(Minghui.org) En diciembre pasado abrió cerca de mi casa una clínica de medicina tradicional china que ofrecía un tratamiento llamado moxibustión. Yo pasaba cerca todos los días, pero nunca pensé que tuviera algo que ver conmigo.

He sufrido de dolor de espalda durante gran parte de este año. Cuando el dolor era peor, pensé en probar la moxibustión, pero no fui a la clínica porque no pensé que fuera apropiado para un practicante de Falun Dafa.

Me encontré con un amigo cuando pasaba por la clínica de moxibustión en marzo. Me contó muchos de los beneficios de la moxibustión y me instó a que la probara. Incluso compartió un certificado de prueba gratuito válido para tres tratamientos. Lo intenté y alivió mi dolor de espalda. Pensé que no entraría en conflicto con mi cultivación, ya que no recibí una inyección ni tomé medicamentos.

Fui por el segundo tratamiento al día siguiente. Esa noche mi hijo se emborrachó un poco. Se golpeó la pierna con la puerta de camino a su dormitorio. El hematoma color sangre era bastante doloroso, y pensé que se debía a su propio yeli.

Al tercer día, volví a la clínica para recibir otro tratamiento de prueba. La pierna de mi hijo no mejoró. No quería tomar ningún medicamento, pero era tan doloroso que no podía caminar normalmente. Por la noche, comenzó a quejarse de tener dolor de espalda por alguna razón y se puso inquieto. Empecé a preguntarme por qué.

Su rostro agonizante me alertó. Miré hacia adentro y me di cuenta de que no debería haber optado por los tratamientos de moxibustión. Confesé frente a la foto del Maestro Li: "Maestro, estaba equivocado. ¡Por favor perdoname!".

Me di cuenta de que, para empezar, un practicante genuino no recibiría tratamientos de moxibustión. Es una cuestión de fe, y mi fe en Dafa no era absoluta. Mis tratamientos también estaban relacionados con el principio de no segunda práctica. El Maestro trató de despertarme con el dolor en la pierna de mi hijo, pero no lo entendí y pensé que era su propio problema.

Nada le sucede a un practicante sin razón. Las palabras de Shifu vinieron a mi mente: “Cuando encontramos problemas, primero nos miramos a nosotros mismos para ver si nosotros mismos tenemos problemas” (Explicando el Fa en Washington, D.C. 2018).

Cuando miré hacia adentro con seriedad, me sorprendí de cómo, como practicante de Falun Dafa, pude optar por esos tratamientos de moxibustión. Estaba decidido a detenerme de inmediato, soltar todos mis apegos y creer firmemente en Falun Dafa y en Shifu.

Envié pensamientos rectos para eliminar mis apegos y estudié más el Fa. Al día siguiente, mi hijo me dijo que había dejado de dolerle la espalda sin tomar ningún medicamento. ¡Le agradecí sinceramente al Maestro!

Miré más adentro, preguntándome por qué mi dolor de espalda había durado dos meses, pero el dolor de espalda de mi hijo desapareció tan rápidamente. Siempre había considerado mi propio dolor de espalda como una disolución del yeli y traté de soportarlo, sin embargo, no debió durar tanto. Aunque no me impidió hablar con la gente sobre Falun Dafa, era difícil caminar. Debe haber una razón. ¿Dónde me quedé corto?

De repente me di cuenta de que, desde que comenzó mi dolor de espalda, siempre me apoyaba en algo cuando estudiaba el Fa o hacía los ejercicios. Era difícil para mí subir las escaleras cuando iba al estudio grupal del Fa. ¿Apoyarse en algo no es una forma común de aliviar el dolor de espalda de la gente común?

Me di cuenta de mi apego a la comodidad y mi miedo al sufrimiento. ¿No alimentaba mi apego a los demonios? Tuve que eliminarlo.

Shifu nos ha dicho que mantengamos la espalda y el cuello rectos en Da Yuanman Fa, Vía de la Gran Perfección. Tuve que corregirme de inmediato y eliminar mi apego a la comodidad. La cultivación genuina significa tener una fe completa y tratarse a uno mismo como un practicante.

Algo asombroso sucedió en tres días: mi espalda dejó de dolerme. ¡Gracias Maestro!

Es como dijo el Maestro:

“...Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II)).

“En otros espacios también existe un proceso de transformación del gong que es asimismo extremadamente complejo y prodigioso, y tampoco se puede cultivar añadiendo otras cosas descuidadamente” (Tercera Lección, Zhuan Falun).

Estoy decidido a seguir las enseñanzas de Shifu, ser estricto conmigo mismo y tratarme verdaderamente como un practicante.

Lo anterior es mi comprensión limitada. No duden en indicar cualquier cosa inapropiada.

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