Los nuevos vecinos son testigos de la amabilidad de los practicantes de Falun Dafa

(Minghui.org) Una pareja de la ciudad compró la casa contigua a la nuestra. Jun, era presidente de un banco, pero dejó su trabajo y decidió criar palomas en el campo. Su esposa trabajaba en el mismo banco, pero tuvo que dejar su trabajo tras serle diagnosticada la enfermedad de Parkinson.

Antes de que ellos se mudaran, tenían varios proyectos de renovación en su casa. Mi marido iba a menudo a comprobar si necesitaban ayuda y rápidamente se hizo amigo de Jun.

Durante la renovación, Jun solía venir por la mañana y volvía a su casa en la ciudad por la noche. Al ver que no tenía dónde comer, mi marido le invitó a comer en nuestra casa. Cuando tenía un largo día de trabajo, también se quedaba a cenar antes de volver.

Además de la renovación de la casa, Jun también contrató a unos trabajadores para construir un palomar. Les ofrecimos que comieran y se quedaran en nuestra casa para que pudieran terminar el proyecto antes. Debido al clima lluvioso, el proyecto de tres días se prolongó durante diez.

Mientras los trabajadores se quedaban en nuestra casa, encontré oportunidades para aclararles los hechos sobre Falun Dafa. Lo más importante es que quería que supieran por mis propias acciones cómo es una practicante de Falun Dafa en la vida real. Podían sentir que me preocupaba de verdad por ellos y apreciaban mi hospitalidad. Aunque Jun compró comida para ellos, nunca dudé en servirles comida adicional por nuestra cuenta.

Después de que los trabajadores se fueran, Jun siguió comiendo en nuestra casa, hasta que él y su mujer se mudaron unos dos meses después.

Jun me dijo que apreciaban toda la ayuda que mi marido y yo les dábamos. Dijeron que siempre parecíamos felices y que éramos de buen trato. Venían a menudo a hablar con nosotros y nos pedían nuestra opinión sobre varias cosas.

A principios de este año, Jun empezó a toser. El médico dijo que tenía grandes zonas de sombra en los pulmones y que el 80% de sus pulmones estaban congestionados. Aunque no es cáncer, es casi imposible curarlo.

Jun y su mujer se entristecieron por el diagnóstico. Nos pidieron ayuda para encontrar una persona que les limpiara el palomar. Mi marido les recomendó que buscaran a un practicante de Falun Dafa, ya que todos creen que los practicantes de Dafa son honestos y los más fiables.

Yo consolé a la pareja para que no tuviera miedo. También les hablé de las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno”, y de las historias de recuperación de los pacientes al recitar las frases, incluidos los que tenían cáncer.

Cuando una compañera practicante vino a hablar con Jun y su esposa sobre el trabajo de limpieza al día siguiente, hablé más con la pareja sobre Dafa y se mostraron muy receptivos.

Jun comenzó entonces a prepararse para la hospitalización. Antes de eso, se sometió a otro examen. Para su sorpresa, el resultado indicó que solo tenía una pequeña inflamación y que no era necesario hospitalizarlo ni ponerle inyecciones. El médico le recetó unos medicamentos y lo envió a casa.

Él y su mujer estaban entusiasmados. Lo primero que hicieron al volver fue contarnos la buena noticia. En cuanto Jun entró en nuestra casa, exclamó: "¡Falun Dafa es bueno!".

Nos dijeron que ya estaba hasta planeando escribir su testamento. Se sintieron muy aliviados al saber que las cosas iban mejor.

Asombrada por el poder milagroso de Falun Dafa, la esposa de Jun me pidió un ejemplar de Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa.

Cuando la compañera practicante vino a limpiar el palomar, también la ayudé. Las dos pasamos nueve horas, sin descansar para comer, y lo convertimos en un espacio nuevo. Jun y su mujer estaban muy contentos y doblaron la paga a 200 yuanes. La practicante se negó amablemente. Dijo: "Aunque trabajamos un poco más, habíamos acordado 100 yuanes. No puedo aceptar el dinero extra". Cuando mi marido devolvió el dinero a la pareja, esta se sintió muy conmovida.

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