(Minghui.org) Yo era profesor universitario y también practicaba qigong en mi tiempo libre. Al seguir practicando más seriamente, me di cuenta de que debía haber un significado más profundo detrás del qigong. No estaba seguro de cuál sería exactamente; podría tratarse simplemente de la cultivación de uno mismo. Siempre había buscado un verdadero maestro que me mostrara cómo cultivarme.

Predestinado a encontrar Dafa

El 1 de mayo de 1996, aparentemente por casualidad, me encontré con un practicante de qigong que me presentó Falun Dafa. Me sentí conmovido al oír hablar de Él y estaba decidido a practicar Falun Dafa.

Unos días después, conseguí los cuatro libros de Falun Dafa, incluido el texto principal, Zhuan Falun. Cuando abrí el libro, me envolvió una energía inmensa. Terminé el libro en una sola sesión y me sentí profundamente conmovido. Todas las preguntas que tenía sobre la vida habían sido respondidas. Supe que por fin había encontrado el verdadero camino que podía guiar mi cultivación personal. Por fin había encontrado al Maestro que había estado esperando. No hay palabras para describir lo emocionado que estaba.

También tuve la sensación de haber leído el libro anteriormente, aunque no estaba tan claro. En ese momento, el libro parecía haberse grabado en mi mente. Recordaba exactamente dónde se encontraban determinadas frases.

Cuando terminé de leer el libro, todas mis dolencias desaparecieron y me sentí muy ligero. Mi visión del mundo cambió. Ya no era sea persona calculadora de antes. Desde entonces, cuando voy por la vida, sigo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia que se exponen en el libro, y me atengo estrictamente a los estándares de un cultivador.

Mi colega dijo: "Por fin tenemos un buen jefe"

Me tomé la fama y la ganancia personal a la ligera y nunca perseguí ningún interés propio. Aunque me habían quitado lo que supuestamente era mío, no tenía ninguna queja. No tenía intención de ocupar un puesto de liderazgo. Sin embargo, mis compañeros quedaron impresionados por mi carácter y mis capacidades y recomendaron encarecidamente que me ascendieran a la dirección. Así que acepté el puesto.

No era el típico gerente. No era pretencioso y consultaba con los miembros de mi equipo sobre el trabajo y tomábamos las decisiones juntos; nunca tomaba medidas unilaterales. Todo era transparente cuando se trataba de delegar tareas. Normalmente ofrecía buenos trabajos a otras personas en lugar de tomarlos para mí. Básicamente, prestaba servicios a los demás, no gestionando personas.

Gracias a mi gestión, pronto se puso fin a la cultura negativa en nuestro lugar de trabajo. Mi supervisor y mis compañeros apreciaban mi trabajo. Cada año me nombraban mejor empleado de la empresa. Más tarde, le ofrecí el honor a un colega mayor. Se emocionó y dijo: "¡Por fin tenemos un buen líder!".

Presos en el centro de detención

El gobierno de Jiang Zemin y el Partido Comunista Chino (PCCh) se confabularon para lanzar una represión y persecución generalizada contra Falun Dafa a partir del 20 de julio de 1999. Para ayudar a las autoridades a entender la verdad de la práctica, fui a Beijing para pedir justicia para Falun Dafa, con la mejor intención. Cuando llegué allí, me di cuenta de que no era que el gobierno no entendiera qué es Falun Dafa, sino que había planeado esta persecución después de una investigación exhaustiva. En aquella época, la policía nos decía a menudo: "Sabemos que son buenas personas, pero el gobierno dijo que los reprimiera, así que tenemos que hacerlo".

Me llevaron a un centro de detención debido a mi apelación. En la celda en la que me metieron había todo tipo de gente. Al enterarse de que practicaba Falun Dafa, algunos reclusos me buscaban para charlar cuando tenían algún problema. Yo les ayudaba según la comprensión que había obtenido de los libros de Falun Dafa. Todos estaban muy contentos. Dijeron: "Si hubiéramos conocido Falun Dafa antes, no habríamos acabado aquí".

Al dueño de un pequeño negocio le encantaba charlar conmigo. Dijo: "¡Falun Dafa es lo mejor!". Otro recluso lo asustó: "Estás hablando bien de Falun Dafa. Supongo que no quieres salir". Él respondió: "No tengo miedo. Falun Dafa es bueno". Al día siguiente fue liberado. Sin embargo, el otro tipo fue reprendido por los guardias y le hicieron sentarse durante un largo periodo de tiempo como castigo. Ya no tenía la arrogancia que tenía en el pasado. La actitud de los seres conscientes determina su destino; no es algo que los seres humanos puedan comprender.

A otro preso que era el jefe de un departamento del gobierno de la ciudad también le gustaba charlar conmigo. Le conté la verdad sobre Falun Dafa, y cuando lo entendió, me preguntó: "¿Cómo se practica Falun Dafa?". Le dije: "Ahora, puedes simplemente meditar y decir 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia' en tu corazón, y cuando salgas de aquí, ve a buscar un practicante de Falun Dafa para aprenderlo". De ahí en adelante meditó todos los días y repitió en silencio "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Unos días después, le informaron de que su caso había sido desestimado y que podía volver a casa. Estaba emocionado y vino a despedirse de mí. Hubo muchos ejemplos de este tipo de personas que cosecharon buena fortuna como resultado de comprender la verdad.

Un día, llegó un asesino con aspecto muy deprimido. Me acerqué a él y le pregunté qué le preocupaba. Me enteré de que era director de taller en una empresa y que había matado a su mujer por accidente. Le dije: "Todo tiene una relación kármica, no existen las casualidades; todo es una retribución kármica. Ten una mente abierta. La vida y la muerte de uno no están totalmente bajo nuestro control". Después de oír esto, dejó de estar deprimido.

Al día siguiente, se levantó y me dijo: "Anoche tuve un sueño en el que iba a una casa muy limpia". Le dije: "Es porque comprendes algo que la gente común no entiende y ya eres diferente de la gente común. Incluso después de morir no irás al infierno". Se puso muy contento, y le conté muchos más principios de los libros de Dafa, y se mostró muy receptivo.

Un día después, me contó que esa noche había tenido otro sueño. Esta vez fue a una casa aún más hermosa que la de su sueño anterior. Le dije: "Ya estás en el Cielo, entiendes los principios de Dafa y ya no eres un ser ordinario". Se puso muy contento y dijo: "Incluso si muero, no me arrepiento, puedo dejarlo todo. Gracias". Unos días más tarde salí de la celda y no supe qué le pasó después.

El gran halo alrededor del Sol

Era un caluroso día de mayo y el sol abrasaba la tierra. Fui a un campo con unos cuantos parientes para plantar algunas cosas. Como no había ganado, un hombre tenía que llevar el arado, y varios de nosotros llevábamos la cuerda y tirábamos del arado para abrir surcos en la tierra y sembrar las semillas. Hacía mucho calor y tuve que tirar mucho del arado. Tenía calor y estaba cansado, pero mientras tiraba, no sentía más el calor y soplaba una pequeña brisa fresca. Miré hacia arriba y vi un gran y hermoso halo sobre el sol, como una rueda, que bloqueaba el sol de nuestra parte del mundo.

¡Sabía en mi corazón que era el Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, quien me cuidaba con compasión! ¡No hay palabras que puedan expresar mi gratitud y anhelo por Shifu! En ese momento, esos pocos familiares sintieron el extraordinario poder de Falun Dafa. Habían dado mucho para proteger a los practicantes de Dafa en aquellos días de loca persecución. ¡Ahora todos ellos han sido bendecidos y están viviendo vidas ricas y felices!

"Asegúrese de llamar para verificarlo"

Encontré un trabajo después de un periodo en el que me fui de casa para evitar la persecución. La señora mayor que vivía junto a mi apartamento era miembro del Comité de Vecinos, y su marido y su hijo eran policías. Como no oculté mi situación en mi currículum, pronto me descubrieron y empezaron a vigilarme. Cuando subía al tren, me seguían y vigilaban. Sabía que el departamento de seguridad pública local los había enviado para espiarme. No me sentí movido. Iba a trabajar todos los días y siempre les saludaba cordialmente cuando me los encontraba. No me quejaba ni los odiaba por lo que hacían ya que sabía que habían sido engañados por el malvado PCCh y que eran patéticos.

Un día, una mujer llamó a la puerta de mi vecina, pero no había nadie. La mujer llamó entonces a mi puerta. Le abrí y le pregunté: "¿Qué puedo hacer por usted?". La mujer dijo: "Soy pariente de esta familia. He comprado un pastel, pero no hay nadie en casa. ¿Puedo dejárselo?". Le dije: "No hay problema. Déjemelo".

Por la noche, cuando la señora mayor volvió a casa, le entregué el pastel y le expliqué lo que había pasado. Se alegró de recibirlo. Antes de irme, le recordé: "Asegúrese de llamar a su pariente para verificar si esto es de ella. Hoy en día no hay que aceptar nada de nadie". Se sintió conmovida después de escuchar eso. Más tarde, después de llamar, me dijo que efectivamente era de su pariente. También me expresó su gratitud.

Desde ese día, la actitud de toda la familia hacia mí cambió. Ella me recordaba a menudo que debía estar a salvo. Le expresé mi gratitud.

Todo su cuerpo emana bondad

Unos años después, volví a mi ciudad natal. Como mi antiguo empleador no me devolvía el trabajo, encontré otro lugar donde trabajar para ganarme la vida. Cuando llegué a mi lugar de trabajo, le conté al jefe de la unidad mi situación personal: "Soy un practicante de Falun Dafa que daba clases en una universidad y que fue despedido ilegalmente de mi anterior unidad porque hice una apelación en favor de Falun Dafa". Le conté la verdad sobre Falun Dafa y la persecución. Después de escuchar lo que tenía que decir, aceptó contratarme.

Cuando llegué al nuevo lugar de trabajo, lo primero que hice fue limpiar mi oficina, de pocos metros cuadrados. Luego organicé los archivos en los armarios, lo que resultaba cómodo para los demás empleados. Cuando terminé, toda la oficina parecía nueva, y mis superiores quedaron muy satisfechos.

En mi puesto, trabajé junto a muchos empleados. Mi prioridad era tener en cuenta las necesidades de los demás. Mis esfuerzos eran apreciados tanto por los miembros del personal como por la dirección. Los empleados confiaban en mí y les gustaba charlar conmigo. Aproveché la oportunidad para decirles la verdad sobre Falun Dafa, y todos lo apreciaron.

En invierno, a veces nevaba mucho, con más de 30 centímetros de nieve; eso dificultaba que la gente llegara al trabajo. Cuando esto ocurría, yo era el primero en llegar para quitar la nieve. Cuando llegaban otros empleados, me ayudaban a quitar la nieve para que todos pudieran llegar a la oficina sin problemas. En una ocasión, llegué temprano para limpiar la nieve y mi jefe me vio. Le dijo a la persona que estaba a su lado que yo emanaba bondad por todo mi cuerpo.

Hable con sus amigos y familiares sobre lo que ocurre hoy en día

Una vez llevé a mi familia a un mercado de alimentos de la ciudad para ir de compras. Dejé a mi familia y me quedé en el automóvil. En ese momento vi a un joven salir del mercado y abrir la puerta de un auto. Al poco tiempo, el hombre salió de su vehículo, con una mano en el volante y la otra empujando el coche hacia delante lentamente. Nadie le ayudó a pesar de que había muchos transeúntes. Me acerqué y le ayudé a empujar el vehículo. Se dio la vuelta y me vio ayudándole a empujar el automóvil. Estaba muy agradecido y dijo: "¡Gracias, hermano!". Yo le dije: "¡No hay problema!".

Cuando le pregunté, me dijo que su automóvil se quedó sin gasolina de repente y que tenía que empujarlo hasta una gasolinera situada a un kilómetro de distancia para repostar. Seguimos empujando el vehículo para llegar a la gasolinera. Me dolía la espalda de empujar el coche, pero decidí perseverar, ya que era más fácil para dos personas empujar. Cuando llegamos a la gasolinera, le pregunté: "¿Tienes dinero para repostar?". Dijo: "¡Sí!". Puso veinte dólares de gasolina. Me preocupaba que tuviera poca gasolina para llegar a casa, así que le ofrecí dinero para que repostara más, pero me dijo que no necesitaba mi dinero y que era suficiente. Insistió en invitarme a cenar y le dije: "Soy un practicante de Falun Dafa, y no buscamos que nos paguen por hacer cosas para los demás, sin embargo, espero que puedas entender la verdad sobre Falun Dafa y que te salves". Al principio se quedó sorprendido, pero luego dijo con entusiasmo: "¡Gracias!". Le di material informativo y le ayudé a renunciar al PCCh, y me pidió que le dejara mi número de teléfono para darme las gracias más tarde. Le dije: "¡No me des las gracias! Puedes agradecérmelo volviendo y contándoles a tus amigos y familiares lo de hoy para que todos puedan entender la verdad y tener un buen futuro". Me dijo: " ¡Por supuesto!".

La bondad cultivada por los practicantes de Dafa de acuerdo con las enseñanzas de Shifu es como una llave de oro que abre las cerraduras en los corazones de la gente que han sido sellados durante mucho tiempo, rompiendo las mentiras del Partido Comunista Chino y del grupo de canallas de Jiang que difaman a Falun Dafa. Haz que llegue la verdad de Falun Dafa a los corazones de las personas, despertando sus conciencias para que la gente del mundo pueda tomar una decisión racional y correcta en este momento crítico de la historia y avanzar hacia un futuro mejor.

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