(Minghui.org)

Nombre chino: 齐敬浦

Nombre: Qi Jingpu

Género: Femenino

Edad: 82 años

Ciudad: Jiamusi

Provincia: Heilongjiang

Profesión: Funcionaria jubilada de la oficina de recursos energéticos

Fecha de defunción: 7 de febrero de 2023

Fecha de la última detención: 30 de septiembre de 2017

Último lugar de detención: Comisaría de Anqing

Una residente de la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, murió el 7 de febrero de 2023, tras permanecer en estado vegetativo durante cinco años y medio. La Sra. Qi Jingpu tenía 82 años.

La Sra. Qi era funcionaria jubilada de la Oficina Municipal de Recursos Energéticos de Jiamusi. Fue perseguida en repetidas ocasiones por preservar su fe en Falun Gong, práctica de cuerpo y mente que es perseguida por el Partido Comunista Chino desde julio de 1999.

Fue detenida por última vez el 30 de septiembre de 2017, y se le detectó una presión arterial peligrosamente alta durante el examen físico requerido para su detención. La policía no la puso en libertad bajo fianza hasta dos días después. El día de su puesta en libertad (1 de octubre), a las 10 de la noche, presentó síntomas de accidente cerebrovascular y fue trasladada de urgencia al hospital. Fue operada esa misma noche, cirugía que terminó a las 5 de la mañana del día siguiente. Fue llevada a la UCI para observarla en el postoperatorio.

Tras la operación, entró en coma profundo y fue conectada a un respirador artificial. Después su estado mejoró un poco, pero siguió siendo un vegetal en sus últimos años.

Sra. Qi Jingpu

Una madrastra querida

La Sra. Qi enviudó y se volvió a casar. Ella y su segundo marido tenían cada uno un hijo de sus matrimonios anteriores. Para mantener a su familia, después de jubilarse se puso a vender en un mercado local. Aunque las dificultades de la vida no la aplastaban, de vez en cuando se sentía desconcertada y se preguntaba por qué tenía que sufrir tanto.

Su visión de la vida cambió cuando empezó a practicar Falun Gong en 1995. Los profundos principios de la práctica la ayudaron a comprender los muchos porqués de su vida y la convirtieron en una mejor persona y más optimista. Su hermana menor comentó una vez: "Si no hubiera sido por Falun Gong, la familia mixta de mi hermana se habría desmoronado hace tiempo".

La señora Qi cedió su puesto de vendedora a su hijastra en lugar de a su hijo cuando decidió dejar de trabajar. Su hijastra se sintió muy conmovida y también aprendió a no pelear por intereses personales. Qi también se llevaba bien con su nuera y su yerno. Nunca dudó en ofrecer su ayuda cuando los padres y hermanos de su marido necesitaban algo de ella.

Su marido la cuidó con esmero durante sus últimos años. Cuando la asistente a domicilio tuvo que ausentarse, su hijastra ayudó a cuidarla. Unos días antes de su fallecimiento, su hijastra voló a Jiamusi desde Beijing para despedirse de ella.

Toda la familia se entristeció por el fallecimiento de la Sra. Qi. Todavía habría estado con ellos si la policía no la hubiera detenido en 2017 y mantenido bajo custodia durante dos días a pesar de su alta presión arterial.

En 2001 la sentenciaron a dos años de trabajo forzado

En 2001, la señora Qi fue a Beijing para apelar en favor de Falun Gong y fue detenida. Después de que la llevaran de vuelta a Jiamusi, le impusieron dos años de trabajo forzado en el Campo de Trabajo de Jiamusi.

Los guardias del campo de trabajo utilizaron diversos medios para intentar que renunciara a Falun Gong, pero ella se mantuvo firme en su fe. Mostró apoyo moral a algunos practicantes en huelga de hambre y fue trasladada al "Equipo de gestión estricta", donde permaneció recluida hasta que expiró su condena.

La Sra. Qi denunciaba a los guardias por perseguir a otros practicantes cada vez que ella los sorprendía haciéndolo. Una vez oyó que los guardias alimentaban a la fuerza a otra practicante en la celda contigua y golpeó la puerta instándoles a que se detuvieran. Les dijo: "Si está enferma del corazón, lo que están haciendo empeorará su estado. Si está sana, lo que están haciendo es perjudicarla a propósito". Los guardias dejaron de alimentarla a la fuerza.

Otra practicante recluida en la misma celda inició una huelga de hambre tras la prórroga de su condena. La Sra. Qi, que se había debilitado mucho a consecuencia de la tortura, se unió a la practicante en huelga de hambre para mostrar su solidaridad. Tuvo que guardar cama para descansar durante muchos días tras poner fin a su huelga de hambre.

Después, los guardias intensificaron la persecución a los practicantes detenidos para hacerles renunciar a su fe. La Sra. Qi no vaciló ni una sola vez.

Cuando la liberaron, fue a hablar con todos los practicantes que vivían cerca. Juntos formaron un grupo de estudio del Fa. En aquella época había escasez de libros de Falun Gong, y ella ayudó a otros practicantes a descargar la versión electrónica de los libros para estudiar. Más tarde se dieron cuenta de la importancia de leer libros impresos, así que trabajó duro para comprar materiales y producir los libros. Muchos practicantes comentaron que era como una cariñosa hermana mayor, siempre dispuesta a ayudar a los demás. Cada vez que un practicante local era arrestado, ella ayudaba a contratar abogados y animaba a los familiares del practicante a buscar justicia para él.

Más tarde, se convirtió en objeto de persecución y vivió fuera de casa durante un tiempo para evitar ser arrestada.

Último arresto en 2017

En la mañana del 30 de septiembre de 2017 fue detenida mientras compraba víveres con su marido en un mercado local. Ese mismo día fue interrogada en la Comisaría de Anqing y al día siguiente se le impusieron 15 días de detención administrativa. Durante el examen físico requerido, se descubrió que tenía una presión arterial sistólica de 200 mmHg (un rango saludable no debe ser superior a 120 mmHg).

Su marido estaba muy preocupado por ella y pidió ir con ella a la Prisión del Distrito de Tangyuan. La policía se lo denegó y se llevaron a su mujer a la prisión. El médico le tomó la presión y la sistólica seguía siendo de 200 mmHg. Se negaron a ingresarla.

La policía la llevó entonces a un hospital, donde la presión arterial sistólica bajó a 180 mmHg, aún muy por encima de lo normal. Sólo entonces la policía accedió a dejarla en libertad bajo fianza. Su familia se vio obligada a pagar una fianza de 20.000 yuanes (aprox. 3.020 dólares) y se les dijo que solo podrían recuperar el dinero si se aseguraban de que no saliera de la ciudad ni apelara por Falun Gong en los dos años siguientes.

Ese día 1 de octubre de 2017, por casualidad, la agencia de supervisión de la Estación de Policía de Anqing se encontraba en el lugar inspeccionando su trabajo. Como resultado, la policía pospuso la tramitación de los papeles de la fianza y le pidieron a ella y a su familia que se limitaran a esperar.

Accidente cerebrovascular en la estación de policía

La Sra. Qi no había comido ni bebido nada desde su detención, y empezó a mostrar síntomas de apoplejía en la comisaría a las 10 de la noche del 1 de octubre. Su familia se enfureció con la policía y recuperó el dinero de la fianza.

La Sra. Qi fue trasladada de urgencia al Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Jiamusi y se le practicó una craneotomía de inmediato. Una vez finalizada la operación, a las 5 de la mañana del 2 de octubre, fue trasladada a la UCI para su observación.

Llegó el punto en el que entró en coma profundo y no podía respirar por sí misma. Le practicaron una traqueotomía y la conectaron a un respirador.

Durante esos días, hubo una fuerte presencia policial fuera de su habitación en la UCI. La policía también vigiló a los practicantes locales que venían a visitarla.

El 7 de noviembre de 2017, la policía la trasladó al Hospital Dongfeng (supervisado por el Departamento de Policía de Dongfeng). Al día siguiente, el director del hospital sugirió que fuera dada de alta, ya que ahí no ofrecían servicios de fisioterapia. Dijo que la familia podía contratar a un asistente sanitario a domicilio para que la cuidara.

Ante la firme petición de la familia, la policía accedió a trasladarla al hospital de Rongtai (que ofrecía servicios de fisioterapia). La policía incluso pidió a la familia de la Sra. Qi que, primero les pagaran a ellos, los servicios de fisioterapia para ella. No está claro si la policía devolvió el dinero a la familia o se hizo cargo de los gastos médicos posteriores al alta del hospital de Rongtai.

Informe relacionado:

La Sra. Qi Jingpu, de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, sufre un derrame cerebral durante su detención  (enlace un inglés)