(Minghui.org) Me gustaría compartir cómo pasé una prueba de vida o muerte con pensamientos rectos. Por favor, señalen cualquier cosa que no esté alineada con el Fa.

Soy de la provincia de Liaoning y tengo 68 años. Empecé a practicar Falun Dafa en 1998, pero no me tomé la cultivación en serio. Lo practicaba de vez en cuando, aunque sabía que Dafa era bueno. Aun así, Shifu nunca me abandonó y a menudo me protegió en momentos críticos.

En el invierno de 2013, tenía fiebre, me dolía respirar y estaba agotada. No tenía pensamientos rectos y consideraba los síntomas como una enfermedad. Me pusieron un goteo intravenoso todos los días, pero no ayudó.

Me sentía como si estuviera a las puertas de la muerte. Mi madre tuvo miedo y me llevó al hospital. En el hospital me hicieron algunas pruebas, pero el médico seguía sin saber qué me pasaba. La fiebre empeoró hasta alcanzar los 40 grados Fahrenheit en el hospital.

Con el tiempo, se me aclaró la mente y desarrollé pensamientos rectos. Pensé: "No puedo quedarme aquí pensando que es una enfermedad. Debería volver a casa. Dejaré que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) decida mi resultado".

A la mañana siguiente, le dije al médico que quería ser dada de alta. Al ver mi insistencia, el médico me dejó salir con mi hermana.

Después de varios días en casa, seguía teniendo fiebre. De hecho, tuve fiebre durante más de 40 días. Todo mi cuerpo y mi cara se hincharon tanto que no podía ponerme los zapatos ni abrir los ojos. La zona cercana al corazón era el único lugar de mi cuerpo que no estaba hinchado.

Mi marido vio mi estado y me dijo que fuera al hospital. Se enfadó tanto que tomó un palo grande y golpeó el suelo. No quería que molestara a nadie más, así que le dije: "Por favor, no hagas más ruido. Iré al hospital".

Me fui con mi hermana, que me animó a mantener pensamientos rectos. Mientras caminábamos, vi a alguien vendiendo los papelitos que se usan como dinero ígneo para las ofrendas funerarias y me llamó la atención el caracter "camino" en color verde. Pensé: "Si vuelvo a ir al hospital, estaré tomando el camino de una persona común, un camino sin retorno".

Mi hermana me llevó a casa de nuestra madre. Ella tenía entonces más de 80 años. Cuando me vio, se asustó y me preguntó por qué había venido.

Le aseguré que estaba bien. Más tarde oí a mi madre quejarse a mi hermana: "¿Por qué la has traído aquí otra vez?". Mi hermana respondió: "No tengas miedo. No es nada. Es tu hija".

Me acosté en la cama. Durante toda la noche sentí como si alguien utilizara tres de sus dedos para arrancarme cosas de todo el cuerpo. Además, sentía que me tiraban de cada mechón de pelo y tenía que levantarme con frecuencia para ir al baño.

Mi madre estaba tan preocupada esa noche que se levantó varias veces para comprobar si seguía respirando.

A la mañana siguiente, mi hermana me trajo el desayuno y se sorprendió al verme. La hinchazón de todo mi cuerpo había desaparecido.

Pude pasar la prueba de vida o muerte bajo la protección de Shifu. No hay palabras para describir lo que sentí. Sabía que lo que había sufrido no podía compararse con lo que Shifu había sufrido por mí.

Al ver mi recuperación, los miembros de mi familia se quedaron asombrados por lo milagroso que es Dafa. Mi madre y mi hermana menor también comenzaron a cultivarse diligentemente.

Los practicantes me animaron a compartir mi experiencia para validar el Fa aunque no me he cultivado bien.

Agradezco sinceramente a Shifu por su misericordia ilimitada. También quiero agradecer a mis compañeros practicantes que me han ayudado desinteresadamente.

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