafa a mi esposo y le pregunté si empezaría a practicar los ejercicios. Le expliqué que cultivaríamos Zhen-Shan-Ren todos los días. Poco a poco, empezó a cultivarse en Zhen-Shan-Ren y aprendió a discernir cuándo era el momento de mejorar su xinxing.

En septiembre de 2021, fuimos a visitar a mis suegros. Mi suegro estaba sacando el coche del garaje. Después de abrir la puerta del garaje, mi esposo le indicó a su padre que saliera. Sin embargo, salió del coche para tomar algo de la casa y se olvidó de poner el freno. En ese momento, el coche salió del garaje por sí y aceleró. Mi esposo iba detrás, pero no sabía que su padre no iba en el coche.

El coche siguió avanzando pero no golpeó a mi esposo. Bajó por la pendiente fuera del garaje, esquivó un coche estacionado en la calle y pasó junto a un poste de conducción eléctrica al otro lado de la calle. Al final, se detuvo al chocar contra un árbol y solo sufrió daños menores. Fue realmente un milagro.

Estoy agradecida a Shifu, porque sabía que nos estaba protegiendo de lesiones graves.

Mi cáncer está completamente curado

En 2011 me diagnosticaron cáncer de tiroides. Tuvieron que operarme para extirparme toda la tiroides porque ya no producía hormonas. El médico especializado en el tratamiento de tumores me dijo que mi salud se vería drásticamente afectada y que no podría tener ningún bebé. Después de la operación, tuve que tomar tiroxina sintética (la hormona tiroidea) durante el resto de mi vida, pues mi cuerpo ya no podía producirla. Aunque todavía no había empezado a practicar Falun Dafa, Shifu me protegía igualmente. En 2015, di a luz a mi hija, que estaba en perfecto estado de salud.

Antes de practicar Falun Dafa, seguía las instrucciones del médico y tomaba la hormona todos los días. Si me olvidaba de tomarla, me volvía lenta de pensamiento, actuaba de forma irracional, me sentía somnolienta y, a veces, se me hinchaba el cuerpo. Incluso podía morir si dejaba de tomar la tiroxina.

Aproximadamente un año después de empezar a practicar Falun Dafa, decidí dejar de tomar la hormona y seguí sintiéndome bastante bien. Cuando mis padres se enteraron de que ya no tomaba tiroxina, me obligaron a hacerme un examen físico. Les dije que era una cultivadora y que no necesitaba tomar medicamentos. Ante su insistencia, me sometí a un examen médico.

Cuando mi esposo le contó a la doctora mi historial médico, le dijo que buscara a alguien que cuidara de nuestra hija, ya que yo no podría vivir sin la hormona. Le dije al médico: "Estoy cultivando Falun Dafa. No hay necesidad de tomar medicamentos". Me preguntó: "¿Se puede curar el cáncer mediante la cultivación?". "Sí", le contesté. Dijo que le gustaría ver los resultados de mis análisis.

Seguí los consejos del médico y me hice todas las pruebas. Cuando le llevé los resultados, se asustó. Resultó que los instrumentos médicos no eran capaces de medir el nivel de tiroxina en mi sangre. La lectura era tan alta que sobrepasaba los límites superiores del instrumento de prueba. Me miró y me dijo con voz temerosa: "No se cómo estás viva, frente a mí". Explicó sorprendido que iba más allá de su comprensión, la realidad en la que viven los practicantes de Falun Dafa, ya que difiere mucho de la ciencia médica moderna.

Estoy muy agradecida a Shifu por concederme este milagro de la vida, y muy agradecida por ayudarme a ser y mantenerme optimista, hasta el día de hoy.

(Presentación seleccionada para celebrar el 24.º Día Mundial de Falun Dafa en el sitio web de Minghui)