(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy una practicante de Falun Dafa de 10 años de edad. En 2019, con la ayuda de otra practicante, participé en el entrenamiento para hacer llamadas telefónicas de aclaración de la verdad a la gente de China continental.

Estaba un poco asustada cuando hice mi primera llamada. Un joven contestó. Después de escuchar un rato, susurró: "Ahora estoy en el trabajo. Sé lo que has dicho. Gracias. Ten cuidado y mantente a salvo". Pude sentir la amabilidad en su voz.

El siguiente número al que llamé lo contestó un hombre. Le aclaré la verdad. Cuando le hablé de renunciar del partido comunista chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas, me hizo algunas preguntas que no pude entender, así que mi tía me ayudó a responderlas.

Cuando realicé la tercera llamada, contestó otro hombre y traté de aclarar la verdad. Se negó a escuchar e incluso me insultó antes de colgar. Me sentí herida y lloré. Mi tía me dijo que al maldecirme, el hombre me había dado mucha virtud (De). Sus palabras me calmaron y seguí haciendo llamadas.

Siempre que puedo, participo en las actividades de aclaración de la verdad con mi familia. Durante una actividad cerca de Los Ángeles, repartí material informativo a muchas personas. Un día conocí a dos jovencitas. Estaban haciendo un picnic cerca de nuestro stand. Pasaron mucho tiempo leyendo nuestro tablero de información. Pensé: "¿Debo darles folletos?". Pero luego tuve otro pensamiento: "No, a la mejor no lo acepten si lo hago". Después de un rato, pensé: "Debería darles la información, ya que podría ser su única oportunidad". Cuando les entregué los folletos, se pusieron muy contentas.

Mis amigos y yo distribuimos materiales durante los eventos de Dafa en torno al 13 de Mayo. Muchas personas los aceptaron. Algunos dijeron: "¡Oh, gracias, gracias!". Otros nos hacían reverencia con la cabeza mientras recibían los materiales.

Distribuí muchas flores de loto durante un desfile en Pensilvania. Cuando la gente se iba, había mucha gente cerca de la salida del lugar. Me fijé en uno de nuestros folletos en el suelo y fui a recogerlo. Alguien me pisó accidentalmente la mano y empezó a sangrar. Lo ignoré y seguí distribuyendo folletos como si nada hubiera pasado.

Llevo medio año en Nueva York y asisto a la escuela Minghui local. Poco a poco aprendí que debía eliminar mi egoísmo y considerar primero a los demás.

Una tarde, mis amigos y yo estábamos montando en bicicleta. Otra compañera me preguntó si podía dejarla montar en mi bicicleta. La ignoré y seguí montando. Poco después, se me cayó la cadena de la bicicleta. Me pregunté por qué había ocurrido eso. Entonces lo entendí: debía tener en cuenta primero a mi compañera. Después de que nuestro profesor arreglara la bicicleta, se la ofrecí a la compañera, y ella la montó felizmente.

Un día traje un recipiente con caramelos. Mientras dibujaba en la pizarra, una compañera tomó varios caramelos sin pedirlos. Sin estar movida en mi corazón, le ofrecí unos cuantos más. En otra ocasión, mi amiga y yo estábamos jugando en el pequeño patio de la escuela. Nos gustaba colgarnos de los columpios y darnos vueltas. Mi amiga me preguntó si podía jugar en el columpio en el que yo estaba. La ignoré y seguí jugando. Al cabo de un rato, me cayó un grano de arena en el ojo. Entonces pensé: "Deberías dejarla jugar en el columpio", y le ofrecí mi columpio.

Esta es mi experiencia en el estado de cultivación actual en el que me encuentro. Por favor, señalen cualquier cosa inapropiada.

¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en el Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa del Condado de Orange 2021, Nueva York).

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