(Minghui.org) Una habitante de la ciudad de Jiamusi, provincia de Heilongjiang, cuya sentencia suspendieron debido a su delicado estado de salud, se enfrenta actualmente a un nuevo juicio por mantenerse fiel a su creencia en Falun Dafa, una disciplina para mejorar el cuerpo y la mente que persigue el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Sun Yanhuan

La Sra. Sun Yanhuan, de 60 años de edad, fue condenada a tres años de prisión por el tribunal de distrito de Dongfeng, el 18 de octubre de 2017, por tratar de rescatar a practicantes de Falun Dafa detenidos. Meses después de su detención, sufrió un dolor abrasador en el pecho y una temperatura corporal muy baja. Como seguía empeorando, el centro de detención se puso en contacto con el tribunal intermedio de Jiamusi local, quien decidió cambiar su veredicto de tres años de prisión a cinco años de condena suspendida. La liberaron el 27 de noviembre de 2017.

Poco después que la Sra. Sun regresara a casa, sufrió una parálisis y la operaron del pecho.

Dos meses después de haber sido dada de alta del hospital, la oficina de justicia local se puso en contacto con ella y le ordenó que asistiera a un programa de corrección comunitaria y que escribiera informes de pensamiento con regularidad. La Sra. Sun sostuvo que no había violado ninguna ley y que, además, como seguía sufriendo un dolor insoportable, no podía cumplir su sentencia en suspenso. Los funcionarios de la oficina de justicia la amenazaron y la acosaron varias veces.

El 31 de julio de 2019, un funcionario de la oficina de justicia y varios oficiales saquearon la casa de la Sra. Sun sin ninguna orden de registro. Confiscaron más de 40 libros de Falun Dafa.

Aunque la policía la liberaría poco después, dado que aún no se había recuperado de su cirugía de tórax, la oficina de justicia presentó varias solicitudes al tribunal intermedio de Jiamusi en las que pedía que revocara la suspensión de su sentencia.

El tribunal de apelaciones revocó la suspensión y restableció su sentencia a tres años el 11 de octubre de 2019. Le ordenaron que comenzara a cumplir su condena desde el 11 de octubre de 2019 al 16 de julio de 2021.

La Sra. Sun fue llevada de nuevo al centro de detención el día del veredicto, pero rechazaron su admisión debido a su hipertensión. Después de enviarla nuevamente a casa, la oficina de justicia local le ordenó a su hermano que la obligara a tomar pastillas para que bajara su presión sanguínea.

Temiendo ser enviada a prisión, se mudó a la casa de un pariente el 13 de octubre para protegerse de la policía. Unos meses más tarde, el coronavirus se propagó por toda China. Cuando se enteró que la prisión había dejado de admitir a nuevos internos, volvió a casa.

Después de que la epidemia disminuyera gradualmente, la Sra. Sun recibió la orden de presentarse a la oficina de justicia todas las semanas y escribir informes mensuales de pensamiento.

El 7 de agosto de 2020, fue trasladada a la procuraduría del distrito de Xiangyang y le dijeron que la policía estaba iniciando un nuevo caso en su contra, porque había cometido otro crimen: posesión de libros de Falun Dafa. La policía añadió que su falta de cooperación con las autoridades, durante su sentencia suspendida, había formado también parte de su "nuevo crimen".

La policía presentó su caso a la procuraduría del distrito de Xiangyang el 7 de agosto.

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