​Mujer de 75 años privada de sueño y sometida a administración involuntaria de fármacos mientras cumple condena por su fe

(Minghui.org) Dos años después de que la Sra. Yan Ling terminara de cumplir dos años por su fe en Falun Gong, la residente de 75 años de la ciudad de Nantong, provincia de Jiangsu, fue arrestada de nuevo y sentenciada en secreto a otra condena desconocida.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una antigua disciplina espiritual de ejercicios y meditación perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Yan, empleada jubilada de una fábrica, está recluida actualmente en la Prisión de Mujeres de la ciudad de Nanjing. Como se negó a renunciar a Falun Gong, los guardias la privaron de sueño y asignaron a tres reclusas para que la vigilaran las veinticuatro horas del día.

También intentaron obligarla a tomar medicamentos para la diabetes, a pesar de que no padecía esa enfermedad. Cuando se negó, le mezclaron el medicamento con la comida. También le racionaron la comida alegando que los diabéticos deben vigilar su ingesta. Como no se le permitía relacionarse con otras reclusas ni con los médicos, no se conocen más detalles sobre los malos tratos que sufrió.

Antes de su última condena, la Sra. Yan fue detenida y recluida en centros de lavado de cerebro todos los años entre 2001 y 2004. A finales de 2004 fue condenada a un año de trabajo forzado. Las autoridades prolongaron su condena cuatro meses más cuando se negó a renunciar a Falun Gong. La privaron de sueño, la obligaron a permanecer de pie durante días o a sentarse en un pequeño taburete sin moverse. Los guardias también la encerraron en régimen de aislamiento y le negaron el acceso al baño.

En octubre de 2007 fue detenida de nuevo y recluida en un centro de lavado de cerebro durante 15 días. En abril de 2014 y enero de 2015, fue detenida y recluida durante 12 y 15 días, respectivamente, por hablar con la gente sobre Falun Gong.

La Sra. Yan fue detenida una vez más a finales de 2015 y posteriormente condenada a dos años por presentar una denuncia penal contra Jiang Zemin, el exjefe del Partido Comunista Chino que ordenó la persecución a Falun Gong. Los guardias ordenaron a las reclusas que le vendaran la boca con cinta adhesiva y le ataran las manos. Estuvo a punto de asfixiarse. Las autoridades le suspendieron el sueldo durante su estancia en prisión.

Fue detenida de nuevo el 15 de julio de 2020 y condenada en secreto más tarde.

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