(Minghui.org) Me gustaría contarles cómo me convertí en el empleado de mayor confianza de una empresa privada.

Tenía poco más de treinta años, un título universitario y era el jefe del departamento financiero de un banco comercial en 1996. Estaba en la vía rápida hacia una vida lujosa y cómoda. Un día, en verano, un colega me dijo que había una práctica de qigong muy buena y diferente a las demás: Falun Dafa. Me sugirió que probara. Acepté porque no tenía mucho que hacer ese fin de semana. Me dio unas cintas de vídeo y me dijo que eran reveladoras.

Cuando vi la primera conferencia del fundador de Dafa, el Maestro Li Hongzhi, sentí que era realmente muy buena, así que en dos días vi las nueve conferencias. El lunes le dije a mi colega que quería aprender a practicar Falun Dafa. Me presentó un lugar de práctica local. Empecé a practicar Falun Dafa no porque quisiera curar enfermedades o mantenerme en forma, sino porque al ver las conferencias del Maestro mis preguntas fueron respondidas y supe que había encontrado el sentido de la vida.

Mis enfermedades, incluida la artritis reumatoide, pronto desaparecieron. Me sentí muy bien al estar libre de enfermedades. No hay palabras para describir esa increíble sensación.

En 1997 obtuve el título de contable y economista de grado medio. Mi mujer era jefa de sección en una oficina de la ciudad, mientras que mi hija era una estudiante destacada en la escuela. Teníamos un apartamento espacioso. Mis familiares, amigos, vecinos y colegas nos admiraban.

Me atuve a los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. No utilicé ni un céntimo del dinero público. Una vez entregué más de 200.000 yuanes en efectivo sobrantes cuando nuestro banco convirtió los bonos que vencían. Soy un practicante de Falun Dafa y conozco los principios de "sin pérdida no hay ganancia" y "las buenas acciones son recompensadas mientras que las malas son castigadas". Tengo los principios de Dafa en mi corazón y las enseñanzas del Maestro para guiarme.

En China, es normal que alguien de mi posición reciba regalos, que equivalen a pequeños sobornos a cambio de favores. Siempre los devolví y dije: "No acepto ningún regalo porque practico Falun Dafa. Les ayudaré en lo que pueda y no abusaré de mi posición". Lo entendieron. Si no podía devolver los regalos, le pedía al administrador de mi oficina que se los quedara. Cuando me pidieron que formara a los empleados, contribuí con todos mis honorarios de conferencias para cubrir los gastos de la oficina. Si no practicara Falun Dafa, no sería capaz de mantenerme en un alto estándar en este mundo corrupto.

Como hijo de una familia de trabajadores ordinarios, gracias a mis propios esfuerzos, vivía una vida cómoda. Después de que comencé a practicar Falun Dafa, me convertí en una buena persona con altos estándares morales. Fue una verdadera bendición.

Mi vida era feliz y plena cuando el PCCh (Partido Comunista Chino) comenzó a perseguir a Falun Dafa el 20 de julio de 1999.

"Confío al cien por cien en los practicantes de Falun Dafa"

Tras el inicio de la persecución, fui a Beijing para apelar por Falun Dafa. También organicé a los practicantes locales para que distribuyeran a gran escala materiales que aclaración de la verdad para exponer lo que estaba ocurriendo. Me degradaron de mi puesto de jefe de sección y me arrestaron tres veces. Pasé un total de 7 años en centros de detención, prisiones y campos de trabajos forzados.

Me despidieron al volver de la cárcel. Con la ayuda de otros practicantes, encontré un trabajo de contabilidad a tiempo parcial y otros trabajos temporales. Siempre cumplí con los principios de Dafa en el trabajo.

A finales de 2012, un pariente de otra ciudad me pidió que fuera el contable de su empresa privada. Me encargaba de las finanzas de sus tres empresas. Su hija era la encargada de pagar las facturas. El jefe descubrió que su hija solía malversar dinero para su propio uso, así que me pidió que me hiciera cargo.

Le dije: "Es fácil cometer errores. Debido a que no hay restricciones es fácil abusar de esta posición". Mi jefe dijo: "He leído los libros de Falun Dafa. Sé que los practicantes de Falun Dafa son las mejores personas del mundo. Mientras la persona sea un verdadero cultivador, será estricta consigo misma. No habrá ningún problema. Has renunciado a todo lo que tenías para mantener tu creencia. Por supuesto, creo que harás bien tu trabajo".

He trabajado para esta empresa durante 8 años.

Era estricto conmigo mismo y no mezclaba los fondos de la empresa con mi dinero personal. A veces, para asuntos urgentes, utilizaba mis fondos personales para liquidar las cuentas de la empresa y luego transfería los fondos de la empresa a mi propia cuenta. Cada año gestionaba millones en fondos y nunca cometí un error. En una ocasión, un fondo de producción de decenas de miles de yuanes fue transferido a la empresa. Mi jefe se olvidó de ello. Entonces transferí el dinero a su esposa.

Mi jefe comentaba conmigo los problemas que tenía con las fábricas, la producción e incluso su vida personal. Me pedía mi opinión y me consideraba su amigo íntimo.

Me dejaba el dinero de las ventas y no se preocupaba de cómo lo gastaba. Cuando compraba material de oficina, como ordenadores, impresoras, fotocopiadoras y faxes, nunca me cuestionaba. Pedí a los proveedores que emitieran facturas por el importe real y nunca les pedí que emitieran una cantidad mayor, que es una práctica popular en China. Nunca utilicé fondos públicos para fines personales. No importaba la cantidad de dinero que estuviera en juego, no tenía ni un solo pensamiento de ser codicioso.

El jefe nunca firmaba los recibos de las compras, lo hacía yo. A veces le pedía que echara un vistazo a la cantidad que estábamos gastando. Siempre decía: "No necesito verlos. Tú te encargas de todo". Él sabe que los practicantes son las mejores personas y las de mayor confianza. Dijo: "Confío al cien por cien en los practicantes de Falun Dafa".

Nunca preguntó a dónde iba el dinero ni comprobó las cuentas. Cuando le pedía su opinión, siempre me decía: "Tú decides lo que es conveniente. Confío en ti al doscientos por cien". Él y su mujer me consideraban como su "cuidador de la casa" y uno más de la familia.

He transferido algunos pequeños saldos de fondos sobrantes a una tarjeta de débito.

La empresa vendió un camión volquete en agosto de 2018 por 12.000 yuanes. Más tarde se gastaron 2.000 yuanes y aún me quedaban los 10.000 yuanes. Mi jefe no mencionó este dinero ni siquiera cuando el flujo de caja de la empresa era escaso. Debió de olvidarse de él. Deposité el dinero en la tarjeta de débito.

En una ocasión, mi jefe transfirió 8.000 yuanes a mi cuenta bancaria antes de irse de viaje de negocios y me pidió que los guardara para su uso varios días después. Pero no me lo pidió al volver del viaje de negocios. Lo transferí a esa tarjeta de débito. A menudo transfería los pequeños saldos de algunas transacciones a esa tarjeta. Había más de 40.000 yuanes en esa tarjeta. Mi jefe gastaba dinero generosamente, así que pensé que esta tarjeta podría serle útil si tenía problemas de liquidez en el futuro.

Su fábrica estaba muy atareada en primavera, verano y otoño, pero las cosas estaban tranquilas en invierno. Toda su familia se iba de vacaciones al sur durante al menos un mes y a veces tres meses en invierno. Me dio las llaves de su caja fuerte, donde guardaba dinero en efectivo, divisas y joyas. Me llamaba cuando necesitaba algo de la caja fuerte. También me pidió que guardara las llaves de su oficina, de la fábrica y de su casa. A veces me pedía que me quedara en su casa durante diez días o dos semanas mientras ellos estaban fuera y me daba todas las llaves y la contraseña de la caja fuerte. Me trataban como uno de la familia.

La casa de mi jefe tiene muchas habitaciones. A veces me pedía que buscara algo. Tenía que buscar en el piso de abajo y en el de arriba. Él y su mujer eran descuidados y dejaban dinero en efectivo por todas partes. Nunca lo tomé.

Me pidió que le recomendara algunos practicantes cuando necesitara contratar trabajadores. Cuando necesitó de alguien que se ocupara de la seguridad y de la caldera, le recomendé a un practicante. Los practicantes son muy disciplinados y hacen bien su trabajo.

Mi jefe no practica Falun Dafa, pero sabe que Falun Dafa es bueno. A medida que pasa el tiempo, cada vez más personas admiran a los practicantes y ven que los practicantes son personas buenas y dignas de confianza.

Comentario final

La gente me pregunta a menudo si me arrepiento de haber perdido mi lujoso trabajo en el banco por practicar Falun Dafa. Yo les digo: "La gente tiene objetivos diferentes. Yo he conseguido cosas que mucha gente quiere tener, pero no puede. Toda mi familia se ha beneficiado de mi práctica de Falun Dafa".

Me siento muy afortunado y honrado de ser un practicante de Falun Dafa. Estoy orgulloso de ser el empleado de mayor confianza de mi jefe. Todo lo que tengo es otorgado por el Maestro. Shifu me enseña y me guía a ser una mejor persona siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. ¡Seré más estricto conmigo mismo y seré digno del título de practicante de Falun Dafa!

***

Lo expresado en este artículo representa la opinión o entendimiento del autor. Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.