(Minghui.org) Después de que la ciudad de Wuhan fue cerrada debido a la pandemia del virus del PCCh (coronavirus), el 23 de enero de 2020, muchas ciudades, pueblos y comunidades residenciales en China también fueron cerradas, lo que hizo que fuera un desafío aclarar la verdad.

Al principio, estaba un poco nerviosa y ansiosa. Nuestras actividades cotidianas normales fueron interrumpidas. Mientras me quedaba en casa, durante varios días, me concentré en leer y memorizar el Fa. Como generalmente estoy ocupada, paso menos tiempo estudiando el Fa. Mientras más estudiaba el Fa, más me daba cuenta que perdía mucho tiempo y no hacía mucho para aclarar la verdad y salvar a la gente. Siempre sentía que había mucho tiempo. Sin embargo, al observar el creciente número de muertos, lamentablemente me di cuenta que había perdido muchas oportunidades.

Después del Año Nuevo Chino, cuando mi hijo y yo salíamos, las calles que generalmente estaban llenas de gente se encontraban desiertas. De vez en cuando pasaba un automóvil o alguien nos adelantaba apresuradamente en su bicicleta. Todos llevaban mascarillas. No sé cómo describir la sensación de desolación que tuve: "De colina a colina, no había ni un pájaro volando".

Me di cuenta que no podía seguir así y tenía que salvar a más personas. Escribí los nombres de los amigos y conocidos que aún no había aconsejado renunciar a las organizaciones del partido comunista chino (PCCh). Fue una larga lista. Decidí comenzar con los que vivían en mi ciudad. Contando a las personas en mi comunidad residencial, había casi 500 hogares y casi 1500 personas, si cada familia tenía tres personas. Era una gran responsabilidad. Hice un plan. Contacté a las personas que conocía, durante el día y entregaba materiales a los hogares de la comunidad por la noche, con mi esposo que también es practicante.

Tuve un sueño la noche que hice la lista. Soñé que volvía a mi ciudad natal y veía a una de mis compañeras de juegos de la infancia. Inmediatamente le aclaraba la verdad y le aconsejaba que renunciara al PCCh. Debido a la palabra "otoño" en su nombre, le daba el seudónimo de "Flor de primavera y fruto de otoño" y la ayudaba a renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Recordé el sueño vívidamente después de despertarme. Sabía que Shifu me estaba animando a salvar rápidamente a las personas.

Después del almuerzo, conduje con mi hijo. Traté de contactar a dos amigas de la infancia, pero no me respondieron. Llamé a mi amiga, de nombre "otoño" y ella contestó. Conduje a la comunidad donde vivía y la reconocí en la puerta. Ambas estábamos emocionadas de vernos ya que no nos habíamos visto por más de 10 años. Rápidamente le aclaré la verdad. Le expliqué sobre Dafa, la importancia de renunciar al PCCh y a sus organizaciones afiliadas, y la gravedad de la epidemia actual. Ella escuchó y aceptó mi consejo. Estuvo de acuerdo en que toda su familia renunciaría al PCCh. Cuando le sugerí el seudónimo: "Flor de primavera y fruto de otoño", sonrió y estuvo de acuerdo. ¡Me sentí aliviada de poder salvar a una familia más! No nos habíamos visto en mucho tiempo. Ni siquiera sabía que vivíamos tan cerca. Agradecí sinceramente al Maestro por su pista.

Resolviendo viejos resentimientos

Un exalumno mío, después de graduarse comenzó a trabajar en mi misma escuela. Aunque ambos enseñábamos el mismo tema, él nunca me habló. No estaba segura si sería receptivo. Le aclaré la verdad a la mayoría de las personas en su sección. Ambos éramos asesores de clase y siempre teníamos reuniones juntos. Pero me sentía incómoda y un poco avergonzada de hablar sobre esto.

Cuando nuestro grupo salía de una reunión, de repente se levantó y brindó por mí, diciendo que yo era su asesor de clase. Solía ser mi alumno, por lo que debemos tener una estrecha relación predestinada. Incluso enseñábamos el mismo tema.

Cuando se extendió la pandemia, pensé en él porque era un miembro activo del PCCh. Dejé de lado mis nociones sobre él y le pedí reunirnos en la puerta de su comunidad residencial. Le comenté que había venido a ayudarlo a él y a su familia. Le di un recuerdo de Falun Dafa, un volante especial sobre la pandemia y una memoria flash con información de aclaración de la verdad. Le mencioné la importancia de renunciar al PCCh. El seudónimo que le sugerí le gustó y aceptó mi consejo. Me expresó que su esposa también era miembro del partido. Le di un seudónimo para que usara. Le manifesté que debía contarle a su esposa al respecto y que ella debía tomar su propia decisión. Él exclamó que lo haría. Le agradecí nuevamente a Shifu por su arreglo tan cuidadoso, porque no solo resolvió el rencor entre nosotros, sino que también me ayudó a elevar mi xinxing.

Estudiante con problemas encuentra su camino

Uno de mis alumnos tuvo algunos problemas. Su padre trabajaba en la comisión municipal de inspección disciplinaria. Confió en el director e inscribió a su hijo en mi clase. El primer día de clases el niño no apareció. Al final del día, su madre me esperó en la puerta con él. Sus padres querían que él viviera en el campus, pero él se negaba. Era adicto a las computadoras y sus padres no podían controlarlo, por lo que decidieron enviarlo al internado de la escuela.

Les sugerí que durante las dos primeras semanas aún debía vivir en su casa. Si llegaba a la escuela a tiempo y no jugaba juegos de computadora durante dos semanas, los padres podrían permitirle vivir en su casa. Realmente llegó a la escuela todos los días y a tiempo.

Sus padres estaban muy felices y dijeron que antes siempre llegaba tarde a la escuela. El niño admiraba la forma en la que manejaba el problema y luego estuvo dispuesto a aceptar mi consejo. Para superar su adicción a las computadoras, me dejó mantener su costosa computadora hasta las vacaciones.

La madre del niño una vez se detuvo en mi oficina y me dio una tarjeta de regalo de 2.000 yuanes como agradecimiento. No podía decir mucho ya que había otros en la oficina, pero simplemente le expresé que creía en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que no aceptaría ningún dinero. Le aseguré que seguiría cuidando bien a todos mis alumnos. Ella se conmovió profundamente y siguió agradeciéndome.

Más tarde tuve una conversación con su padre para saber más sobre su hijo. Sentía que su padre era muy amable. En ese momento, dudé y no le aclaré la verdad.

Justo después del Año Nuevo Chino, estalló el virus del PCCh. Aprendí que el padre del niño comenzó a trabajar el tercer día del Año Nuevo Chino. Preparé los materiales y fui a su unidad de trabajo. Planeaba hablar con él en la puerta, pero él me invitó a su oficina ya que hacía frío afuera. Lo seguí hasta el edificio del gobierno municipal. Había otro hombre en la oficina y le indiqué que yo era la asesora de la clase y que quería hablar con el padre de mi alumno. Se fue cortésmente. Inmediatamente le mencioné a su padre que venía a darle un recuerdo. Casualmente mencioné a mi tía mayor como practicante de Falun Dafa.

Le comenté que mi tía tenía más de 80 años y había practicado Falun Dafa durante más de 20 años. Que ella no tomaba ningún medicamento y caminaba incluso más rápido que yo. Me mostró un mensaje en su teléfono que enumeraba las muertes de algunas personas adineradas que tenían acceso al mejor tratamiento médico, pero que habían muerto. Manifestó que el virus era muy contagioso y que no había forma de que nadie lo enfrentara e incluso, aquellos que tenían poder y dinero morían a causa de él.

Le expliqué: “Falun Dafa es muy bueno. Este folleto contiene muchas historias de personas en Wuhan que tuvieron el virus, pero fueron bendecidas después de recitar dos fases: Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le recordé que: “Enseño física y ciencias naturales. Muchos científicos respetados como Newton y Einstein creían en Dios".

Le pregunté si era miembro del partido. Sostuvo eso era un requisito para trabajar en la oficina gubernamental. Le conté que millones de chinos ya habían renunciado al partido y habían sido bendecidos, y le sugerí que hiciera lo mismo. Le enfaticé que podía usar un seudónimo. El aceptó. Le di una unidad USB que contenía información para aclarar la verdad y le sugerí que me lo devolviera después de leerla, para que más personas pudieran beneficiarse.

Cuanto más tratamos de salvar a la gente, más me doy cuenta de que todo ya ha sido arreglado por Shifu. Solo necesitamos llevarlo a cabo. A veces me encuentro con la persona que busco cuando salgo. Otras veces, cuando mi esposo y yo paramos el automóvil para conversar con alguien, algunos conocidos se detienen al lado de nuestro ¡Agradecí sinceramente al Maestro por tal arreglo!

Sé que Shifu nos ayuda cuando distribuimos materiales para aclarar la verdad dentro de los edificios. Para evitar la cámara de vigilancia, mi esposo y yo a veces teníamos que subir más de 20 pisos. Por lo general, tengo que usar un elevador y no puedo subir tantas escaleras. Incluso mi esposo era escéptico. Le exclamé que le pediría a Shifu que me fortaleciera cuando me sintiera sin aliento, y pude hacerlo.

Aprovecharé el tiempo restante para memorizar y estudiar el Fa, practicar los ejercicios, aclarar la verdad para salvar seres conscientes y distribuir información. Cumpliré mi misión de salvar personas y no me arrepentiré. Permítanme terminar este intercambio con las enseñanzas del Maestro:

“Les digo: los Dafa dizi son la única esperanza de salvación para los seres conscientes en cada región y en cada país. ¡Valorar lo que ellos hacen es precisamente valorarse a ustedes mismos!” (Gracias a los seres conscientes que enviaron saludos, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).