(Minghui.org) Este artículo fue publicado por primera vez el 4 de marzo de 2004.

El partido comunista chino (PCCh) afirmó que la autoinmolación que tuvo lugar en la plaza de Tiananmen el 23 de enero de 2001 fue realizada por practicantes de Falun Dafa, pero había numerosas lagunas en los vídeos mostrados en "Focus Report", un programa de su portavoz, la Televisión Central de China (CCTV). Muchos practicantes de Falun Dafa han arriesgado sus vidas para denunciar el engaño de la autoinmolación. Lei Ming, un practicante de la ciudad de Changchun, provincia de Jilin, fue uno de ellos.

En marzo de 2002, me enviaron al Hospital de Seguridad Pública de la provincia de Jilin tras ser detenido por practicar Falun Dafa. Mientras me examinaban allí, presencié personalmente cómo Lei Ming había sido cruelmente torturado. Los agentes de la oficina de seguridad pública de Changchun le golpearon tanto que tenía fracturas por todo el cuerpo y sus globos oculares eran la única parte del cuerpo que podía moverse.

Mientras hacíamos la fila para el doppler color (ecografía para comprobar el flujo sanguíneo), el médico dijo a los guardias que no se podía examinar a Lei Ming en ese estado. Lo vi tumbado en una camilla, tenía manchas de sangre en las orejas, la nariz y la boca. Su boca no podía cerrarse porque sus dientes estaban en un estado horrible. Sus párpados se abrían por un momento y luego se cerraban de nuevo. Uno de los prisioneros que llevaba la camilla dijo que por la noche Lei Ming no podía dormirse en absoluto.

El quinto día que estaba detenido en el campo de trabajos forzados de Changyanggou, en Changchun, el "equipo de educación" (que se encargaba de lavar el cerebro a los practicantes) trasladó a los más firmes a diferentes brigadas para ser torturados. En pocos minutos, se escucharon gritos y llantos dolorosos en esas brigadas.

Gao Shilu, jefe de la sección de disciplina, fue entrenado para perseguir a los practicantes de Falun Dafa que le fueron enviados desde el equipo de educación. Afirmó abiertamente: "Los practicantes de Falun Dafa deben ser tratados así". Una vez comentó a los presos: "¿Cómo podemos permitir que los practicantes de Falun Dafa se conviertan en budas, mientras nosotros debemos permanecer aquí? Tenemos que hacer todo lo posible para acabar con ellos".

Gao también comentó que "la persona más poderosa del mundo no es ni el secretario de la ONU ni el presidente de Estados Unidos, sino Jiang Zemin (exlíder del PCCh), ya que los presidentes de otras naciones necesitan pedir la aprobación de otros organismos gubernamentales antes de proceder a hacer lo que pretenden. Además, son responsables de cualquier fechoría que cometan, incluso después de dejar el cargo. El poder de Jiang Zemin está por encima de la ley de toda la nación, y todo lo que él diga es válido. Nadie en el mundo puede compararse con el poder que tiene".

Cuando me llevaron por primera vez al campo de trabajo, fue Gao quien ordenó a los prisioneros criminales que me persiguieran. Si no obedecía, me castigaban obligándome a sentarme en un diminuto taburete de plástico desde las 5 de la mañana hasta las 9 o 10 de la noche. Utilizaban a los delincuentes para vigilarme; si no me sentaba bien, me golpeaban en la zona de los riñones. Yu Changjiang, el responsable de los presos, me pegaba por la noche. Si no cedía a sus exigencias, me llevaban a la oficina de corrección, donde los jefes de equipo y los guardias me golpeaban, me ponían las esposas y me daban descargas eléctricas.