(Minghui.org) Nota del editor: Este año se cumple el 29.º aniversario de la introducción de Falun Dafa al público. Hong Kong siempre ha sido una espina en el costado del PCCh (partido comunista chino). Los practicantes de Falun Dafa en Hong Kong han superado penurias y dificultades durante más de 20 años para decirle a la gente que Falun Dafa es bueno y sobre la persecución del PCCh.

El Maestro dijo:

“Hong Kong es la frontera más cercana a ese partido perverso, ya está al borde de su boca. Que revelasen la maldad en ese lugar, ese tenía odio al punto que le dolían las raíces de los dientes; si no realizara esas cosas perversas, no sería normal” (Enseñanza del Fa en Gran nueva York 2013).

Los practicantes de Falun Dafa han permanecido en primera línea y siguen aclarando la verdad a pesar de la imposición de la ley de seguridad nacional en Hong Kong. La asociación de atención a la juventud de Hong Kong, interfirió y atacó a los practicantes durante ocho años, fue disuelta a finales del año pasado. Los compañeros practicantes están agradecidos por la protección compasiva del Maestro y comprenden que deben mejorar como un cuerpo, seguir aclarando la verdad y salvar a los seres conscientes.

Recientemente, los practicantes de Dafa en Hong Kong, en varios lugares de práctica y de esclarecimiento de la verdad, compartieron sus experiencias de cultivación sobre varios temas, incluyendo cómo cultivarse tan diligentemente como cuando empezaron a practicar, y cómo esclarecer la verdad y salvar a los seres conscientes más eficazmente, etc. Estos intercambios se publican en beneficio de la comunidad de cultivadores en general.

Preciosos recuerdos de escuchar al Maestro en persona

Tuve la suerte de asistir a la conferencia del Maestro en el estadio Huangting de Jinan, Shandong, en el verano de 1994. Mis recuerdos siguen siendo muy vívidos, como si hubieran ocurrido ayer.

Hacía mucho calor en Jinan y el recinto no tenía aire acondicionado. El Maestro llevaba una camisa blanca lisa. Habló durante dos horas, y no utilizó ningún ventilador. Mientras estábamos sentados escuchando, algunos estudiantes se abanicaban continuamente. El Maestro sugirió que bajáramos los abanicos. Cuando los estudiantes dejaron de abanicarse fue realmente como dijo el Maestro: sentimos una brisa fresca y no hacía tanto calor.

Cuando el Maestro nos instaló el Falun, nos pidió que cerráramos los ojos y extendiéramos las manos. Nos preguntó qué sentíamos. Algunos dijeron que sentían las palmas de las manos calientes, y otros dijeron que sentían que el Falun giraba. Cuando el Maestro habló del ojo celestial, mi frente, en la posición del ojo celestial, sintió una picazón. El Maestro dijo que estaba abriendo nuestros ojos celestiales.

Cuando el Maestro limpió nuestros cuerpos, nos pidió que pensáramos en un problema de salud. Yo pensé en mi bajo vientre porque tenía problemas ginecológicos. Entonces el Maestro levantó su brazo y su mano tomó algo en el aire. Sentí que en ese momento tomó mi corazón. Me pareció increíble, ya que el Maestro estaba muy lejos de donde yo estaba sentada. Sin embargo, estaba desconcertada, no sabía que tenía una enfermedad del corazón. Más tarde comprendí que el Maestro resolvió un problema cardíaco que yo no sabía que tenía. Yo era integrante del equipo deportivo de la escuela. Todas las mañanas corríamos a las 5:30 y el entrenamiento de alta intensidad hacía que mi corazón latiera muy rápido.

El Maestro es muy alto y siempre sonríe. Nos corregía los movimientos de los ejercicios. Cuando nos veía a mi madre y a mí, sonreía y asentía con la cabeza. Sentíamos que el Maestro nos animaba.

Su amable sonrisa siempre me ha acompañado. Cuando terminó la conferencia, muchos estudiantes se apresuraron a estrechar la mano del Maestro. Pero yo no lo hice, y después me sentí muy arrepentida.

El Maestro dijo:

“Siento que la gente que puede escuchar directamente mi transmisión del gong y mis enseñanzas del Fa, yo digo, realmente… en el futuro sabrás y sentirás que este periodo de tiempo fue de mucho regocijo. Por supuesto, hablamos de relaciones predestinadas, y todos los aquí presentes están por la relación predestinada” (Primera Lección, Zhuan Falun).

Esa noche tuve un sueño: estaba rodeada de una poderosa energía cuando practicaba el quinto ejercicio, reforzando los poderes divinos. El Maestro llevaba una túnica amarilla y su pelo era azul y rizado. Era muy solemne. Le pregunté al Maestro si mi energía era poderosa. Él mantuvo una mano en posición vertical. Sentí que el Maestro respondía afirmativamente a mi pregunta.

A la mañana siguiente, cuando fui a practicar los ejercicios en el parque, me encontré con algunos practicantes veteranos. Hablaron de las cosas sorprendentes que experimentaron durante la conferencia del Maestro: Un practicante vio cómo un Falun giraba en la palma de su mano. Una anciana tenía un tumor en el cuello. Su hijo era médico y se lo extirpó, pero pronto volvió a crecer. Después de que empezó a practicar Falun Dafa el tumor desapareció en menos de tres meses. Mis propios problemas ginecológicos desaparecieron. Así es como Falun Dafa se extendió y más y más gente comenzó a practicar.

Cuando regresé a Shenzhen a finales de 1994, me volví perezosa para hacer los ejercicios. Un día, mientras dormía una siesta después del almuerzo, escuché la música de los ejercicios. Cuando miré fuera, vi a más de doce personas practicando Falun Dafa en mi patio trasero. Vivo en una gran comunidad residencial, pero los practicantes eligieron casualmente mi patio trasero para practicar. Sabía que el Maestro me estaba animando a no quedarme atrás. En 1996, mi madre y yo establecimos un lugar de práctica en el cercano Parque del Lago Este. Practicábamos todas las mañanas. Ese mismo año me mudé a Hong Kong.

Flores de Udumbara

Un día de 2009 llevé a mi hijo a visitar a mi madre a Shenzhen. Fuimos al Parque del Lago del Este y mi hijo vio flores de Udumbara que crecían bajo un montón de hojas verdes. Nos pusimos muy contentos porque nos recordaba cuando practicábamos allí hace más de diez años. También nos animó a cultivarnos diligentemente.

Mi madre tenía casi setenta años. Todavía podía hacer abdominales en las barras paralelas y utilizar los aparatos de gimnasia que muchos jóvenes tenían dificultades para utilizar. La gente que la veía se sorprendía mucho. Yo dije con orgullo: "Esta es mi madre. Está muy sana desde que practica Falun Dafa". Entonces aclaré la verdad sobre Falun Dafa a la gente de allí. Mi hijo de seis años también cantó: "¡Falun Dafa es bueno!". Todo el mundo sonreía felizmente mientras escuchaba.

Cuando fuimos a comprar al supermercado, mi hijo siguió cantando: "Falun Dafa es bueno". Tuve algo de miedo y le pedí que no cantara tan alto. Entonces cantó aún más fuerte y me dijo que a la gente le encantaba escuchar.

Antes de que naciera mi hijo, me preguntaba si debía dar a luz en China o en Hong Kong. Aquella noche soñé que mi hijo se acercaba a mí y me decía que cualquier lugar estaba bien. Cuando tenía tres o cuatro años, vio Falun unas cuantas veces y me dijo: "Mamá, lo estás haciendo muy bien. Estás rodeada de Falun".

Cuando tomé un taxi en Shenzhen, el conductor tenía acento del noreste. Le dije: "Mi Maestro también es del noreste de China". Cuando el conductor preguntó quién era mi Maestro le dije: "Es el fundador de Falun Dafa-Maestro Li Hongzhi". El conductor se sorprendió. Inmediatamente dijo: "¡No le digas esto a nadie más! Está bien que me lo digas a mí". Me dijo que ya había renunciado a los jóvenes pioneros (Una organización afiliada al PCCh) Me alegré de que se salvara.

Mi mamá es arrestada

Un día, preparé el desayuno y esperé a mi madre. Ella había salido esa misma mañana para distribuir información sobre Falun Dafa. Recibí una llamada de la oficina de la comunidad residencial diciéndome que mi madre estaba detenida. Sabía que la habían capturado mientras distribuía materiales. Me dijeron que ya habían denunciado a mi madre a la policía.

Mirando el delicioso desayuno que me esperaba en la mesa pensé: "¿Por qué los practicantes renuncian a una buena vida?". Pero, la cultivación es muy seria, y cada tribulación es una prueba para ver si podemos ser auténticos practicantes.

Cuando bajé con mi hijo, vi cómo esposaban a mi madre y la metían en una patrulla. Mi hijo lloró y dijo: "A mi abuela la detiene la policía mala. Quiero que me devuelvan a mi abuela".

Mi madre enseñó a los estudiantes toda su vida, y ahora ha acabado esposada y en una patrulla. Pensé en los miles y miles de practicantes de Falun Dafa que habían sido arrestados, y esto le estaba pasando ahora a mi familia. Sentí que mi corazón se desgarraba. Sabía que me encontraría con tribulaciones en mi cultivación, pero cuando realmente me sucedió, me sentí sacudida.

Cuando mi madre subió a la patrulla policial, me dijo con firmeza: "Lleva a tu hijo de vuelta a Hong Kong inmediatamente. Estaré bien".

Decidí quedarme y ayudar a mi madre. Más tarde, ese mismo día, mi madre fue liberada.

Trabajando en La Gran Época

Tuve un sueño en el que volaba muy feliz por el cielo. Una gran nube blanca se convertía en el rostro de Buda que cubría toda la tierra. El Maestro estaba en la cima. Yo quería correr hacia arriba, hacia el Maestro, pero no podía. En cambio, tuve que volar hacia abajo, hacia la tierra. Sabía que el Maestro me estaba iluminando para ser más diligente.

Poco después entré a trabajar a La Gran Época, en 2010. Colaboro con compañeros practicantes y ayudo al Maestro en la rectificación del Fa. Es como dijo un compañero practicante: "Estoy haciendo el trabajo más feliz y significativo del mundo".

Mi cultivación ha sido como subirse a una montaña rusa: he subido a la cima y luego bajado al fondo, un nivel tras otro. No importa lo difíciles que se vuelvan las cosas, sé lo que estoy haciendo. Nunca más defraudaré la salvación compasiva del Maestro. Quiero decirle al Maestro: "Maestro, quiero ser tu auténtica discípula".

Al ponerse el sol, mi hijo y yo estamos sentados juntos en el asiento delantero de un autobús de dos pisos que va a casa. Mientras el autobús atraviesa el puente de Tsing Ma, las luces del puente se extienden hacia el cielo como racimos de estrellas. Las montañas de ambos lados nos abrazan y nos dan la bienvenida, recordándonos que debemos volver a nuestros verdaderos hogares lo antes posible.

(2021 Artículo de intercambio de experiencias de los sitios de práctica de Hong Kong)

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