(Minghui.org) Una practicante mayor y yo trabajamos juntas en varios proyectos para dar a conocer a más personas sobre Falun Dafa y la persecución. Yo tengo fuertes apegos humanos y tengo dificultades para seguir mi camino de cultivación. Esta practicante, Liu, tiene fuertes pensamientos rectos y se ha estado cultivando sólidamente durante muchos años. Mientras trabajábamos juntas, ella hizo más trabajo y fue tolerante conmigo.

Mientras afrontaba mis apegos de miedo y pensamientos negativos, ella no me culpó y en cambio, me animó con su comprensión de los principios del Fa y compartió sobre las experiencias de otros practicantes que leyó en Minghui.org. Sus pensamientos rectos me ayudaron a fortalecerme para que pudiera cultivarme más diligentemente.

El ambiente de cultivación mejoró

Tras salir de la cárcel por estar encarcelada por mi creencia, un practicante me llevó a casa de Liu para que estudiara el Fa en grupo una vez a la semana. Teníamos mucho cuidado con la seguridad y generalmente llegábamos y nos íbamos de uno en uno para evitar molestar a los vecinos y ser vistos por la policía. Yo siempre me quedaba hasta que todos se iban. Entonces, Liu me ofrecía algo de fruta o un refrigerio mientras esperaba.

Después de un tiempo, alguien denunció nuestro lugar de estudio del Fa, y las autoridades pagaron a los vecinos de Liu para que vigilaran su apartamento. Liu no temía por su seguridad, sin embargo, se preocupaba más por sus vecinos, ya que estarían cometiendo un delito al colaborar en la persecución. Sus vecinos sabían que Dafa es bueno y habían renunciado al Partido Comunista, pero ¿cuál sería su futuro si colaboraban en la persecución?

Liu envió fuertes pensamientos rectos para desintegrar las viejas fuerzas que influían en sus vecinos, para que dejaran de vigilar a los practicantes y eligieran un buen futuro para ellos. Liu también encontró más oportunidades para hablarles de la persecución y del principio celestial de "el bien es recompensado con el bien, y el mal recibirá su castigo". Poco después, el vecino encargado de vigilarla se mudó de la zona.

Un día, Liu se encontró con este vecino en la calle. Tenía un aspecto delgado y pálido, y su esposa lo estaba regañando y golpeando. Liu preguntó qué había sucedido y convenció a su esposa para que dejara de regañarlo. Su esposa se enfadó mucho, diciendo que su mente no estaba bien; ni siquiera podía recordar el camino de regreso a casa. Liu se entristeció mucho al escuchar esto.

Al frente del apartamento de Liu vivía una mujer mayor. Vivía sola y vigilaba las actividades de Liu. Abría su puerta para ver quién iba a casa de Liu. Una vez, se encontró con Liu en la escalera y encontró una excusa para registrar la mochila de Liu. Liu sabía lo que pretendía y se limitó a sonreír. Aprovechó la oportunidad para aclararle la verdad a esta mujer.

Hubo un periodo de tiempo en el que esta vecina no podía cocinar en casa debido a las obras de renovación que se estaban realizando en su parte del edificio. Así que Liu la invitó a comer en su casa. A la mujer le daba vergüenza ir, pero Liu la animó y le dijo que no era ningún problema, ya que comer fuera todo el tiempo no era saludable. La mujer aceptó alegremente y comió en casa de Liu durante unos días, hasta que terminaron las obras. Estaba muy conmovida, y cuando se encontraba con otros practicantes que iban a la casa de Liu para estudiar el Fa, decía: "Falun Dafa es bueno. No los denunciaré".

La belleza de tener mi cuerpo limpio

Desde el brote del coronavirus, muchos practicantes de nuestra zona aumentaron sus esfuerzos para salvar a la gente y salieron a la calle para aclarar la verdad y ayudarles a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh). Sin embargo, algunos practicantes de edad avanzada no prestaron atención a la seguridad al utilizar sus teléfonos móviles y no cultivaron su habla. Contaron casualmente a sus familiares detalles sobre nuestros proyectos y la ubicación de nuestro lugar de estudio del Fa.

Las autoridades sabían todo acerca de nosotros, como quiénes hacían los materiales de Dafa y quiénes eran los coordinadores. Empezaron a vigilarnos y a tomar fotos para obtener las supuestas pruebas.

Durante ese tiempo, yo estaba obsesionada con visitar sitios web en el extranjero y leer profecías, y seguir las noticias ordinarias del mundo. Cuando salía a hablar con la gente sobre Dafa, a menudo compraba una gran cantidad de grano, arroz, aceite, sal y otros artículos de primera necesidad para abastecerme para posibles emergencias, como hacían otras personas.

Con tantos apegos que no había eliminado, como la ostentación, la mentalidad competitiva, el resentimiento, la envidia, la vanidad y el apego a la comida, las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas Como resultado, desarrollé síntomas similares a los del virus: tos, fiebre alta, dificultad para respirar, dolor de huesos y aparente insuficiencia de órganos. Me preocupaba la posibilidad de morir, pero pronto me puse alerta al saber que ese pensamiento no era mío, sino que me lo imponían las viejas fuerzas.

Pedí ayuda al Maestro Li (fundador de Dafa) y comencé a escuchar sus conferencias. Recité repetidamente: "Falun Dafa es bueno, Verdad, Benvolencia y Tolerancia es bueno" y reforcé mis pensamientos rectos.

Shifu mencionó que diga:

“Soy dizi de Li Hongzhi, no deseo otros arreglos ni los reconozco”; entonces ellos no se atreverán a hacer eso. Por lo tanto, todo puede ser resuelto. Cuando realmente pueden hacer eso, no sólo diciéndolo, sino poniéndolo en acción, Shifu definitivamente intercederá por ti” (Exponiendo el Fa durante el Festival de la Linterna, 2003).

Me sentí un poco mejor, pero seguía teniendo tos y fiebre e incluso escupía trazos de sangre al toser. No le presté atención y envié pensamientos rectos con mayor intensidad para limpiar mi campo dimensional. Mis síntomas de hemoptisis desaparecieron.

En un artículo de intercambio en Minghui.org, un practicante de Dafa desarrolló síntomas similares a los de una apoplejía. Hizo la tercera serie de ejercicios de Dafa repetidamente y se recuperó completamente. Hice el segundo ejercicio (estaca parada Falun) una vez más después de hacer los ejercicios. Una ráfaga de energía surgió entonces en mi pecho, eliminando las sustancias malas dentro de mi cuerpo. Ya no tenía opresión en el pecho ni dificultad para respirar. También disminuyó la fiebre, aunque todavía tenía un poco de tos.

Una gran cantidad de practicantes arrestados

Cuando pensaba salir a hablar con la gente, me llamó alguien de la comunidad residencial para decirme que me estaban vigilando y que no podía salir de casa. De lo contrario, ambos tendríamos problemas.

A la mañana siguiente, abrí las cortinas cuando todavía estaba oscuro y vi a unas cuantas personas haciendo ejercicio. Descubrí que eran agentes vestidos de civil del departamento de policía y de la comunidad residencial. Formaron grupos de cuatro o cinco y se turnaron a mi familia y a mí. Mi familia estaba asustada y me dijo que no saliera, así que me quedé en casa y envié pensamientos rectos.

Sin embargo, decidí salir unos días después. Aunque tenía un poco de miedo, sabía que en cuanto saliera de mi apartamento me encontraría con algunas personas predestinadas. Valía la pena ayudar a salvar a una sola persona. Así que recité el poema del Maestro ¿Qué hay que temer? y salí. Tan pronto como me vieron, me siguieron y me tomaron una foto. Tuve que elegir con quien hablar, pero siempre encontré la oportunidad de ayudar a la gente a renunciar al PCCh.

Un practicante vino a mi casa y me dijo que el coordinador Wang había sido arrestado. Le pedí que le dijera a otro coordinador que avisara a los demás para que enviaran pensamientos rectos. Wang es muy capaz y diligente en la cultivación. Cuando se enteró de mi situación, arriesgó su seguridad para venir a mi casa y compartir sus pensamientos conmigo.

Bajo la situación actual de la pandemia, se cerraron muchas localidades y los practicantes no pudieron reunirse, así que decidí publicar la información sobre el arresto de Wang en Minghui.org.

También envié pensamientos rectos para que Wang fuera liberado. Inesperadamente, otros practicantes vinieron a mi casa al día siguiente y me dijeron que también habían detenido a más practicantes. Me di cuenta de la gravedad de la situación, ya que los practicantes de los lugares de producción de material, los coordinadores y otras personas que aclaraban la verdad habían sido detenidos al mismo tiempo.

Sabía que teníamos que denunciar esto inmediatamente y pedirle a los familiares de los practicantes detenidos que pidieran su liberación.

Pero, ¿cómo podía averiguar más detalles? En el pasado, iba a la casa del practicante perseguido para saber más y publicaba la información en Minghui.org. A veces, la policía llegaba a la casa del practicante arrestado justo después de que yo me iba, pero nunca enfrenté algún peligro gracias a la protección del Maestro.

Sin embargo, esta vez me vigilaban. Otros practicantes me dijeron que la policía también estaba vigilando la casa de Wang. Mi mamá tuvo un sueño en el que me arrestaban y perdía la vida. Me dijo que tuviera cuidado. Le pedí que no se preocupara, que todo estaría bien porque teníamos la protección del Maestro.

Pero el miedo seguía invadiéndome. Temía que los agentes del PCCh descubrieran que yo había revelado información sobre el arresto de Wang, así que no me atreví a ir a las casas de los otros practicantes arrestados para obtener más información. Aunque no tenía ni idea qué debía hacer, Liu vino y aceptó trabajar conmigo. Podía ir a las casas de los practicantes y pedir a sus familias que pidieran su liberación. También avisó a otros practicantes para que enviaran pensamientos rectos, mientras que yo me encargaba de exponer los actos malvados en Internet. De este modo, Liu superó las dificultades de ir y venir entre los hogares de los practicantes.

Sin embargo, los agentes del PCCh se percataron de ella tras la publicación de la noticia en Minghui.org, y los practicantes empezaron a entrar en pánico. Un grupo de agentes acudió a la casa de Liu. Algunos eran de la comisaría de policía y otros eran personal del comité comunitario. Liu no tuvo miedo. No les permitió entrar en su apartamento, ya que allí había libros de Dafa y receptores de televisión por satélite del NTD. Así que se quedó en la puerta y dijo: "Lo siento, no puedo dejarlos entrar porque tengo que salir a hacer unas diligencias". Los agentes no intentaron pasar y se limitaron a pedir a Liu que no se pusiera en contacto con otros practicantes.

Liu sonrió y dijo: "Por favor, estén tranquilos. No cometeré ninguna mala acción. Seguiré los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para ser una buena persona". Al escuchar esto, los oficiales se fueron.

Desde entonces, Liu se convirtió en nuestra coordinadora local. Iba a las casas de los practicantes y se esforzaba por ayudar a los demás. Poco a poco, cada vez más practicantes fueron a su casa para estudiar el Fa en grupo, y ayudamos a más personas a renunciar al Partido. Aunque los agentes del PCCh establecieron algunos nuevos sitios de vigilancia alrededor de su apartamento, los practicantes seguían yendo allí con fuertes pensamientos rectos.

¡Gracias Maestro! Daré un paso adelante y caminaré de la mano de otros practicantes por el sendero de la rectificación del Fa.

Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.

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