(Minghui.org) Me mudé a Japón en septiembre de 2005. En marzo de 2006, mientras asistía a una autoescuela, leí el libro De la desesperación a la esperanza. Me atrajeron profundamente las increíbles experiencias de practicantes de Falun Dafa que se recuperaron de sus enfermedades después de empezar a practicar. La profesora de autoescuela era practicante y nos contó cómo se había recuperado de un cáncer después de practicar, lo que despertó mi interés por Falun Dafa.

Me dio un ejemplar de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa. Sin embargo, no leí el libro de principio a fin, sino que seleccioné capítulos concretos que me resonaban. Comprendí un poco lo que es Falun Dafa y comprendí ciertas cosas relacionadas con la vida humana y el significado de la cultivación. Sin embargo, aún no me había decidido a empezar a practicar.

En 2008 regresé a China para visitar a mi familia. Mi hermana se preparaba para una operación en un gran hospital de la capital provincial, así que me dirigí allí nada más bajar del avión. Vi que los pasillos estaban llenos de pacientes con vías intravenosas y oí conversaciones sobre qué pacientes tenían cáncer y cuáles habían muerto. Pensé: "La vida es demasiado dolorosa. Quiero practicar Falun Dafa".

El techo del hospital tenía más de veinte metros de altura. Miré hacia arriba y dije sinceramente: "Shifu, quiero practicar. No quiero seguir reencarnándome". Vi un destello desde el techo que sólo duró dos o tres segundos. Pensé que fuera estaba lloviendo, pero cuando miré hacia fuera, el cielo estaba despejado y brillaba el sol.

Aquella noche tuve fiebre. Como todavia no habia estudiado el Fa, no sabia que Shifu estaba eliminando mi yeli, asi que pensé que tenia un resfriado. Mi familia me dijo que fuera al hospital para hacerme un chequeo, pero no me atreví a ir porque solía tener hemorragias uterinas crónicas y siempre me dolía el abdomen. El médico dijo que este tipo de afección suele provocar cáncer de útero. Temía que el dolor fuera el cáncer. Tuve fiebre hasta el cuarto día, cuando de repente cesó. A partir de ese día, experimenté el milagro de Dafa y lo maravilloso que era tener un cuerpo libre de enfermedades.

Cuando regresé a Japón, empecé a practicar. Aprendí las cinco series de ejercicios mirando las fotos del libro. A través de mi estudio continuo del Fa y la práctica diaria de las cinco series de ejercicios, y siguiendo los principios del Fa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, todas mis enfermedades desaparecieron gradualmente. Solía sentirme agotada todos los días después del trabajo. Sólo quería tumbarme y no hacer nada. Después de empezar a practicar, ya no me sentía cansada después de un día largo y duro. Estoy agradecida por la salvación de Shifu. Me maravilla la naturaleza milagrosa y extraordinaria de Dafa.

Una vez tuve un sueño en el que una mano gigante sacaba dos cosas de mi abdomen, donde a menudo tenía dolor. Eran dos pequeños animales, de color gris oscuro, de 30 centímetros de largo y tan gruesos como mi puño.

Shifu dijo:

"Hablemos sobre lo más común; en el lugar donde una persona tiene un tumor, una inflamación, un crecimiento anormal de los huesos o cosas así, en otro espacio allí se encuentra echada una entidad inteligente; en un espacio muy profundo hay una entidad" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que esos seres eran los causantes de mi dolor abdominal. Desde entonces, dejó de dolerme el abdomen.

Shifu dijo:

«Alguien me preguntó: “Maestro, usted nos ha enseñado tantas cosas y nos ha dado tanto. ¿Qué es lo que usted quiere?”. Yo le contesté: “Yo no deseo nada; sólo he venido a salvarlos. Sólo deseo que sus corazones sean virtuosos y quiero que se eleven”» (Exponiendo el Fa en Sidney).

Cuando leí esa parte, no pude evitar echarme a llorar. No entendía por qué un Shifu tan bueno, un Dafa tan bueno, eran calumniados e incriminados por el PCCh (Partido Comunista Chino). Quería decirle a la gente lo que es Falun Dafa.

Aclarar la verdad a los turistas chinos

Mi lugar de trabajo estaba lejos de Tokio, por lo que rara vez me encontraba con chinos. Para ayudar a los chinos a entender la verdad, me mudé a Tokio en 2013 y encontré dos trabajos a tiempo parcial, uno por la mañana y otro por la tarde. Iba directamente a las atracciones turísticas para hablar con los turistas chinos después de mi turno de mañana y luego iba a mi turno de noche a última hora de la tarde.

Muchos turistas chinos tenían el cerebro lavado por el PCCh y decían que nos pagaban por distribuir materiales. A menudo nos preguntaban: "¿Cuánto les pagan en Estados Unidos? ¿Cuánto ganan al día?". Cada vez que oía estas mentiras difundidas por el PCCh, mi determinación de decir la verdad crecía aún más.

Cuando empecé a hablar con chinos tenía muchos apegos, sobre todo una mentalidad combativa. A menudo discutía con gente que calumniaba a Dafa, atacaba a Shifu o nos maltrataba. Cuando volví a casa y me medí con el requisito de Shifu de hablar con la gente con compasión, me sentí avergonzada de no haber tratado a la gente con tolerancia o compasión.

Más tarde, al profundizar mi entendimiento del Fa, comprendí gradualmente que Falun Dafa es la práctica de cultivación verdadera, y que todos los seres conscientes vienen aquí por el Fa. Comprendí las consecuencias para la gente que comete crímenes contra el Fa. Quería decirles la verdad para que pudieran tomar la decisión correcta. A medida que continuaba estudiando el Fa y rectificándome, me volví más compasiva cuando hablaba con los chinos, y más gente renunciaba al PCCh y a sus organizaciones afiliadas.

Sin embargo, a medida que aumentaba el número de personas a las que aconsejaba renunciar al PCCh, desarrollé nociones y apegos humanos, como el alarde y la envidia. Cuando hablaba con otros practicantes, siempre mencionaba a cuántas personas había ayudado a renunciar al PCCh ese día. Parecía que sólo estaba satisfecha cuando contaba a los demás cuánto había hecho.

Shifu dijo:

"La cultivación depende de uno mismo, el gong depende del shifu" (Primera Lección, Zhuan Falun).

Shifu está salvando a todos los seres conscientes. Cuando miré atrás, me sentí avergonzada.

Al haber llegado la Rectificación del Fa al día de hoy, y después de la publicación del artículo de Shifu Por qué existen los seres humanos, siento que la Rectificación del Fa ha llegado a su conclusión. En el tiempo que queda, espero intensificar mi estudio del Fa y profundizar mi comprensión. Espero mejorarme para salvar a más seres y estar a la altura de lo que Shifu espera de nosotros.