(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa realizaron actividades en Mynttorget, junto al Riksdag (el Parlamento) de Estocolmo, Suecia, el 28 de julio de 2020, para exponer la persecución que sufre Falun Dafa por parte del partido comunista chino (PCCh). Sus actividades recibieron un gran apoyo público.

Practicantes de Falun Dafa demuestran los ejercicios en Mynttorget en Estocolmo

Recolección de firmas

La gente en Estocolmo se informa sobre Falun Dafa

Muchas personas firmaron una petición para pedir que se ponga fin a la persecución. Una mujer leyó los carteles informativos y luego habló con un practicante.

"¡Veintiún años!" exclamó. "La persecución ha durado mucho tiempo. El gobierno totalitario se ha valido de medios despreciables, como la invención de mentiras y el encubrimiento de sus crímenes. ¡Sus horribles atrocidades son completamente inaceptables!".

La mujer dijo que trabaja en una sección del hospital que trata a pacientes con coronavirus. Estaba enojada por el encubrimiento del PCCh del brote pandémico, que ha dañado a tantas personas en todo el mundo. Ella y su esposo firmaron la petición para apoyar la labor dedicada a poner fin a la persecución a Falun Dafa. Le dijo a un practicante: "¡Gracias por estar aquí! ¡Es muy importante para nosotros conocer todo esto!".

Un hombre le dijo a un practicante que creía todos los hechos que denuncian y que apoya a Falun Dafa, pero que no cree que la recolección de firmas diera resultados porque el gobierno sueco coloca los intereses económicos por encima de los derechos humanos.

El practicante dijo: "Si no le contamos a la gente los hechos y la gente no muestra preocupación, el PCCh va a pisotear los derechos humanos de manera aún más arbitraria. Cerca de 30 políticos suecos firmaron una Declaración Conjunta sin precedentes para condenar la persecución. La diputada Ann-Sofie Alm recalcó que debemos unirnos para poner fin a la persecución. Más y más gente se unirá a las fuerzas que piden justicia".

Una joven se unió a la conversación y dijo que el practicante tenía razón. Firmó la petición y deseó que más políticos dieran el paso adelante. "No podemos renunciar a la moral y la ética para favorecer los intereses económicos", afirmó.