(Minghui.org) La situación de COVID empeoró repentinamente en muchos lugares de China desde noviembre de 2022. Un vecindario tras otro fue cerrado. La gente entró en pánico y almacenó comestibles y provisiones.

Nuestra área fue cerrada el 23 de noviembre, y no se permitió a los residentes salir, excepto para las pruebas de COVID. En aquel momento vivíamos juntas tres personas, mi cuñada Jun (que también practica Falun Dafa como yo) y mi hija Jie (que no practica Falun Dafa). Ni Jun ni yo nos hicimos las pruebas COVID ni creímos en la propaganda del PCCh sobre la pandemia. Mi hija, una profesional activa, solo se hizo las pruebas cuando se lo exigió su trabajo.

Jie tuvo fiebre el 24 de noviembre y también náuseas y vómitos. Pensé que su problema estomacal había surgido de nuevo. Aunque no es practicante de Falun Dafa, siempre ha apoyado la práctica.

Jie se sentía fatal y no paraba de medirse su temperatura. Siempre estaba en 38 °C, y se quejaba de que le dolían los huesos. Le pedí que recitara "Falun Dafa es bueno, y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Lo hizo, pero el dolor persistía. Jun puso cintas de audio de las enseñanzas de Fa del Maestro durante toda una tarde para que Jie las escuchara, pero Jie seguía sintiéndose miserable con el dolor de huesos.

Al día siguiente, a Jie le seguía doliendo todo el cuerpo. Jun también empezó a sentirse mal: le molestaba el estómago y empezó a toser y a sentirse fatigada. También tenía dolor de garganta y algo de tos.

Ante este estado anormal, empecé a estudiar el Fa, a enviar pensamientos rectos y a mirar en mi interior. Me di cuenta de que la tribulación era también una oportunidad para mejorar y elevarme. En el pasado, cuando miraba en mi interior, me limitaba a rascar la superficie sin profundizar en mis apegos. Pero esta vez, pude identificar algunas nociones profundamente arraigadas que habían dominado mi vida, y también algunos patrones de pensamientos escondidos. Seguí enviando pensamientos rectos para eliminarlos. Entonces sentí mi cuerpo más ligero y limpio.

Recordé lo que dijo el Maestro:

“…una vez que tomas Dafa, lo que encuentres –sea bueno o malo– es una cosa buena” (Exponiendo el Fa en San Francisco 2005) https://es.falundafa.org/docs/2006-03-16-jw.htm

De verdad que fue así. Traté mis "síntomas" como algo bueno, que me impulsaba a mirar en mi interior y mejorarme. No tuve nuevos síntomas.

Entonces le pregunté por su estado a mi hija. Jie seguía teniendo fiebre y dolor de huesos. Me puse nerviosa, preocupada por la posibilidad de que sufriera más problemas de salud si seguía con fiebre alta después de dos días. Tengo que bajarle la fiebre. Pero los medicamentos para la fiebre estaban agotados. Llamé a una compañera cuyo marido solía tener más medicamentos en casa. Se las arreglaron para entregarme la medicina para la fiebre.

Jie se durmió después de tomar la medicina. Empecé a estudiar el Fa. Tan pronto como abrí el libro, un pensamiento vino a mi mente: "No has pasado la prueba del sentimentalismo".

Me sorprendí y mi pensamiento respondió: "Jie no es una cultivadora. Temo que no pueda soportarlo".

"Si hubieras permanecido sin mover tu corazón ante su fiebre una hora más, habrías superado la prueba. Cuando dejas ir el sentimentalismo, te elevas, y Jie hubiera eliminado una gran parte de yeli (karma). Ella también está soportando algo de yeli (karma) por ti. Esta prueba también es para que te deshagas del apego al sentimentalismo".

Me arrepentí de haber conseguido la medicina para la fiebre, pues realmente no me había dado cuenta de que era una prueba para mí.

Cuando lo compartí con Jun por la noche, me sentí resentida con ella y le dije: "Si no me hubieras sugerido que consiguiera el medicamento para la fiebre, habría superado la prueba".

En cuanto dije eso, me di cuenta de nuevo, que yo estaba mal, porque el resentimiento también era un apego. ¿Por qué iba a resentirme con Jun cuando era yo la que estaba ansiosa por Jie? Sabía que habría intentado conseguir la medicina aunque Jun no hubiera hecho la sugerencia. Estos pensamientos no eran rectos y necesitaba eliminarlos.

Pasé varios días buscando mis apegos. Cuando encontré algunos y los eliminé, mi garganta se sintió mejor. Cuando me daba flojera y no quería buscar los apegos en mi interior, me volvía a doler la garganta. Me sentía como si estuviera pasando por una prueba tras otra.

Mi marido falleció hace casi cuatro años y no había soñado con él desde que murió. El 29 de noviembre soñé con él y me quejé con él de que estaba agotada después de cuidar a Jun y a Jie. Qué bueno que él volvió y que ahora podía cuidar de ellas.

Me miró seriamente y me dijo: "El Maestro vela por cada una de ustedes, y estos días son de prueba. No solo no han logrado pasar la prueba ni elevarse, sino que además han desarrollado nuevos apegos. El Maestro está preocupado por ustedes. De hecho, el virus no es nada. Es solo que no te diste cuenta de que es una prueba".

Fue un sueño tan vívido. Sentí pena por haber defraudado al Maestro. Normalmente tengo claro que el Maestro vela por nosotros. Pero, ¿por qué, en el momento crítico, mi corazón se conmovió por los síntomas de mi hija?

Vino a mi conciencia que el cosmos está pasando por una rectificación del Fa, y los esbirros oscuros y los demonios podridos de otras dimensiones se están desintegrando. Pero, pase lo que pase en la sociedad humana, es el Maestro quien tiene el control.

Nosotros, los discípulos de Dafa, somos los seres que logramos "No estar dentro de los cinco elementos y salir de los tres reinos" (Segunda Lección, Zhuan Falun) https://es.falundafa.org/docs/ZFL2017-online.pdf. El virus no puede entrar en nuestro espacio. Mientras el virus en el mundo humano está mutando y la situación parece grave, todo depende de cómo nosotros manejemos la situación. ¿La manejamos con el estándar de Fa o no? Cuando cultivamos en el mundo humano, cualquier cosa y todo lo que encontramos es una prueba, y también una oportunidad para elevarnos y mejorarnos.

Esto es mi entendimiento en este momento. Por favor, señalen bondadosamente cualquier cosa inapropiada.