(Minghui.org) Antes de que la Sra. Liang Yun comenzara a practicar Falun Gong, luchaba con todo tipo de dolencias de la cabeza a los pies, incluyendo una severa condición cardíaca, un problema en el cuello y dolor en las articulaciones. Estaba tan desesperada que intentó suicidarse varias veces. Más tarde, un amigo le habló de Falun Gong. Se sintió muy feliz cuando todos sus síntomas desaparecieron en menos de 20 días después de empezar a practicar.

Al igual que la Sra. Liang, muchos practicantes de Falun Gong están agradecidos a la práctica por haber curado sus enfermedades terminales que casi les quitan la vida. Debido a los enormes beneficios para la salud de Falun Gong, pronto atrajo a millones de practicantes tras su presentación pública en mayo de 1992.

Cuando se estimó que el número de practicantes había alcanzado los 100 millones, más que el número de miembros registrados del Partido Comunista Chino, el régimen anunció en julio de 1999 que Falun Gong iba a ser erradicado de China, lo que dio lugar a una campaña sistemática de persecución de la práctica que en la actualidad ya lleva 23 años.

Al igual que otros millones de practicantes, la Sra. Liang, de la ciudad de Qujing, en la provincia de Yunnan, fue perseguida por defender su fe y ha sido condenada dos veces, por un total de nueve años. Su marido, que no practica Falun Gong, también fue implicado. Aunque había trabajado durante 32 años, su hoja de servicios fue borrada, dejándole sin futuras prestaciones de pensión. También fue despedido de su trabajo, dejando a la familia en una situación económica desesperada.

La Sra. Liang fue detenida por primera vez en marzo de 2000 junto con más de diez practicantes. La policía los acusó de celebrar una reunión ilegal. Mientras cumplía una condena de cinco años en la Prisión de Mujeres Nro. 2 de la provincia de Yunnan, fue mantenida en régimen de aislamiento y a veces obligada a sentarse en un pequeño taburete durante al menos 15 horas al día.

Recreación de la tortura: Sentada en un pequeño taburete.

La Sra. Liang estaba almorzando con su marido en su casa el 3 de marzo de 2017, cuando los agentes llamaron a su puerta. Llevaban cámaras para intentar grabarla. Ella se negó a abrir la puerta y los policías no se fueron durante una hora.

Un mes más tarde, con la excusa de que la Sra. Liang dio materiales de Falun Gong al oficial Dong Ming, que fue asignado para vigilarla las 24 horas del día, la Oficina 610 ordenó su detención. Se le impuso otra condena de cuatro años en la Prisión de Mujeres Nro. 2 de la provincia de Yunnan.

La Sra. Liang fue nuevamente torturada por defender a Falun Gong. Como gritó "Falun Dafa es bueno", cinco guardias la golpearon y patearon. Como hizo los ejercicios de Falun Gong, le rociaron agua con pimienta, quemándole la cara, la cabeza y la parte superior del cuerpo.

En una ocasión la recluyeron en una habitación especial en la que las paredes estaban pintadas con tiras azules y blancas que provocaban náuseas al verlas. La habitación solo tenía un colchón en el suelo, sin cama, silla ni almohada.

Alegando que era una medida necesaria de prevención de la pandemia, los guardias rociaban desinfectante en la habitación todos los días, incluso en el colchón y el edredón. Sin embargo, solo se le permitía cambiarse de ropa cada dos semanas y darse una ducha de cinco minutos cada semana. No se le permitió lavar el edredón hasta que la estricta gestión terminó tres meses después. Los guardias restringieron su uso del baño a tres veces al día y tuvo que solicitar permiso para utilizarlo en otras ocasiones. Fue liberada el 3 de mayo de 2021.

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