​Eliminar las toxinas del ateísmo de nuestro campo dimensional: lo que aprendí del Hong Yin VI del Maestro

(Minghui.org) Tras la publicación del Hong Yin VI del Maestro, me apresuré a leerlo dos veces. Observé que el Maestro enfatizaba repetidamente en los poemas que la mayoría de las personas de este mundo son reencarnaciones de seres divinos. Por ello, salvar a los seres conscientes es de suma importancia, y no debemos juzgarlos en función de sus papeles y apariencias en la sociedad actual. Excepto los que persiguen con malas intenciones a Dafa, casi todas las personas de este mundo son preciosas, y tienen un origen noble. Aprovechar este último período de tiempo para ayudar al Maestro, a salvar a más seres conscientes, es para lo que hemos venido a esta Tierra.

La gente que vive en China continental, incluyendo los discípulos de Dafa, está profundamente afectada por las toxinas del ateísmo. Me di cuenta de esto por mi estado de cultivación. Cada vez que encontraba una tribulación, fuera el yeli (karma) de enfermedad u otras dificultades, luchaba para superarla rápidamente. Pero, más o menos, siempre vacilaba un poco y me faltaba determinación para superar la tribulación. Por ejemplo, el Fa me ha enseñado que los discípulos de Dafa no sufren enfermedades, ya que el Maestro ha limpiado nuestros cuerpos en las primeras etapas de nuestra cultivación. Sin embargo, cada vez que aparecían los síntomas del yeli (karma) de la enfermedad, me invadían inmediatamente el miedo y la duda. Después de mirar hacia adentro y limpiar este sentimiento, acababa superando la tribulación, pero siempre sentía que no había encontrado la causa raíz.

En Hong Yin VI del Maestro, 32 de los 61 poemas hablan del daño que provoca el ateísmo y la teoría de la evolución, que impiden que surja la divinidad de las personas.

Finalmente me di cuenta de que mi miedo y mis dudas tenían su origen en las toxinas del ateísmo. Desde que el Partido Comunista Chino (PCC) tomó el poder en 1949, ha adoctrinado a la fuerza al pueblo chino con el ateísmo, poniendo a la gente en contra de lo divino al destruir las reliquias culturales y la cultura tradicional. Bajo el control de las viejas fuerzas, el malvado PCCh intenta destruir a todos los seres humanos y a los discípulos de Dafa en este período final del Dharma, y entrometerse en los arreglos del Maestro que busca salvar a todos los seres conscientes. El ateísmo también bloquea a algunas personas para que no acepten los hechos que los discípulos de Dafa les cuentan, dificultando su salvación.

Como discípulos de Dafa, las toxinas del ateísmo pueden crear brechas entre nosotros, el Maestro y Dafa. Esto afectará nuestra calidad de iluminación y obstaculizará nuestra creencia en el Fa durante las tribulaciones. Este miedo y la duda prolongarán el tiempo que nos toma superar las dificultades. Cuando obtuve el Fa por primera vez en 1998, cada vez que me encontraba con tribulaciones, me sentía tranquilo e incluso feliz, sabiendo que el Maestro había dispuesto esa oportunidad para que yo mejorara. Se lo agradecía al Maestro en mi corazón, ya que el Maestro nos encumbra, hacia la posición más alta.

La mayor de las pruebas llegaría en 1999, cuando se inició la persecución. Como no estudiaba el Fa lo suficiente y tenía muchos apegos humanos en ese momento, me comprometí con el mal y tomé un desvío en mi camino de cultivación. Afortunadamente, el Maestro no me abandonó y me dio la oportunidad de volver a hacerlo bien. Ahora que lo pienso, este desvío fue a consecuencia de las toxinas del ateísmo que me insufló el Partido del mal desde que era joven. No podía distinguir lo correcto de lo incorrecto ni el bien del mal, y por eso tenía miedo y dudas. Si creyera firmemente que Dafa es lo más justo del cosmos y que los que van en su contra son los más malvados, ¿seguiría cediendo terreno?

Me gustaría recordar a los compañeros practicantes que limpien su propio campo dimensional de toxinas ateas, para que no bloquee nuestra fe en el Maestro y el Fa. No tomes esas tribulaciones como algo insuperable. Si tenemos verdadera fe en el Fa, el Maestro nos fortalecerá para superar las dificultades y nos ayudará a salvar a los seres conscientes.

Para eliminar las toxinas del ateísmo, me digo que hay que hacer bien las siguientes cosas:

Primero, debemos estudiar más el Fa. El libro Zhuan Falun tiene el poder de romper el ateísmo que hay en nosotros. Cuando no tomo en serio el estudio del Fa o no aprecio el Fa, esto me impide que el Fa me limpie. Ahora que ya se ha publicado el Hong Yin VI, me he dado cuenta de que puede limpiar muy bien las toxinas del ateísmo, y sugiero que los compañeros practicantes lo estudien más.

En segundo lugar, debemos leer los 'Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista' y 'Cómo el espectro del Comunismo rige nuestro mundo'. Estos textos me ayudaron a reconocer la verdadera naturaleza del malvado Partido Comunista y así eliminar muchos elementos malignos.

También es útil para que los compañeros se deshagan del apego al resentimiento. Como el espectro del comunismo está forjado por el resentimiento, el odio y las sustancias degeneradas de nivel inferior, nuestro resentimiento proviene del veneno del espectro del comunismo. Incluso cuando nos encontramos con algo trivial, nos impacientamos y perdemos los nervios, renegando del cielo, la Tierra y de todo cuanto nos rodea.

En tercer lugar, podemos enviar pensamientos rectos para eliminar las toxinas del ateísmo de nuestro propio campo dimensional. Me di cuenta de que si eliminamos las toxinas del ateísmo, podremos eliminar las sustancias que nos separan del Maestro y de Dafa. Esto nos permitirá caminar más firmemente en el camino que el Maestro ha dispuesto.

En este último período de tiempo que queda, volvamos al estado que teníamos cuando acabamos de empezar la cultivación, aprovechemos el tiempo y hagamos bien las tres cosas.

Lo anterior es solo la comprensión en mi propio reino. Si hay algo que no está en el Fa, por favor, señálamelo.

Nota del editor: El artículo representa únicamente la opinión del autor y está destinado a compartir entre los practicantes según la enseñanza del Fa: “...comparte en el aprendizaje y comparte en la cultivación…” (Cultivación sólida, Hong Yin).

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